¿Delacour? // Harry Potter & Tú

Navidad

El invierno es mi estación favorita del año, siempre lo ha sido, seguro por eso Navidad y Año Nuevo eran mis días festivos favoritos. Esta sería mi primera Navidad fuera y se sentía algo extraño.

Fleur había venido a decir "Feliz Navidad" hace un rato, y aproveché para darle mi regalo en persona, se fue y después me entretuve abriendo mis regalos, seguía en pijama y ahora había envolturas de regalo y dulces destrozadas al rededor de mi cama. El tiempo se me fue jugando con mi nueva jirafa de peluche, regalo de Jake, tal como una niña pequeña y estaba divirtiéndome a tal punto que preferí desayunar parte de los dulces que me habían regalado en lugar de ir al desayuno.

Miro el reloj de la habitación y sé que el almuerzo está apunto de acabar.

Mierda. Me levanto de la cama más rápido de lo que habría querido, me mareo y casi choco con la lámpara del buró. Me arreglo lo más rápido que puedo, me pongo mi abrigo y corro fuera del carruaje hacia el Gran Comedor. La increíble cantidad de nieve que cubre los terrenos del castillo me tienta a quedarme jugando ahí por horas, pero el hambre gana y ya me he perdido el desayuno así que ¡obvio no pienso quedarme sin almorzar en Navidad!

No me percato de que alguien también corre hacia el comedor y cuando los dos vamos llegando, no podemos aminorar nuestra velocidad y terminamos chocando. En el momento siguiente, los dos estamos tirados en el suelo frente a la entrada del lugar.

— ¡OYE! —ambos gritamos al mismo tiempo y siento varias miradas posarse en nosotros.

Nos miramos y no podemos evitar estallar en carcajadas.

— Casi me matas, idiota —le reclamo con enojo fingido.

— ¿Disculpa? —Jake se hace el ofendido mientras se levanta— Tú también venías corriendo.

— Si, si, ahora ayúdame a pararme—alzo mis brazos hacia el y toma mis manos para luego impulsarme hacia arriba.

Sacudo mi ropa con mis manos y giro feliz hacia él de nuevo.

— Bueno, pues feliz Navidad, jirafo.

— Feliz Navidad a ti también, pulguita.

Extiendo mis brazos, lo abrazo y hace lo mismo.

— Sí te extrañé, mensa.

— Ay, cuanto amor —contesto de manera sarcástica— Yo a ti, baboso.

Después del almuerzo, nos dirigimos afuera del castillo y es como si los pequeños ___ y Jake de hace algunos se apoderaran de nosotros. Saltamos y brincamos por todos lados, incluso cantamos villancicos y bailamos de manera ridícula a propósito. Jake decide hacer un muñeco de nieve mientras yo agarro un montón de nieve y la lanzo hacia arriba para simular que nieva una y otra vez. Como siempre, no cuido mis pasos y termino cayendo sobre el muñeco de nieve apenas acabado del castaño, me levanto y empiezo a correr para que Jake no me mate.

Luego, veo a Fleur caminar hacia el carruaje y me escondo detrás de ella.

— ¡Fleur! ¡____ aplastó mi muñeco de nieve! —me acusa Jake como si tuviera cinco años.

— ¡Fue sin querer!

Mi hermana rueda los ojos pero igual se ríe y nos ayuda a hacer otro muñeco de nieve.

— Este no lo aplastes, ¿si, ____? —se burla el castaño y yo le saco la lengua en respuesta.

Fleur nos acompaña un rato más.

— No hagan nada estupido —nos dice antes de irse al carruaje. 

— ¿Algo estupido? —cuestiona el castaño.