El chico adicto al café y las fotografías ha muerto... Y un hombre ha resucitado con la responsabilidad de salvar aquello que es más importante, su familia.
El mundo que Tim dejó atrás se transformó en la peor pesadilla de su mentor.
Damian ha conti...
-Estás totalmente loco -Jason me tomó de los hombros -No te dejaré ir solo, con lo que dijiste es tarde para disuadir a Waller, pero olvida la idea de ir sin mí, voy a acompañarte.
-Uno de los dos debe volver a casa para decirle a los demás -Tomé sus antebrazos para apartaros, pero él no quiso hacerlo.
-Al diablo los demás, estas en esto por mi culpa... Fui un idiota al creer que mi pasado no me alcanzaría... Siempre le tuve miedo a esto, que te vieras afectado por mis errores -Se alejó para dejarse caer en el suelo, recargando su espalda contra la pared.
Fui hasta él y me senté a su lado, dejando caer mi cabeza sobre su hombro.
-No me interesa lo que hayas hecho en el pasado, el hombre del que estoy y siempre estaré enamorado, es el que está justo a mi lado, el tiempo que venga solo hará que mis sentimientos se vuelvan más fuertes, no al revés -Me rodeó con su brazo -Te perdí una vez... No va a pasar de nuevo, por favor, regresa a casa y espérame ahí, yo no sabría qué hacer si... -Me besó y no sé por qué mis ojos se humedecieron.
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- ¿Seguro que hablas de mí? Tu nunca me has perdido, desde siempre que sido tuyo y a tu disposición he estado -Aterradoras visiones entrecortadas del rostro de Jason desfigurado por la prótesis robótica que se le había encarnado en la piel aparecieron frente a mí, sobre la bella imagen actual de mi amado, me cortaría la cabeza antes de volverlo a ver sufriendo de esa manera.
Toqué su mejilla para asegurarme de era mi Jason real y no estaba hasta la medula de fármacos suministrados por Waller.
-Solo sé que te amo demasiado como para tentar mi suerte contigo, además, es mi culpa que esto haya pasado, debí buscar otra manera de avisarte que nuestros casos convergieron -Unos hombres vinieron hasta la celda, eran como unos 20, estaban armados con porras y escudos especiales -Ya es hora, te veré en casa, me puse de pie y me acerqué al cristal.
-Prepárense para la extracción -Habló el que supuse sería el líder de escuadrón -Aléjate del vidrio, niño bonito o vamos a tener que romperte un par de huesos -Me amenazó.
- ¿A quién demonios crees que le estás hablando? -Jason se levantó furioso -No somos como sus malditos enfermos mentales que exhiben en este zoológico -Bueno, al menos recuperó el ánimo.
-Oye, eres el líder ¿verdad, amigo? -Hablé con él -Pueden bajar las armas, no me voy a resistir al traslado, pero quiero que estés consiente de que, si yo quisiera hacerlo, ni tu grupo de muchachos ni todo el personal de este lugar podría detenernos ¿de acuerdo? -El sujeto pareció pensárselo un rato.
-Es protocolo, aléjate del cristal, ponte de espaldas, te ponemos las esposas y te llevamos a que te prepares -Explicó.
-De acuerdo -Hice lo que dijo, abrieron la celda y Jason dio un par de pasos atrás para no poner a esos sujetos nerviosos, seguro que pasaban por demasiado estrés a diario -Hazme un favor, dile a tus muchachos y a Waller que, si alguien le toca un cabello a Red Hood, voy a convertirme en su peor pesadilla -Susurré mientras me ponían las esposas.
