¡Rubelangel, Rubelangel!

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-Rubiuh...
-¡Que no Mangel, voy a empeorar esto!- dije sin dejar de mirar la ventanilla.

Mangel no respondió. Creo que no sabía que responder, porque hasta él sabía que yo había causado esto, quiera admitirlo o no.

El camino fue en silencio hasta que llegamos a casa de Mangel. Era el auto de mi madre, así que debía llevarme el auto yo.

Mangel bajó del auto y se quedó en la puerta, como si hubiera cambiado de opinión acerca de entrar.

Bajé del asiento de copiloto para pasarme al de piloto. Y, cuando estaba abriendo la puerta, Mangel me hizo voltear la cara y antes de que siquiera lo notara, me besó.

-Pensé que estabas cabreado..- dije sorprendido.
-No puedo cabrearme contigo, gilipollah.- dijo Mangel sonriendo.
-¿Entonces no me odias?
-Que no, Rubiuh. Te amo.

Solo tuvo que decir eso para que yo lo cogiera de la camiseta, acercándolo a mí y besándolo de nuevo.

-Fue la mejor cita del mundo.- dijo Mangel poniendo su llave en la perilla de la puerta.
-¿Que hizo que sea la mejor?- pregunté apoyado en el auto.
-Que fue contigo.- dijo Mangel sonriendo y entrando a su casa.

Después de escuchar eso, quedé con una sonrisa estúpida en la cara.

Subí al auto, ahora en el asiento de piloto, lo encendí y fui a mi casa.

Después de ir al baño en casa, fui a mi habitación a ponerme pijamas. Entré a mi cama y me quede dormido en un segundo.

~Al día siguiente~

Me levanté y me cambié muy rápido, para ir a la escuela.

Entonces, cuando ya estaba listo, mi madre entró.

-¿Por qué te despiertas tan temprano?- preguntó confundida, estaba vestida para ir al trabajo.
-Porque lamentablemente la escuela empieza temprano.- dije bostezando.
-Ruben, hoy es Sábado.

COÑO, ME VESTÍ PARA NADA.

-Vale.- dije quejándome. Me encanta el hecho de que no tenga que ir a la escuela, pero me levanté temprano sin razón.

Como ya me había despertado y no podía volver a dormir, empecé a jugar WoW en el ordenador. Sí, otra vez.

Pasaron horas y horas hasta que mi móvil sonó, interrumpiendo el momento épico.

Contesté y lo puse en altavoz para jugar mientras escuchaba.

-¿Quién es?- dije aun mirando el ordenador. No había visto quien era el que me había llamado.
-Rachel.- dijo ella. Mierda.
-¿Que pasa Rachel?
-Eh, la próxima semana, el viernes, va a haber una fiesta en mi casa, sabes que es enorme, y van a ir todos los tíos de nuestra edad de nuestra escuela y otras escuelas. ¿Queréis venir?
-¿Queréis? ¿Yo y quien más?
-Tú, Willy, Alex...ellos, tu grupo de amigos. Ya sabes lo que dicen, una fiesta no es una fiesta hasta que llegan Youtubers.
-Nadie dice eso.
-Como sea, pero sabes que la fiesta será la hostia si vosotros vais, todos se volverán locos, ¡Probablemente hasta vais a firmar autógrafos! Vais a ser como los invitados especiales. ¿Vienes?
-Vale, suena bien.- dije sonriendo un poco. -¿A qué hora empieza?
-Empieza como a las 3 de la tarde y termina al día siguiente.- dijo riendo en lo último.
-Vale, te veo ahí.

Colgué el teléfono y dejé de jugar para levantarme de el ordenador y salir.

-Cristina.- dije a mi hermana que estaba usando su móvil en su cama.
-¿Qué quieres?- dijo sin despegar la vista del móvil.
-¿Puedes convencer a mamá de dejarme ir a una fiesta que termina al día siguiente?

Ella es mi hermana menor, por eso siempre logra convencer a mamá de todo.

-¿Por qué lo haría?
-Porque gracias a mi, mamá te dejó hacerte un tatuaje, me lo debes.
-Vale, es cierto, te lo debo.- dijo levantándose, marcando en el móvil el número de mamá.
-Gracias.- le dije y ella me hizo una señal diciendo "de nada".

Volví a mi habitación, esperando que Cristina terminara de hablar con mamá, lo cual terminó muy rápido.

-¡Dice que esta bien!- gritó desde su habitación.
-¡Gracias de nuevo!- grité desde mi habitación.

Ella se parece a mi, pero no es tan alta. Tiene el cabello del mismo color que yo, la piel también. Pero sus ojos son verdes casi grises. Es bastante linda.

-Ruben.- dijo Cristina entrando a mi habitación.
-¿Qué quieres?- dije. Aunque pareciera que estoy molesto, no lo estoy, yo siempre respondo así.
-¿Cómo te fue con Mangel?
-Bien, lo normal.
-No me jodas, cuenta bien.
-Nos perdimos, bla bla bla...nos besamos..- dije bajando la voz en lo ultimo.
-¿En serio? ¡Qué monos! ¿Cómo se llama la pareja? Juntando sus nombres...¡Rubelangel!
-¿Rubelangel?- dije frunciendo el ceño, pero sonriendo un poco. -Suena bien, buena idea.
-¿Vais a decirlo en vuestros canales?
-No lo sé, solo nos hemos besado, creo que es como estar juntos, y me encantaría, pero no lo sé.
-Me la suda. ¡Rubelangel, Rubelangel!- empezó a cantar por toda la casa. No la detuve porque estábamos solos, que más da.

"Yo no creo que estés loco" [Rubelangel] 1• TEMPORADA TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora