Un Alfa de Mentira «JIKOOK»

『¢αριтυℓσ XXXII』

—Namjoon... ¿Te encuentras bien? —Preguntó el alfa mayor.

El nombrado asintió poco convencido.

—Es sólo que lo que nos cuenta Jungkook es algo... Algo fuerte.

—Un poco, pero conocemos muy bien a Hobi,y sabemos que nunca haría algo para lastimar a Yoongi. —Suspiró— Siempre ha estado enamorado de él.

Namjoon asintió.

—¿Sabes que eso afectará a tu amigo, no?

—¿A que te refieres? —Jungkook estaba confundido.

—En la universidad no aceptan a omegas embarazados —Explicó el Alfa—. No podrá seguir.

—Entonces yo también quisiera estar embarazado. —
Murmuró Namjoon mientras se recostaba más en el sofá.

—Entonces ve a buscar a algún alfa. —Dijo con burla.

Jungkook rió ante las ocurrencias de esos dos.

Dos días habían pasado desde que estuvieron en todo momento con Yoongi, y gracias a la madre luna, su amigo estaba mejorando poco a poco aunque todavía estaba algo débil.

Jungkook no quería ser dramático, pero en el fondo algo le decía que el estado de su amigo no era sólo por todas las barbaridades de sus madres le habían dicho. Había algo más, él lo presentía.

—Tal vez tú puedas hacerme un hijo, Jimin oppa —
Namjoon habló con una voz exageradamente dulce, acompañada de un adorable aegyo.

Jungkook rió fuertemente al ver la cara de asco que puso Jimin ante las palabras de su primo.

—No digas estupideces, Joon. —Gruñó. Namjoon sonrió ampliamente.

—Ah, claro, es que tú prefieres a Jungkookie, ¿no? —Dramáticamente, puso su mano derecha en su pecho y comenzó a sollozar— No me quieres porque estas terriblemente cegado por un chico que parece un bebé, pero te advierto algo Park Jimin, ese chico, es el diablo mismo.

Se fue, se fue corriendo mientras decía infinidades de incoherencias. Dejando a un Jimin asqueado y a un Jungkook rojo de la risa.

—Amo a ese chico. —Dijo Jungkook.

—¿Ah si? —Alzó una ceja.

—Sí, es muy divertido.

—Yo también soy muy divertido —bufó.

Jungkook lo miró por un momento, para después soltar otra sonora carcajada.

—Ese si es un buen chiste —Limpió una lágrima que había salido a causa de la risa.

—¿No crees que sea divertido? —frunció el ceño indignado.

—Bueno...

—¿Quieres retarme?

—No, yo...

Jungkook no terminó de hablar. De repente sintió un peso encima de él.

—Tal vez no sea bueno con los chistes o lo que sea que haya hecho Namjoon hace un momento, pero mi especialidad es hacer cosquillas. —Dijo con orgullo.

—No te atrevas, Park Jimin. —Advirtió cuando vio que Jimin comenzó a tocar su cintura.

Jimin ignoró completamente al omega. Se acomodó un poco más arriba del contrario, y sin nada más, comenzó a mover sus manos sobre las costillas del menor. Todo atrevimiento valió la pena, al escuchar las dulces carcajadas que el omega le estaba dedicando.