De vuelta: Amelia

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Hoy tengo una cita... una cita luego de dos años... sin contar a Albert, ¿por qué siempre debo de mencionar a Albert?

Porque te sientes culpable

Gritó mi subconsciente, pero era tarde, había aceptado salir con Thomas, estaba feliz, no lo conocía en realidad pero él había estado tras de mi desde hacía bastante tiempo ya y yo necesitaba un cambio.

—Wow, wow, wow, ¿a dónde vamos?— pregunto Diana llegando a mi departamento. Mi vestimenta consistía en un pantalón de mezclilla Skinny, a la cintura, botines cafés y un crop top blanco con manguitas bombachas que me encantaba, el collar de Will colgaba brillante en mi cuello, hoy parecía brillar más que otros días. Guarde el collar dentro de mi blusa para que el dije no se viera y mire a mi amiga.

—Estoy tan nerviosa, tengo una cita— le anuncié con una sonrisa sincera, llena de emoción.

—¿Una cita? ¿Con quién?— su mirada era de desconfianza, ella y Julio habían estado raros desde Año Nuevo, sobre todo Julio a quien no había visto ni llamado en algunos días y si le llamaba él no contestaba.

—Thomas, un chico de la universidad, no lo conoces—, dispersé el pensamiento con mi mano.

—¿Haz hablado con Julio?— cambió el tema—, le robaron el celular hace unos días—, me informó, ¿como era que ella sabía esta información y yo no.

—¿Qué?— pregunté angustiada.

—Está bien, sólo el susto— se sentó en mi cama.

—¿Cómo sabes todo esto?— me sentía una pésima amiga y la verdad lo estaba siendo... ¿por qué no le llame a Wyatt cuando no recibí respuesta de Julio?

—Fui a su departamento—, sonrió—, haz estado bastante ausente los últimos días.

—Dios mío, debería llamarlo— dijo tomando mi celular.

—Julio está bien, Mia, ahora... hagamos algo con ese cabello tuyo—, sonrió y sonreí sacando de mi mente la angustia, tal vez no estaba cambiando para bien.

—Déjame lo llamo—, parpadeé varias veces intentando acomodar mis ideas.

—Bien, yo te ayudaré con esto— se rio en voz alta tomando mi cabello y sale seguí el juego marcando el número de Wyatt.

—¿Sí hola?— escuché la masculina voz del esposo de mi mejor amigo al otro lado de la línea.

—Hola Wy... ¿está Julio? Acabo de enterarme lo de su celular— expliqué mi ineptitud.

—¡Mía! Que gusto, Julio va directo a tu departamento, no creo que tarde, debe decirte algo— pude sentir que la emoción lo embargaba pero no entendía el por qué.

—Muy bien... lo esperaré—, mentí, si no llegaba en los próximos 15 minutos sería demasiado tarde... o llegaría tarde a mi cita.

—Avísame cuando llegue por favor, iremos a comprarle un celular más tarde, pero por ahora no tengo contacto— asentí estúpidamente sin notar que el no podía verme.

—Es decir... sí... yo te aviso— me sentía un poco abrumada por lo que fuera que Julio viniera a decirme... colgué la llamada y miré a Diana—. Julio viene para acá—, informé.

—Lo note algo extraño cuando lo vi, pero no quiso decirme nada... ¿a que hora es tu cita?— pregunto y miré alarmada el reloj.

—Debo salir de aquí en 10 minutos o no llegaré...— me estremecí, de verdad quería salir con Thomas.

15 minutos después y Julio no llegaba, estaba caminando de un lado a otro dándome por vencida, Diana me decía que me calmara y yo optaba por no escucharla, giré con rapidez a la puerta cuando la escuché abrir.

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