⚠️últimos capítulos ⚠️
Narra Will...
Los actos que sucedieron a continuación de que mi carta fuera enviada podría considerarlos confusos e imaginarios, en este momento no había una realidad certera, solo había dolor físico, cansancio y malestar.
Tomaron mis cartas, todas las que había escrito al pasar de los meses sin yo pedirlo... lo agradecía y lo maldecía; no había terminado de salir el hombre que se las llevó cuando otros 3 entraron para desamarrarme y arrastrarme de nuevo al campo de fusilamiento.
—Lo grabaremos, Capitaaan— se burló de mi rango el líder y me escupió, veía la cámara con la que grabarían, no podía permitirlo, el video podría llegar a Amelia, ella jamás debía saber cómo morí.
—No lo haga— rogué
—¿Disculpe?— me confrontó levantando mi rostro con desdén
—Por favor no lo haga—Supliqué de nuevo como un cobarde. Mi corazón dolía, mi cuerpo dolía, todo estaba confuso y borroso.
—Háganlo— Ordenó y al rededor de 10 soldados afganos se pusieron en línea para fusilarme mientras otro grababa todo el procedimiento, mi rostro, mi dolor... y aquí es donde todo se volvió confuso.
Escuché disparos y sentí dolor, eso era seguro... pero... los disparos no se detuvieron, había hombres cayendo por doquier mientras el polvo de levantaba cortando mi respiración, podía sentir dos heridas sumamente dolorosas, aunque... si las sentía era por qué aún no estaba muerto y eso me reconfortaba. Se escuchaban voces en un idioma conocido más inteligible para mi, ya no estaban solo los del ejército de Afganistán, había llegado alguien más... alguien les había emboscado y con ellos, a mi.
—Syuda!— gritó uno, rusos—. Eto amerikanets— gritó otro acercándose a mi, no sabía en este momento si eran aliados o enemigos pero debía encontrar fuerzas para intentarlo, hablarles, volver a Amelia, mientras más afganos caían a mi alrededor. A la lejanía podía ver a aquella chica que en su momento me había ayudado, quien, molesta por mi rechazo se alejó, la tenían custodiada y sentí lástima... algo que no duró mucho ya que mi propio dolor la sobrepasó.
—Ayúdeme— rogué levantando la mirada— por favor— dije antes de que el soldado ruso se alejara de mi por completo.
—Estás muerto— comentó antes de sonreír con burla y alejarse, solo para ser detenido por otro soldado.
—Desátalo y llévalo con los de enfermería— ordenó con voz firme.
—Pero señor— intentó excusarse el primer soldado.
—Ahora Záitsev, o será usted quien cuelgue de un poste— y con esas últimas palabras... se alejó y me dejé ir en un abismo negro que cubrió mi mirada... tal vez si había muerto, corrección... estaba muerto.
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Narra Amelia
—Me salí de la casa... conseguí un departamento— le decía a Julio por teléfono; mi mejor amigo tenía media hora gritándome y preguntándome con poca educación porque no había ido a su departamento de inmediato cuando me enteré de mi "desalojo"—. Ammm... dejé todo en una bodega el departamento está amueblado, es parte de la universidad así que... —ni siquiera me dejaba terminar de hablar.
—Bebé... Dios, Mia— podía sentir su frustración y es que la verdad, yo me sentía igual.
—¿Te hablo luego? Albert está a punto de llegar —. No tenía muchas ganas de verlo, pero ya había quedado con él y ahora que tenía un departamento... más o menos lo había invitado a quedarse.
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La promesa
RomanceLa guerra ha enviado a tantos soldados como puede a Afganistán, Pakistán e Israel, tierras de nadie, dañadas por la búsqueda de poder y el odio. En un ataque armado Will y Max, mejores amigos deben salir y enfrentar a la muerte una última vez. Un...