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Bienvenido al escuadrón suicida

Jason había estado fuera por casi una semana y ya saben, a pesar de que, estando juntos, es mejor, Kon' no puede negar que le gusta la exclusividad y yo no podría decir que me disgusta concentrarme en uno solo a la vez.

Teníamos una de esas noches especiales. Toda la tarde jugábamos videojuegos, a veces invitábamos a Bart, pero en esta ocasión, estábamos por nuestra cuenta.

La verdad es que estábamos tan obsesionados con este nuevo juego, que, en lugar de ser divertido, se volvía estresante, pero esa es la magia.

-Eso es todo -Arrojé el mando de la consola después de nuestra última partida, salimos victoriosos y el hambre se hizo presente para avisarnos que era hora de parar.

-Vamos por comida china, a esta hora no tengo ganas de cocinar -Kon' se estiró perezosamente.

-Tampoco encontraremos un restaurante chino abierto a esta hora -El reloj me daba la razón -Dame un segundo, encontraré algo que hacer en un minuto -Fui hasta la cocina y al buscar dentro del refrigerador, no encontré otra cosa más que un frasco de leche vacío y una zanahoria en mal estado. Mi estomago gruñó sonoramente al notar que no habría cena esta noche.

- ¿Qué pasa? -Conner vino a ver porque tardaba tanto mirando el refrigerador -No puede ser ¿no hiciste las compras?

- ¿Yo tenía que hacerlo? -Pregunté a la defensiva.

-Pues sí, Jason lo puso aquí -Cerró el refrigerador y en una de las notas que estaban ahí pegadas, aparecía la evidencia.

-Está bien, reconozco mi culpa, iré a comprar algo en algún lugar de 24 horas ¿sí? -Tomé las llaves e iba de salida.

-Iré contigo, compremos una hamburguesa -Diablos, pensaba ir por una pizza, pero como esto era por mi causa, no me quedaba de otra.

Bajamos al estacionamiento del edificio para sacar el auto, subimos, nos acomodamos, usamos el cinturón, acomodé mis espejos (Pues normalmente, conducía Jason y él es un poco más alto que yo), pero al encender el auto, vi el mensaje en el tablero de que no teníamos suficiente gasolina.

- ¿No llenaste el tanque esta mañana? -Kon' puso la mano sobre su frente.

- ¿También era mi responsabilidad? -Pregunté ya exasperado.

-Pues sí, lo usas para irte a trabajar, yo vuelo -Fui un idiota solo por preguntar, mierda. Soy un desastre sin Jason y aceptarlo era de adultos.

-Ok, creo que tengo suficiente para ir a la gasolinera, de ahí vamos por la comida ¿de acuerdo? -Conner levantó los hombros, estaba disfrutando de verme desatinar.

Las cosas no salieron tan bien, se nos acabó la gasolina un par de calles antes de llegar a la gasolinera, imaginen como se veía Tim Wayne y Conner Kent (Hijo de Lex Luthor y su mano derecha en LexCorp) empujando un Mercedes, aunque Kon' se la estaba pasando bien al ver mis niveles de estrés subir.

Al fin, compramos nuestra comida basura y volvimos al departamento.

-Se que no se va llevar muy bien, pero creo que lo necesitas -Kon' destapó una botella de vino y me pasó una copa. Ambos nos sentamos en el sofá y comimos nuestra cena - ¿Más? -Incliné mi copa para que la llenara de nuevo.

Como ya esperaba, nos terminamos la comida, la botella y ahora seguía una bien merecida sesión de besos con sabor a uvas fermentadas.

El alcohol siempre despierta el deseo de meter las manos bajo la ropa de Kon' y acariciar su piel, empecé a darme cuenta que al convertirnos en adultos, el sexo se vuelve algo primordial, intimar de esta manera con él me hacía sentir amado, deseado y que sin importar lo que pasara fuera o dentro del departamento, al final del día podía regresar a la seguridad de sus brazos y dejarme llevar al mismísimo paraíso (Si no sienten eso con la persona con la que están, no se casen, si lo sienten, no le dejen ir).