Jake

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Alrededor de las ocho, Fleur fue por mi para ir a la cena. Estaba emocionada en cierta parte, sería la primera vez que vería el interior del castillo. Entramos por la grande puerta de madera y se sintió como el aire estaba más calientito. Fleur me guió hacia lo que era el Gran Comedor, donde se llevaban a cabo las comidas y dónde a veces el director daba anuncios.

Había cuatro largas mesas en el comedor, los alumnos de Hogwarts se acomodaban en ellas, pude notar que sus túnicas tenían detalles de diferentes colores: verde, azul, amarillo y rojo. Y según el color se sentaban en la mesa. Debí tener una cara de confusión muy evidente porque Fleur no tardó en explicarme:

- Son las casas, los alumnos se dividen en ellas. Slytherin son los verdes, Ravenclaw los azules, amarillos son de Hufflepuff y Gryffindor es rojo.

- ¿Por qué hacen eso? - pregunté.

- Si leyeras un poco...

- Me conoces, solo leo lo que me interesa - dije - Oye. ¿Dónde nos toca a nosotros? Sólo son cuatro mesas y aún faltan los de Durmstrang.

- Nos sentamos con los de Ravenclaw.

Los de Durmstrang se sentaron con los de Slytherin. Seguimos caminando y noté como la mayoría de las miradas se posaban en nosotras, más bien dicho en Fleur, pero como yo iba con ella, también me veían a mí.

- ¿No te incomoda que te vean? - le susurré a Fleur.

- No me miran a mí, es a ti. ¿Por qué me verían? Ya se acostumbraron a mi presencia, a la tuya no.

- Si, claro.

Nos sentamos a cenar y tengo que decir que la comida era deliciosa. Conversábamos con algunas personas de nuestra mesa y era divertido, pero extrañaba a mis amigos de Bauxbatons.

Mi asiento quedaba de manera en que podía ver a los de rojo y amarillo. De repente, divisé una cabellera color castaño claro muy conocida, era un chico, observé sus facciones. ¿Lo había visto antes?

- ¿Qué miras, eh? - escuché que me decía mi hermana.

Me sobresalté y desvié mi mirada del chico.

- Se me hace conocido - le dije bajito.

- Ve a hablarle, mira , creo que tienen un poco de bouillabaise, di que quieres un poco.

Dudé un momento.

- Iré en el postre.

Gracias a Merlín, distinguí en su mesa un postre que nosotros no teníamos. Me paré y camine hacia la mesa roja, frente al chico castaño, que se encontraba ahora tomando un éclair.

- Bonjour - dije y noté como algunos se me quedaban viendo raro - Oh, lo siento, sólo vine por un éclair, en mi mesa no hay.

- Claro, no hay problema - dijo el chico.

Vaya, la voz también sonaba conocida

Tomé el postre y alcé mi mirada. Iba a dar las gracias y me encontré con la mirada del chico, que parecía estar evaluando mi rostro. Luego recordé.

- ¡Jake! - exclamé, el me miró confundido para luego abrir sus ojos sorprendido.

- ¿____? - asentí - Con razón me parecías familiar.

- Hogwarts, ¿eh? No sabía que eras mago.

- Yo tampoco. Creciste, pero no lo suficiente como para alcanzarme. Sigues siendo una pulga.

Reímos.

- Si, tu sigues siendo el mismo jirafo al que le gané en una carrera.

- ¿Ah, si? Yo te gané en basquetbol.

Jake y yo nos conocimos en un campamento muggle cuando éramos pequeños como de diez años. El fue quien me enseñó un poco de basquetbol. Luego su familia se mudó a Londres y no nos volvimos a ver hasta ahora.

- ¡Estaba aprendiendo! - me defendí.

- Pues yo igual estaba aprendiendo a patinar cuando me ganaste.

Ambos nos fulminamos con la mirada por unos segundos incomodos segundos para los demás en la mesa. Luego estallamos en carcajadas. Los demás en la mesa miraban confundidos e incluso creí ver algunas chicas lanzándome miradas furiosas, pero no le di importancia.

- Te extrañé, pulga - habló Jake cuando acabamos de reír.

- Y yo a ti, jirafo. Tenemos mucho de que hablar, pero tengo que regresar con Fleur.

- Tienes razón. Algún día podrías sentarte con nosotros si quieres.

Nos despedimos y regresé a mi mesa más animada.

- ¿Con que Jake, eh? - me dijo Fleur pícara - Es de los más guapos de aquí, ¿sabes?

Rodé los ojos. La verdad, Fleur tenía razón, mi amigo ya no se veía cómo el niño de 10 años con el que jugaba en el parque, había crecido y cambiado, igual que yo.

- Sabes que es mi amigo nada más. No lo veía desde hace años.

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- ¿Quién es tu amiga, Jake? - preguntó alzando las cejas uno de los dos pelirrojos sentados cerca del castaño, una vez que la rubia regresó a su mesa.

- Una amiga de la infancia, nada más - explicó el castaño sin darle mucha importancia.

Su mente estaba recordando los tiempos en que su familia vivía en Francia y pasaba gran parte del día jugando con la rubia, compitiendo y hasta peleando entre ellos. Sonrió al recordar el día en que se les ocurrió hacer galletas y la cocina terminó en completo desastre, con masa por todos lados y con ambos echándose la culpa el uno al otro, provocando las risas de sus madres.

- Si, claro - murmuró el otro pelirrojo.

- ¿Creen que sea hermana de Fleur? - preguntó otro pelirrojo más allá en la mesa.

- Es obvio que es su hermana, sólo mírala cómo camina igual que ella, además de seguro está aquí porque Fleur fue elegida campeona - le contestó la chica castaña sentada en frente algo irritada - Imagínense cómo va a ser tener dos Fleurs.

- No creo que sea tan malo, ¿tu qué piensas, Harry?

Un chico de gafas y pelo azabache incontrolable luchaba por despegar su vista de la mesa de Ravenclaw, donde la rubia ,que ahora entablaba conversación con una pelinegra de rasgos asiáticos, lo había descubierto mirando hacia allá, específicamente, a Cho Chang. Rápidamente, dirigió su vista a sus dos amigos.

- ¿Qué? - preguntó confundido al no haber prestado atención a lo que sus amigos decían.

- Olvídalo, tu sigue viendo a Cho Chang.

¿Delacour? // Harry Potter & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora