Entrevistas

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Revisé bien el horario que me había entregado Madame Maxime. Lo bueno de él era que varias clases eran con la casa de Slytherin y Gryffindor, así que ahí estarían Jake y sus amigos, con quienes empezaba a llevarme también. Había hecho algunas amigas en Ravenclaw, debido a que algunas veces me sentaba en su mesa para las comidas, sin embargo, aquella casa no aparecía mucho en el horario. Triste para mí.

Las clases sin duda eran diferentes a las de Bauxbatons. Historia de la Magia la daba un fantasma, ¡un fantasma! Y su voz me daba aún más ganas de dormir que en cualquier otra clase, creo que llegué a regar un poco de tinta sin querer por lo cerca que estaban mis ojos de cerrarse. El profesor de pociones era otro tema, era amargado y me había tocado esa clase con los de Gryffindor, a los cuales parecía odiar, y creo que ya me ve como una de ellos porque nos agarró a Jake y a mí haciendo garabatos en el pergamino durante su clase. En las demás clases me mantuve al margen en especial en la de la profesora McGonagall, no me apetecía otro castigo así.

Al acabar todo, volví al carruaje llena de tareas, me planteé la idea de no hacerlas pero no quería más problemas.

Llegué a mi habitación y sin pensarlo me lancé a mi cama, sin darme cuenta de que ya había alguien ahí sentada. Amabas gritamos y volví a pararme.

- ¡Fleur!

- ¡____, me aplastaste! - exclamó.

- ¡No sabía que estuvieras aquí! - dije de la misma forma - A parte, ni que pesara tanto.

- Si, lo que digas, hermanita.

- ¡Ey! Ahora me vas a ayudar con la tarea.

- De igual manera me ibas a hacer ayudarte así que da igual.

Asentí y empezó a explicarme algunas cosas que no entendía, corrigió lo que estuviera mal, etcétera. Hasta que recordé que hoy les habían hecho entrevistas a los campeones de cada escuela para el torneo y quizás no había ido tan bien cómo mi hermana hubiera querido, porque la conocía y yo sabía que Fleur siempre se volvía loca de alegría cuando las cosas iban bien. Me imagino que cuando fue escogida para campeona, estaba dando saltos de felicidad por todo el carruaje y hasta gritos.

- ¿Cómo te fue en tu entrevista? - me atreví a preguntarle.

La expresión de tranquilidad de mi hermana cambió increíblemente y su sonrisa desapareció, dando paso a una cara que definitivamente era de fastidio.

- Fue un espanto, agh.

- ¿Qué pasó? - dije y tomé mi vaso de agua de mi mesa de noche.

- Es esa horrible reportera, Rita Skeeter creo que se llama, empezó a preguntarme puras cosas a cerca de Harry Potter, ¡de Harry Potter! Ni siquiera se interesó en mí.

Casi escupo el agua.

- ¿De Harry Potter? - pregunté sorprendida - ¿Por qué te preguntaría por Harry Potter? Si tu eres la campeona, no él.

- ¿No lo sabías, ___? Pensé que Jake te lo habría dicho.

- ¿Qué cosa?

- Pues resulta que Hogwarts tiene dos campeones.

Alcé las cejas, incrédula. Creí que solo eran tres, ¿por qué serían cuatro ahora?

Fleur me explicó todo ese rollo del cáliz y que el tal señor Crouch no dejó que Harry Potter saliera del torneo aunque tuviera 14 años.

- Aquí en Inglaterra están locos - pensé en voz alta.

- Lo sé.

- ¿Tu crees que de verdad él haya puesto su nombre en ese cáliz? - le pregunté.

- No lo sé, pero lo haya hecho eso o no, ahora todos le prestan más atención a él que a cualquiera de los demás.

- Tranquila, Fleur, cuando llegue la primera prueba verán que por algo estás ahí tu y no alguien más.

- Gracias, ___.

...

Pasaron algunos días después de eso. El periódico de aquí, llamado El Profeta, ya había sacado las páginas con las entrevistas y Fleur estaba algo disgustada, casi toda la página hablaba de Harry Potter. No es que a mi hermana le gustara llamar la atención, era difícil de explicar.

Llegó la hora del almuerzo y decidí ir a sentarme con Jake y los demás, ya que Fleur hablaba con sus amigas en la mesa de Ravenclaw y siempre supe que les caía mal.

- Hola - saludé cuando llegué a la mesa y los demás me contestaron de la misma manera.

Tomé asiento entre Jake y otro chico que no conocía.

- ¿Por qué a ustedes los de Gryffindor siempre les tocan los mejores platillos? - dije mirando la mesa.

- Los elfos nos aman - dijeron los gemelos pelirrojos al unísono.

- ¡Estos son mis favoritos! - dije tomando unos panecillos de chocolate una vez que los postres aparecieron.

- Si no hubieras agarrado muchos de esos cuando fuimos a las cocinas, quizás McGonagall no nos hubiera atrapado - bromeó Jake.

- Me hiciste reír y luego te reíste más fuerte, fue tu culpa - contesté de la misma manera.

- ¡No! - exclamó.

- ¡Si! - dije sacándole la lengua.

- No.

- Si.

- ¡Ya cállense y bésense! - gritaron los gemelos al mismo tiempo.

Jake y yo nos callamos, nos miramos y estallamos en carcajadas como el otro día.

- ¿Oíste eso, Jake? - dije entre risas.

- Si, ____. ¿Nosotros? ¿Besarnos? - contestó riéndose también.

- Ewww - hablamos al mismo tiempo como dos niños pequeños.

Después de eso, todo siguió normal. Y alguien sacó un ejemplar de El Profeta, el que traía las entrevistas.

Lo leí, y Fleur tenía razón. Casi no había nada de ella y los otros dos campeones. La mayoría era de Harry Potter y a cerca de cómo "sus ojos se humedecen con el fantasma de su pasado".

- ¿Cómo esta Fleur? - preguntó Jake.

El también conocía cómo era Fleur con este tipo de cosas.

- Algo enojada - expliqué - Cree que Harry Potter acapara casi toda la atención.

- ¡Yo no busco acaparar toda la atención! - el chico al lado de mí volteó hacia nosotros.

- Tranquilo, yo no dije que buscaras acaparar toda la atención - me defendí antes de reaccionar.

Abrí los ojos sorprendida.

- ¡Por Merlín! ¿Eres Harry Potter? - examiné su cara - ¡Y también eres el chico que no podía despegar su vista de Cho Chang el día en que llegué! ¿Cómo no me di cuenta? - murmuré lo último.

Su cara adquirió un leve y tierno sonrojo.

- ¡Te gusta Cho!

- No y no, no busco acaparar toda la atención.

- Nunca dije que lo hicieras.

- ¡Te oí!

- Mira, dije que Fleur cree que lo haces. Y quizás lo haces aunque no quieras. Nunca dije que fuera tu intención o algo parecido.

Yo y mi manía por decir las cosas muy directamente y antes de pensar.

Jake me dio un codazo que claramente era un "ya cállate o se va a enojar más". Mi amigo estaba en lo cierto. Harry Potter ya se había parado bruscamente y se iba.

Mire al castaño.

- Nunca he hablado con el pero, ya se le pasará - dijo.

¿Delacour? // Harry Potter & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora