『¢αριтυℓσ VIII』

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Jeon Jungkook siempre fue llamativo a los ojos del as demás personas.

Desde pequeño las amigas de su madre lo buscaban solo para apretar sus adorables mejillas. Recuerda las reuniones que su madre y sus tres inseparables seguidoras tenían. Lee Sora, Kang Sunmi y Jeon Tzuyu, esta última era su tía. Las niñas siempre lo seguían, se colgaban de su bracito y eso a él le molestaba.

Desde pequeño le gustaba más que un niño le dijera cosas dulces, no las niñas. La presentación sería hasta los 13 años, pero él desde los 10 pensaba que si llegaba a ser un alfa, se casaría con un omega y le daría muchos mimos, pero si llegaba a ser un omega se casaría con un alfa muy fuerte para que lo protegiera.

Jamás pensó en la opción de llegar a ser un beta. Siempre imagino una adolescencia colorida, imaginaba que su primer amor lo tendría a sus 15, pensaba que tendría novio a los 17 y por último, tendría a su primer cachorro a los 20 años, pero nada de eso sucedió ni estaba sucediendo.

Tuvo una adolescencia llena de pretendientes pero ninguno le llamó la atención, siempre ha recibido rosas, chocolates, peluches, etc. Pero ninguno hizo que su corazón latiera a mil por hora, ninguno hizo que su lobo aullara de felicidad, ninguno ocupó sus pensamientos en las noches, ninguno logró sacarle un suspiro de amor.

Ninguno.

Ahora tenía 21 años, sin novio y sin un cachorro. Jamás se imagino a Park JiMin en sus planes, pero la vida da muchas vueltas y en este momento el lo estaba comprobando. Después de la "pequeña" pelea que hubo en el pasillo, JiMin lo sacó arrastras de allí. Justo en este momento su antebrazo estaba siendo apresado por la fría mano del alfa mientras este caminaba demasiado rápido para el gusto de Jungkook.

—¡Yah! No vaya tan rápido —Exclamó mientras intentaba parar al mayor.

—Cierra la maldita boca, y sígueme. —Soltó con furia el alfa.

Jungkook decidió que no era momento de replicar, el mayor parecía estar verdaderamente enojado, y eso sólo causó que su lobo agachara las orejas. No le gustaba que su lobo fuera sumiso ante JiMin; pero no podía hacer nada contra eso. Las clases habían comenzado hace 5 minutos pero al parecer al alfa que lo estaba arrastrando no le importaba ni en lo más mínimo.

Llegaron al árbol de manzana en el que había estado el día anterior con sus amigos. JiMin lo soltó con algo de brusquedad, que por poco hace caer a Jungkook.

—Hey, cuidado con la mercancía—Reclamó Jungkook molesto.

—No estoy siendo brusco. —Dijo esta vez el alfa.

—Dile eso a mi brazo. —Se quejo el omega observando su antebrazo en donde anteriormente estaba la mano del alfa. Tenía una marca en rojo de la mano de Jungkook.

—No seas llorón. —Gruñó rodando los ojos— Ahora, me debes una.

—¿A qué se refieres? —Preguntó el menor con el ceño fruncido.

—Te salve de esos tres idiotas —Dijo con obviedad— Así que me debes un favor.

—Mm... Esta bien. —Murmuró no muy seguro—Pero... ¿Para qué me trajo aquí?

—Para matarte. —Soltó con tranquilidad.

El omega trago saliva ruidosamente. No Sabía si Jimin estaba bromeando o simplemente decía la verdad; No se quedaría a averiguarlo. Decidió retroceder dos pasos para luego comenzar a correr. No le importaba si tenía que gritar ya que su vida dependía de ello.

Esperaba encontrar a algún profesor mientras subía los escalones que daban a la facultad de derecho, no importaba si se encontraba con algún estudiante. Todos le tenían miedo a Jimin, y nadie se atrevería ayudarlo, a no ser, un maestro.

Escucho como el alfa le seguía los pasos y eso le dio muchísimo miedo porque aunque Jungkook fuera un chico deportista, sus piernas no ayudaban en nada... Uno, dos y tres;al tercero lo había alcanzado.

Muchos pagarían por ver la escena que el alfa y el omega estaban creando. JiMin subió a sus hombros al  omega que para su mayor sorpresa no pesaba casi nada, y no es que JiMin pensara que el omega estaba gordo, no, al contrario, en lo poco que lo había observado se dio cuenta que el menor tenía una cintura estrecha en las cuales sus manos encajaban perfectamente.

Tenía unos muslos para morir de tentación, y ni hablar de su trasero. No era el momento, pero el alfa había comparado el trasero del omega con uno de un patito. Ambos lo tenían parado.

—Park JiMin, bájame en este instante —Gritó el omega mientras le pegaba en la espalda. ¡PAF! El alfa le había dado una palmada a su trasero.

—Respétame, soy tu hyung. —Exigió el mayor.

Jungkook no respondió nada y dejo de ejercer fuerza para que el mayor lo soltara. Estaba demasiado avergonzado. El alfa se había atrevido a pegarle en el trasero, nunca nadie había hecho eso, ¡ni siquiera sus amigos! Llegaron de nuevo al árbol de manzana y hasta ese entonces el alfa lo bajó.

Quería ocultar su sonrojo pero la siguiente acción del alfa lo dejó extremadamente aturdido, añadiéndole nervios, sorpresa, y un sin fin de emociones más. JiMin lo había acorralado y se encontraba con la nariz en el cuello del menor. Sintió muchas cosquillas pero su lobo estaba que saltaba de alegría.

—Madera y tierra mojada. —Exclamó el alfa alejándose con pesar del cuello de Jungkook.

—¿Q-Qué? —Preguntó confundido el menor.

—Tú aroma  —Respondió con obviedad.

—¿Qué pasa con mi aroma? —Volvió a preguntar de nuevo causando qué el mayor rodará los ojos.

—Hueles a madera y tierra mojada. —Respondió— Me agrada.

—¿Está loco? —Soltó el omega— Yo huelo a...

—Madera y tierra mojada —Interrumpió— No hables más, me tienes harto.

Jungkook no sabía si replicarle pues el alfa se veía bastante molesto. Estaba confundido, él le había dicho que olía a madera y tierra mojada pero eso no podía ser, su olor era a galletas, no a madera y tierra mojada.

Era una estupidez ya que los omegas siempre tenían dos olores los cuales eran en su mayoría, dulces. Eso también ponía en que pensar a Jungkook, él solo tenía un olor, todos tenían dos olores pero él, no.

—¿Y entonces? ¿Para que me trajo aquí? —Peguntó.

—Mañana iras a mi casa —Suspiró resignado— Mi madre te quiere conocer...

Jungkoon se quedo estupefacto ante las palabras dichas por el alfa. ¿La madre de Jimin lo quería conocer?, ¿A él? Esto no podía estar pasando. No. No. No y doblemente NO. Tenía miedo. ¿Y si no le caía bien?, ¿Y si la madre de Jimin era una bruja la cual quería hacerlo en sopa y comérselo? No, él no la quería conocer.

—No. —Dijo el peli castaño— Todo esto es una mentira... ¿Porqué le dijo a su madre?

—Yo no se lo dije —Exclamó frustrado— No sé como mierda se entero.

—Pues se disculpa con ella de parte mía, pero no pienso ir —Habló con una seguridad sorprendente.

—Tú comenzaste con toda esta mierda. —Soltó con furia— Así que hazte cargo de las consecuencias. Paso por ti a las cuatro mañana en la tarde.

Y sin más, se fue. Bien hecho, Jeon Jungkook.

Ahora estás más hundido que el titanic ㅡpensó el omegaㅡ ahora tenía que explicarle a su hermano.


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Un Alfa de Mentira «JIKOOK»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora