Rey Demonio

511 38 90
                                    

Advertencia: Contenido para adultos.

**********Tim**********

Desperté en una cálida estancia, mi piel sentía una suave tela cubriéndola, al mover mis manos, escuché el tintineo de cadenas.

-Al fin despiertas -Damian, estaba sentado de espaldas a mí, en la orilla de la cama en la que me encontraba acostado, yo estaba completamente desnudo ahora que me daba cuenta.

-Damian -Dije incorporándome.

-Esperé 60 años para volver a oírte pronunciar mi nombre -Se volteo a verme, parecía de unos 25 años, su armadura esmeralda con bordes dorados brillaba a la luz del fuego en la chimenea al fondo de la habitación.

-Creí que me matarías a penas me tuvieras a tu alcance...

- ¿Matarte? Eras lo último que me faltaba, ya solo necesito traer a Jason, Terrence y Dana...

- ¿Dana? ¿Para qué querrías a Dana? -Lo interrumpí.

- ¿No lo sospechaste? yo me encargue de que Dana cayera en manos de tus amigos. Cuando escapaste, sabía que te encontrarías con ellos tarde o temprano y la pequeña ya estaba lista para aparecer. Una de mis espías, la amiga de la amazona rubia, fingió su muerte durante ese supuesto parto y le entregó a la niña... Es hermosa ¿no es así? Fueron años de investigación, pero encontramos un pequeño fragmento en los códigos genéticos de Jason y Dick que los predisponía a sentir atracción por ti y por mi respectivamente, mejoré ese gen y la cree a partir de la herencia de esos dos para ser la compañera de Terrence -Ahora entendía porque la pequeña introvertida se sintió a gusto conmigo al momento de conocerla y estuvo tan locamente prendada de Terry poco después de conocerlo -Finalmente, la unión de ellos será el digno heredero del mundo que estoy construyendo.

-Estas enfermo -Dije horrorizado.

-Y eso no es todo, sé que están en casa de Julieta. Nunca tuve intención de tomar sus tierras, solo quería que los ancianos murieran y orillar a los novatos a hacer justo lo que yo quería, que la trajeran de vuelta -Comenzó a compartir su plan conmigo -Ella guarda en su memoria todo el potencial del pozo, los ancianos jamás habrían hablado, pero supongo que una madre haría lo que fuera por la vida de su hijo o como mujer, por la de su compañero -Traté de levantarme furioso pero las cadenas también estaban sujetas a mi cuello y me impidieron llegar a él.

-No te atrevas a ponerle un dedo encima a mi hijo de nuevo -Amenacé.

-Claro que le pondré las manos encima, será para abrazarlo, para poner una mano sobre su hombro cuando sienta que el mundo sobre sus espaldas pesa demasiado, para ser un mejor padre de lo que fue el mío y esta vez te tenemos aquí para que seas mi mano derecha al cuidar de todos.

- ¿Cómo te atreves a decir que cuidas de ellos con lo que le hiciste a Dick?

-Lo liberé de su tormento, Slade, Barbara, Bruce, no tienes idea del daño que le hicieron, le quité todo eso de encima, su trauma, a penas te fuiste recayó en todo lo malo que te puedas imaginar y Jason...

-Lo se...

-Entonces entiendes que lo que hice fue para aliviar su dolor, no para causarles más.

- ¿Por qué  tanto circo al secuestrar a Terry y al final nos dejaste ir? Parecías sorprendido cuando me viste ¿No lo esperabas realmente o solo estabas actuando?

-El agua del pozo tiene más usos de los que te imaginas, entre ellos, meter a las personas en un trance durante el cual obedecerán cualquier orden que se les de, Dana debía permanecer inconsciente unas horas y después, se encargaría de secuestrarlos a ti y a Julieta, siendo su sobrina favorita, no tenia porque ser una tarea difícil, no consideré que vendrías por tu cuenta antes de ella despertara -Bueno, tal vez el antídoto que le dimos a mi pequeña vampiresa también tuvo algo que ver -Tampoco vi venir que aun tuvieras kriptonita y le hicieras daño a Jon, pero al menos fuiste consistente en una cosa, viniste a rescatar a Jason después de que el Atlante te dijera lo que pensaba hacerle -Sentí mi rostro palidecer - Tranquilo, él no te delató y tampoco fueron los micrófonos, fuiste tu mismo, estaban demasiado limpios para ser ellos, solo tu habrías podido asesorarlos tan bien -Mierda, creí que haberlo conocido tan bien me daba una ventaja, pero me equivoqué, el también me conocía a la perfección y por eso... Perdí.

AnchorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora