¿Delacour? // Harry Potter & Tú

Invitaciones

No me había equivocado, durante los siguientes días se escuchaban los gritos y exclamaciones de los chicos y chicas cuando los invitaban al baile. Incluso ayudé a algunos amigos a preparar algo bonito para las chicas a quienes querían invitar, me sentí Cupido. Y no me sorprendió cuando varios chicos se me acercaban a pedir ayuda para invitar a Fleur, claramente les dije que no, y no sólo porque no quisiera, sino porque Fleur ya tenía pareja, la invitó un chico de Ravenclaw, ni siquiera me aprendí su nombre.

Yo no estaba tan emocionada, seguro terminaría yendo sola y no me importaba, pero, como la mayoría de las chicas, tenía la ligera esperanza de que alguien me invitara, el problema es que no sabia con quien exactamente me gustaría ir.

Las clases se habían convertido en un descanso de todos esos gritos y emoción. Justo ahora me tocaba clase de encantamientos con la casa de Ravenclaw y la mayoría de mis amigas ya tenían pareja y no podían hablar de otra cosa.

- ¿Aún no te han invitado al baile, ___? - me preguntó mi amiga pelinegra.

- Aún no, ¿y a ti?

Cho negó con la cabeza y una expresión de extrañeza atravesó mi rostro. Cho era bonita, seguro tendría a algunos chicos detrás de ella, pero que raro que ninguno se había asomado para invitarla.

- ¿En serio? Creí que ya te habría invitado Potter... - luego recordé - Oh no, su novia.

- No lo sé, igual no estoy segura de que Harry sea mi primera opción, hay alguien... a veces me lo topo en los pasillos... - comenzó a decir y una sonrisita se asomó en su rostro.

- ¿Quién? Dime, dime,- le rogué, estaba emocionada.

- Adivina.

- Eso no se vale.-me quejé.

- Adivina.

- Al menos dime su casa.

- Hufflepuff.

- ¿Es guapo?

Se rió de mi pregunta y asiente.

- ¿Es el guapísimo Cedric Diggory? - le pregunte alzando mis cejas.

Cedric también tenía a un par de chicas atrás de él, solo un par, no muchas la verdad, topen mi sarcasmo. Pero sin duda si estaba guapo, que bien que solo era mi amigo porque sino yo estaría ahí atrás también.

Abrió los ojos sorprendida y exclamó divertida:
- ¡Eres una bruja!

- Lo sé, querida, lo sé. Tú igual eres una.

(...)

Al terminar las clases busque a Cedric por todos lados, tenía un plan y quería ayudar a mi amiga.

- ¡Cedric! - grité al castaño cuando lo encontré hablando con sus amigos en los terrenos del castillo.

Le hice señas para que se acercara.

- ¿Qué pasó?

- ¿Ya invitaste a alguien al baile?

Mi pregunta lo tomó por sorpresa pero aún así sonríe.

- ¿Vienes a invitarme, Delacour?

- ¿Qué? ¡No! - a ambos nos da risa su pregunta.

- He estado más preocupado por lo del huevo que no he invitado a nadie, ¿por?

- ¿Y eso? ¿Acaso el gran Cedric Diggory no sabe a cual de todas sus admiradoras invitar al baile? - me burlé.

- También- contestó guiñando un ojo.