Un Alfa de Mentira «JIKOOK»

『¢αριтυℓσ XVIII 』

ㅡUrichi dawe wan di we wan di we wan di kocha chino guan chino guan chino gua tan daㅡel omega Peliazul cantaba con gran entusiasmo mientras recogía los trastos sucios que los últimos clientes habían dejado.

Después de que casi le da un paro cardíaco al escuchar el nombre del extraño Alfa con aroma a azufre, todo volvió a la normalidad después de que él se fuera.

Pará Jungkook fue demasiado confuso, ¿por qué ese hombre le había provocado todas esas feas sensaciones?. El omega no sabía el por qué ese nombre se le hacía familiar.

Desde que el hombre se fue, muchas cosas rondaban por su cabeza y ninguna de esas cosas le daba buena espina. Agarró las dos últimas tazas de la pequeña mesa y se encaminó hacia la cocina. Realmente estaba muy cansado y necesitaba que alguien lo mimara, necesitaba que alguienl e tocase el cabello y le diera suaves masajes en este mientras el tomaba un poco de leche de platano. Sí, eso necesitaba.

ㅡ¿Qué es lo que andas cantando?ㅡpreguntó con burla Jin.

ㅡEs una canción que mamá me cantaba cuando estaba tristeㅡrespondió lleno de nostalgia.

ㅡ¿Y por qué estas triste?ㅡLe miró preocupado. Jin al instante se puso alerta en cuanto vio que el menor suspiró pesadamente. Jungkook siempre estaba feliz, siempre se veía tan lleno de vidaㅡ. ¿Quieres que vayamos a tu casa y veamos a Bambi?

ㅡNo, no te preocupes Hyung ㅡle contestó con una sonrisa sinceraㅡ, es sólo que el recuerdo de mi madre me pone nostálgico, pero no estoy triste.

El omega mayor lo escudriño con la mirada para ver algún rastro de mentira en las palabras y ojos del menor, pero se rindió al ver que sólo le dedicaba una mirada y sonrisa sincera.

ㅡEstá bien, pero igual quiero que vayamos a ver a Bambi ㅡsonrió.

Jungkook solo rió por la actitud del mayor. Seokjin era todo un dilema, casi siempre actuaba como un mayor responsable y con indiferencia ante las personas que querían tenerlo de menos, pero todo cambiaba cuando se encontraba en compañía de sus amigos. Seokjin se volvía la persona más dulce y cursi del mundo.

ㅡNo, siempre terminamos llorandoㅡhizo un puchero.

ㅡEso es lo que quiero.

ㅡ¿Quieres llorar? ¿Por qué?ㅡpreguntó muy confundido.

ㅡPorque así aprovecho para llorar por otras cosas y si me preguntas puedo decir que es por la películaㅡ admitió sin ningún tipo de vergüenza.

El menor le miró divertido y negó con la cabeza. Su hyung jamás cambiaría y eso estaba bien, porque a Jungkook le encantaba la actitud del mayor. El chico recuerda que una vez Jin lloró por toda una semana sólo porque había perdido su gorra de Mario Bros e incluso anduvo buscándola por casi diez horas por todo el centro comercial, pero jamás la encontró.

ㅡCambiando de tema... ¿Qué ha pasado con Jimin?

La sonrisa de Jungkook desapareció y en su lugar apareció una mueca. El omega quería disculparse con el alfa pero simplemente tenía miedo de que este le rechazará y lo mandara a freír frijoles.

ㅡNo lo he visto desde hace una semana ㅡadmitió.

ㅡ¿Por qué?

ㅡNo he tenido el valor suficiente para acercarme a él ㅡsuspiro.ㅡAdemás creo que la “Relación” que teníamos ya se dio por terminada.

ㅡNo duraron ni un mesㅡse burló el mayor, pero calló cuando vio la mirada de advertencia que el menor le dedico.

ㅡMe comenzaba a caer bien ㅡhizo un puchero.

ㅡ¿Comenzaba a caerte bien? ㅡRepitió con burlaㅡ. Ni siquiera pasaron mas de una hora juntos a excepción de tu celo, pero eso no cuenta porque no estabas con tu sentido común cuerdo.

ㅡPero, pero... Es que Jimin tiene algo que me intriga mucho ㅡPuchereo.

ㅡ¿A que te refieres?

ㅡNo lo sé, me gusta mucho cuando se pone en plan chico rudoㅡconfesó mientras imaginaba al alfa en una moto con un outfit negroㅡ. Pero algo me dice que él no es quien dice ser realmente.

ㅡJungkook... ¿Te gusta Jimin? ㅡpreguntó con una mueca.

ㅡ¿Qué? Claro que no, tú mismo dices que ni siquiera hemos platicado seriamente ㅡse excuso.

ㅡHaré cómo que te creo ㅡle miro con el ceño fruncido.

El omega mayor decidió culminar con la platica que estaban teniendo al ver que el menor comenzaba a fruncir su ceño, eso no era una buena señal. Se dio la vuelta y decidióque era mejor terminar de arreglar su lugar de trabajo.

Jungkook se quedó muy pensativo después de las palabras del mayor, en cierto modo, Jin tenía mucha razón y eso al Peliazul le molestaba porque el quería descubrir todo de Park Jimin y también le frustraba el hecho de querer eso.

¿Realmente le gustaba Park Jimin?

¿Eso no era posible?

¿Verdad?

Lo pensó un poco más y terminó decidiendo darle una visita al alfa. Debía de pedir disculpas y también aprovecharía para pasar un rato con Jimin aunque no estaba seguro de si este quisiera lo mismo. Pero no perdía nada con intentarlo.

ㅡ¿En qué piensas tanto?ㅡle sacó de sus pensamientos Hoseok.

ㅡ¿Crees que a una persona le puede gustar otra persona sin siquiera haber interactuado mucho? ㅡ
Preguntó.

ㅡ¿Algo así como amor a primera vista? ㅡPreguntó confundido por la pregunta del menor.

ㅡ“Amor” es una palabra muy fuerte...

ㅡEntonces... ¿Atracción?

ㅡEso se escucha mejor ㅡrespondió cohibido.

ㅡPues deberías de preguntarle a alguien más, porque la verdad es que yo no sé nada de esoㅡ añadió avergonzado.

Jungkook rodó los ojos y decidió que lo mejor era dejar de vacilar tanto, era mejor darse cuenta por el mismo. El omega le dio una mirada tranquilizadora al alfa y después de decirle que no se preocupara, que sólo estaba diciendo tonterías, decidió que era hora de emprender camino hacia la casa del alfa.

Se despidió de sus mejores amigos y salió como alma que lleva el diablo con rumbo hacia la casa de ese alfa que se ha metido en su cabeza últimamente. Sólo esperaba que el alfa no lo sacara a patadas de su casa. Se subió a su auto con las manos temblorosas de tan sólo pensar con que cara vería a Jimin después de lo ocurrido.

La verdad era que no estaba muy seguro de cómo debía de pedirle disculpas al mayor, porque estaba seguro de que en cuanto el alfa le viera lo primero que haría sería colgarlo del techo.

Jungkook iba tan fundido en sus pensamientos que por poco y se pasa un alto, pero logro frenar a tiempo. Suspiró al ver que gotas pesadas de lluvia comenzaban a caer furiosamente sobre los vidrios de su auto.

Con pereza puso a los parabrisas a trabajar. “Genial” pensó el chico al ver el clima. Jungkook odiaba los días lluviosos, él prefería los días soleados y llenos de color. Luego de 10 minutos ya se encontraba parqueado frente a la pequeña casa de Jimin.

Comenzó a sudar de los nervios.

No sabía si era algo bueno lo que estaba a punto de hacer, pero tampoco quería ser un cobarde y quedarse con la incertidumbre sobre la reacción del alfa. Con todo su pesar salió del auto, poniéndole el seguro por si las dudas. Camino hacia la puerta negra que se encontraba frente a él y con manos temblorosas tocó el timbre.

Ya no había vuelta atrás.

Escucho cómo la puerta frente a él se abría y los ojos que lo miraban estaban llenos de sorpresa y emoción.

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