Hoy recibí la primer carta de Will y hace dos meses que se fue...
Sabía que no recibiría una carta diaria, estaba segura de eso, pero... recibir sólo una a dos meses de haberse ido me causaba un malestar en el estómago.
—¿Crees que te haya escrito más y se hayan perdido?— preguntó el doctor Ferguson... bueno Albert...
—No he pensado en eso— mentí, la verdad era que quería pensar que todo se le había perdido, que se habían incendiado, que se lo habían robado, que el cartero se había equivocado de casa, cualquier cosa a pensar que él por gusto no se había acordado de mí, lo mismo qué pasó por años con papá, lo mismo qué pasó por años con Max.
Deja de pensar en eso Mia, aleja esos pensamientos de ti...
Albert, acababa de pedir vacaciones en el hospital y le dieron dos semanas, desde el día de ayer había estado platicando con él, era extraño, pero me alegraba tener un amigo cerca en estos momentos que me sentía tan sola; había hablado constantemente con Julio, pero una llamada no curaba del todo mi corazón roto.
—Tal vez está ocupado— dijo tomando una cerveza que le había dado.
—No quiero hablar de Will— contesté recogiendo el plato ahora sin papas fritas que nos habíamos terminado.
—Oh— formuló en un susurro y lo logré ver sonreír de lado. Will había estado celoso del doctor las pocas veces que llegó a verlo cerca de mi y yo jamás lo pensé mucho pues ni tenía un contacto cercano a él, pero estos dos días que había pasado conmigo, sus atenciones no habían pasado desapercibidas, temí por mi, por mi salud mental y por el hecho de que mi corazón doliera tanto que tener a Albert cerca fuera como un consuelo... un consuelo físico... estaba aterrada de pensarlo.
¡Deja de pensar en serle infiel! Me gritaba el subconsciente... y sabía que tenía toda la razón al hacerlo, yo no quería ni siquiera pensarlo, pero había una parte de mi que creía que jamás volvería a verlo, qué tal vez todos estos 9 meses habían sido un sueño, que despertaría en cualquier momento.
—¡Mia!— la voz cantora de Sandy a través de la ventana me hizo voltear, la escena que ella veía no me era conveniente para mi, Albert y yo estábamos muy cerca en la mesa, bebiendo cerveza.
—Sandy— respondí abriendo un poco la puerta y ella entró sin ser invitada. Mierda.
—Doctor Ferguson, un gusto verlo aquí— su sonrisa fingida y malintencionada me decía que nada bueno vendría de eso.
—Señorita— asintió con la cabeza y se levantó de la mesa.
—Oh no, no, pero no se vaya, no quiero interrumpir— ya lo había hecho, me guiñó un ojo—. Mia, que bien acompañada que estás— sonrió maliciosa de nuevo— quiero saber dónde está Will— preguntó y mi rostro debió ser un poema.
—Volvió a la base— respondí no queriendo hablar del tema y menos decirle dónde estaba mi novio.
—Okay te diré porqué — chilló emocionada jalando mi brazo para que ambas cayéramos en las sillas de mi comedor—. Todo indica que Katie Hudson ¡está embarazada!—, gritó y el mundo se me desmoronó adivinando a qué venía todo esto—. Asegura que Will es el padre—. Finalizó tomando mis manos, Sandy sabía que Will era mi novio, no era un secreto para nadie en el pueblo... era imposible que el bebé fuera de Will ¿o no?
—Eso no puede ser— dije apenas en un susurro.
—Lo es, querida— se levantó de la mesa luego de hacer su maldad del día y camino hacia la puerta de nuevo. Quería vomitar, ¿por qué siempre tenía que haber bebés en el medio?—¿Doctor, le importaría revisarla? Sé que está de vacaciones pero...
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La promesa
RomanceLa guerra ha enviado a tantos soldados como puede a Afganistán, Pakistán e Israel, tierras de nadie, dañadas por la búsqueda de poder y el odio. En un ataque armado Will y Max, mejores amigos deben salir y enfrentar a la muerte una última vez. Un...