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Buba llegó a su oficina encontrándose con Shiva en la puerta, apoyada en el marco de esta con sus manos a la espalda, ésta lo miró con una sonrisa que no pudo descifrar - ¿Querías hablar conmigo? - preguntó el de pelo rizado colocándose a su lado con ambas manos en sus respectivos bolsillos, ésta se separó del marco y suspiró asintiendo -bien, pasa- dijo entrando por la puerta.

Una vez ambos dentro, Buba se sentó tras su escritorio y junto sus manos sobre este colocando los codos clavados en la mesa, Shiva por su parte decidió no sentarse y quedarse de pie a dos metros de la mesa, Buba no sabía porque, pero ella trataba de mostrarse distante "¿Me olerá la chaqueta a sangre?" Pensó deseando que no fuera aquello -he de hablar de una cosa importante Patrón- explicó sin quitar aquella misteriosa sonrisa.

-Adelante, te escucho- respondió Buba con un ademán de mano.

La mujer de tez morena trató de pensar la manera adecuada de decirlo, llevaba muchísimos años trabajando para aquel hombre al que más de una vez había salvado la vida y a pesar de la confianza que se tenían no se atrevía a contarle que uno de sus hombres planeaba traicionarle por miedo a ser asesinada, pero mucho menos se atrevía a decirle que todo había acabado, que se iba, que abandonaba BubaStreet... Que le abandonaba a él, Shiva se dio la vuelta y empezó a caminar por la habitación parándose a ver las fotos que colgaban de ésta sobre la pared de la puerta, en ellas se veía a un joven Buba en los que él consideraba los mayores logros de su vida: él pescando un pez junto a aquel hermano de otra madre, él fundando el barrio de BubaStreet junto a Blasko y un recorte de periódico con el título de "El Carter de BubaStreet reconocido internacionalmente" ella sonrió y acarició la segunda-es una buena foto-dijo de la nada, Buba la observó preocupado.

-Shiva... -se levantó asustándola por el ruido de la silla arrastrándose - ¿Ocurre algo malo? - preguntó acercándose a ella, ésta sólo bajó la mirada.

-Me voy- confesó al fin dejando al moreno parado en su lugar.

- ¿Irte? ¿A dónde? - preguntó Buba con un leve temblor en sus palabras.

-Me voy para siempre, abandono BubaStreet- respondió dándose la vuelta y mirándolo con el ceño fruncido, Buba se quedó quieto ante aquellas palabras, causando que la morena empezara a sudar nerviosa.

-Bien- Buba volvió a sentarse en su sillón recostándose tanto como pudo mientras empezaba a morderse las uñas -recoge tus cosas, mañana te pediré un avión para abandonar el país- explicó tratando de no dar muchos detalles. Pero para Shiva aquella respuesta había sido como una estaca en el corazón, ¿Acaso ella no significaba nada para él?

- ¿Eso es todo? - preguntó ofendiéndose sin saber muy bien el porqué, Buba le prestó atención - ¿No vas a decir nada más? ¿No vas a tratar de impedirlo? ¿No vas a...? - un duro estruendo la hizo callar, Buba había dado un fuerte golpe sobre su mesa con el puño cerrado.

-Si, Shiva... eso es... TODO- recalcó aquella última palabra mirándola por sobre sus lentes -¿Qué quieres que haga?- preguntó levantándose de una forma amenazante -¿Qué te apunte con un arma y te diga la típica frase de "plata o plomo" tan famosa de las películas?- preguntó imitando a Pablo Escobar -¿Que te deje ir y te envíe varios de mis hombres a darte una paliza por "Traicionar al Patrón"?- empezó a acercarse a ella asustándola, haciendo que retrocediera hasta tocar la pared -¡¿O que me ponga a llorar como un niño pequeño pidiéndote de rodillas que te quedes porque eres la mujer de mi vida?!- no supo cómo tomarse aquella última declaración, pero sí supo que esta le había partido el corazón en mil pedazos -pues ya deberías saber que no soy de ese tipo de hombres- y tras aquello se dio media vuelta y volvió a su asiento girándose, dándole así la espalda. Shiva no pudo soportar el peso de sus piernas, ni el de sus lágrimas arrodillándose y rompiendo a llorar en silencio -ni se te ocurra llorar- ordenó el de piel oscura aun sin mirarla -¿Dónde ha quedado la mujer fuerte que siempre he admirado?- la morena se mordió el labio inferior tratando de reprimir el llanto, juntó fuerzas y se levantó dispuesta a irse de aquella casa -Shiva- llamó nuevamente él -si nunca tienes la mala suerte de no tener a donde ir...- se esperó varios segundos antes de continuar -que sepas que en BubaStreet siempre tendrás un hueco, nunca lo olvides- y tras decir aquello oyó como la puerta se abría y cerraba con fuerza.

Buba el Patrón. ReeditadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora