Un Alfa de Mentira «JIKOOK»

『¢αριтυℓσ XXVII 』

—¿Es en serio? —Rió sin poder creerlo—¿Leche de Fresa?

El Alfa sonrió sin mostrar sus dientes y un poco avergonzado.

—En mi defensa, es culpa de Namjoon.

Jungkook se quedó por unos segundos viendo directamente la cara del alfa, para después decir:
—Me gusta más la leche chocolatada. —Aseguró con una sonrisa que hacía que sus pequeños ojos, formarán medias lunas.

Después de que el alfa invitara a Jungkook a su casa. Habían pasado por el supermercado a comprar chucherías, para así disfrutar más de su pequeña velada. Aunque Jungkook prefería llamarla “Cita”. Comenzaron viendo una película de comedia, la cual se llamaba, “Las locuras de Dick y Jane” protagonizada por el actor americano favorito de Jungkook.

Al principio Jimin se negó, argumentando que eso era una pérdida de tiempo, y que él preferia ver alguna película de terror, porque eran más originales. Pero después de diez minutos discutiendo, y después de muchos pucheros por parte del omega, Jimin se rindió.

Ahora mismo, se encontraban en el pequeño jardín exterior de la casa del alfa. Jungkook al principio se sorprendió mucho por lo cuidado que estaba. A pesar de ser pequeño, tenía muchas flores de tipos diferentes mezcladas entre sí. Al fondo había una pequeña banca de madera que colgaba de un árbol, la cual estaba rodeada de hermosas rosas moradas. Era maravilloso.

El alfa había sacado dos mantas, una para ponerla en el verde pasto y sentarse sobre ella, mientras que la otra manta color azul cielo, era más grande y con ella se cubrían del frío. Pero a  Jungkook no le importaba la manta, puesto que al estar junto al alfa, se sentía demasiado cálido, sólo había aceptado la manta porque eso significaba que al ser solo una, la compartirían y ambos estarían más cerca.

Al principio se habían mantenido en un silencio agradable, viendo las miles de estrellas que brillaban en el negro de la noche. Verdaderamente se sentía como si todo fuese real; como si ellos no estuviesen “fingiendo” quererse, como si fuesen estar juntos para siempre. Y a Jungkook eso le dolía, porque en el fondo, el sabia que sentimientos genuinos comenzaban a florecer en su interior, y cada vez se hacían más fuertes.

Tenía miedo, miedo de enamorarse y ser rechazado, porque él tenía la pequeña certeza de que el alfa junto a él, no lo veía de la misma forma. Ya era demasiado tarde. Había comenzado a querer a ese chico, y no había retorno.

—¿Jungkook? —Pronunció el mayor, mientras chasqueaba sus dedos frente al peliazul.

Jungkook salió de su pequeña ensoñación y confundido volteó a ver a su mayor, este estaba mirándole con preocupación.

—¿Qué sucede? —Fue lo único que dijo. Jimin se alivio cuando el pequeño le contestó.

Hacía tan solo dos minutos, estaban riendo y preguntándose cosas random, para saber más de ellos, pero repentinamente el de labios gruesos, dejó de reír y fue consumido por sus pensamientos.

—¿Qué tienes, cachorro? —Preguntó realmente preocupado.

Tanto que no se dio cuenta de cómo había llamado al omega. Jungkook sintió sus mejillas arder, su timidez alcanzó su punto máximo después de la forma en que el alfa le había llamado. Jimin inmediatamente después de analizar sus palabras dichas, también se sonrojó y se sintió estúpido porque tal vez al omega no le gusta ser llamado así.

El pelinegro carraspeo y se puso rígido en su lugar.

—Y-yo lo si-siento, n-no qui-quise in-incomodarte —
dijo sin poder dejar de tartamudear. Eres un estúpido, Park Jimin. Se recriminó.