Justo antes de doblar la esquina, una de las voces que había extrañado desde el sábado me hace parar en seco y mis dedos dejan caer mi taza de café a medio tomar, se oye el golpe de esta con el suelo, rompiéndose en pedazos y salpicando mis calcetas.
— Mierda —murmuro.
Lo oigo soltar una risa suave y no me queda de otra que voltear hacia él.
— Potter.
Cuánto había pasado desde la ultima vez en que le dirigí la palabra, se sintió como una eternidad.
— Mira, yo t... —empieza a hablar, llegando frente a mí.
— Tu acabas de hacerme tirar mi café... y la taza.
Ríe una vez más, sin embargo hay algo en su risa y lo noto porque yo también lo siento: nervios.
— Yo... bueno, primero, Reparo —pronuncia, apuntando con su varita a los pedazos regados en el suelo.
El encantamiento reúne las piezas y las junta nuevamente en su lugar, resultando en la misma taza como si nunca se hubiera caído. Ambos nos agachamos y estiramos el brazo con la intención de recogerla, tomándola al mismo tiempo.
Su mano con la mía, luego sus ojos en los míos con la misma expresión de sorpresa y un tierno sonrojo en sus mejillas que seguro yo también tengo, ¿lo sintió también? Escalofríos, descargas, mi corazón amenaza con detenerse si es que no lo ha hecho ya como siempre pasa cuando estoy cerca de él. Mierda.
Ni se te ocurra soltarme, pero yo soy la baja la mirada y aleja la mano primero. Tengo que hablar con Cedric, arreglarlo todo antes de hacer algo estúpido de nuevo.
— Yo... —las palabras no me salen, tomo la taza lo más rápido que puedo, casi arrebatándosela— en serio tengo que irme —empiezo a dar torpes y apresurados pasos lejos de él.
— No, escúchame... te... —estira su mano intentando agarrar la mía inútilmente.
— De verdad, necesito hacer algo ahora, hablamos después, yo te busco, lo juro.
Antes de siquiera dejarlo responder, me doy la vuelta y corro retomando mi dirección a la sala común de los tejones. Tampoco sé si Cedric está ahí, pero no pierdo nada más que tiempo de clase intentando.
Doblo la última esquina y bajo escaleras para ver a un castaño desaliñado salir de su sala común. Me extraña, su pelo siempre peinado y su uniforme bien acomodado han sido remplazados por un almohadazo y una túnica arrugada con corbata mal puesta.
— ¡Tú! —llamó su atención mientras camino hasta quedar frente a él, alza la vista hacia mí y yo la bajo al suelo, ambos evitando el contacto visual.
— Hola de nuevo.
— Hola...
No responde y un silencio tormentoso llena esta parte del castillo. Uno, pienso; dos, respiro y tres...
— Tenemos que hablar —me aventuro a decir, obligándome a alzar la cabeza.
— Sobre... eso.
— Si, eso.
— ¿Crees que arruinamos la amistad? —pregunta llevando una de sus manos a la parte de atrás de su cuello y bajando la vista.
Su elección de palabras me divierte, aunque no lo suficiente para aliviar la tensión, no quiero dar un mal paso o decir alguna tontería que me haga perder a mi amigo, no puedo.
— Yo... —intento pensar mis palabras, pero eso nunca se me ha dado así que suelto todo divagando, dudando, intentando no darle tantas vueltas— No lo sé, porque en serio espero que no, el beso fue... increíble, pero ambos estábamos confundidos y creo que es obvio que a mí me gusta Potter y tú estás con Cho, y, no sé si sepas pero, eres muy importante para mí, demasiado, aunque no de esa manera y odiaría perder a uno de mis mejores amigos por algo así, tú...
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¿Delacour? // Harry Potter & Tú
Fanfiction____ Delacour lleva una vida considerablemente tranquila y feliz al lado de sus padres y hermanas, sin olvidar a su mejor amiga Arianne. Pronto, el Torneo de los Tres Magos dará inicio y ____ tendrá que visitar el Colegio Hogwarts de Magia y Hechice...