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-se... se lo que se ...siente- habló con dificultad, y un gran nudo en la garganta-yo... en realidad-suspiró llevando ambas manos a su cabello, tirando de este, como siempre hacía cuando se frustraba- yo no quise entrar, diablos, no- hizo un suspiro parecido a una risa- yo solo quería ir de fiesta, drogarme y beber hasta que algún día-

-tae

El mayor se detuvo girando su cabeza hacia el menor, quien apenas se había girado sobre si mismo para mirarle, con aquellos bonitos ojos cristalinos en lágrimas, adornados con feas ojeras y su piel pálida. El rubio no se dio cuenta de que había comenzado a hablar uy deprisa, y que su cabello dolía a causa de los tirones de sus propias manos. Con vergüenza bajo las manos hacia su torso abrazándose a si mismo, un suspiro más escapó de él , con la mirada gacha.

-17 años era mi limite -habló con sorna - ¿Quién diría que pasaría los 18?

El silencio se tornó incómodo, mientras de fondo se escuchaba el crujir de la persiana. Taehyung se sentía cada vez más asfixiado, y supo que estaba a punto de caer, cuando aquella delicada y cálida mano se escabulló de entre las sábanas hasta agarrar una de sus muñecas. El rubio cerró por unos instantes los ojos antes de mirar a Jungkook. El menor se encontraba quizás en un peor estado del que lo había encontrado, y se maldijo a si mismo, porque de nuevo eso era lo único que le traería a aquel dulce chico.

-Solo tenías 17 -dudoso el menor le habló, habiendo comprendido toda la situación, y con su voz aterciopelada y dulce trataba de curar las heridas que nunca dejarían de sangrar - ¿p-por qué decidiste morir?-su voz apagándose, no queriendo pronunciar aquella ultima y aterradora palabra. Taehyung le comprendía, Jungkook tenia 17, jungkook esta imaginando su vida acabar ahí, y de nuevo le hacía daño.

El castaño negó y acarició la mano del menor con los dedos, haciendo que un cosquilleo se extendiera por el menor, quien de nuevo invitó al mayor a tumbarse con él, cuerpo a cuerpo, creando aquella tierna postura que jungkook nunca podría haber imaginado con taehyung.

-¿te gusta hacer la cucharita?-rió un poco el rubio, después de que aquella tensión hubiera disminuido, y el menor se hubiera relajado contra su cuerpo. Jungkook hizo un sonido de aprobación mientras se hacia más hacia atrás acurrucándose en él, y sintiendo su corazón revolotear cuando el brazo del mayor se deslizó sobre él

-lo siento-volvió a repetir el mayor- en ese momento todo se había vuelto un desastre y no supe reaccionar, lo siento de verdad kook, jamás me hubiera imaginado haciéndote daño, eres mi pequeña florecita

Jungkook no respondió, pero ambos cuerpos se sintieron más livianos.

Minutos más tarde la madre de jungkook apareció en la habitación, apenas pasando el marco de la puerta, observando a ambos jóvenes abrazados bajo las mantas, pero ambos despiertos. Cuando el menor se dio cuenta de su presencia ella entró para darle un beso en frente y despedirse, pues esa tarde debía volver al trabajo, y se sentía más segura ahora que sabía que un amigo de su hijo le cuidaba.

La mujer acabó saliendo, y pareció que Taehyung hubiera esperado el segundo exacto en el que la mujer arrancara el coche para volver a hablar-lo siento-le volvió a decir, con su cabeza aun enterrada en el cuello del menor. Respirando el leve olor a jabón, jungkook debía haberse duchado  unas horas antes de que él llegará como mucho. Le conocía, y sabía que aunque hubiera Estado todo el día en la cama habria recogido, limpiado y se habria mínimamente arreglado.

Poco duró aquello, el menor se revolvió entre sus brazos acabando por dar la vuelta y enfrentarlo cara a cara,taehyung apartó el brazo del menor, pues por alguna razón se sintió sofocado, la mirada intensa de Jungkook en sus ojos le estaba dejando imnotizado, y no parecía que el castaño fuera a hacer algo más que aquello.

El Chico Flor (Taekook /vkook )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora