El Chico Flor (Taekook /vkook )

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Corre sin parar, en las calles iluminadas por las farolas, hasta llegar a un túnel, que se encontraba en penumbras, debido a la poca iluminación del interior, aun su carrera continuaba con el terror todavía recorriendo su ser.No sabía cuanto tiempo llevaba corriendo, desde que había salido del gimnasio seguramente, razón por la que sus pulmones comenzaban a quemar y poco a poco iba reduciendo su carrera, mientras inevitables lágrimas se deslizan tortuosamente .En un último intento de carrera lleva sus manos al cuello, se siente ahogado, y no puede seguir avanzando con el temblor de su cuerpo, así se detiene abruptamente y se arodilla en el asfalto, con un jadeo ahogado que le hace inclinarse hacia delante, dejando su cabello caer en su rostro, mientras su cuerpo se destensa en medio de un fuerte llanto.

La sangre en sus manos le delata, sus nudillos duelen, se ha defendido por primera vez, pero aquello ha sido fatal.Un fuerte sollozo deja salir un poco más de su dolor mientras oculta sus nudillos estirando las mangas de la sudadera.

Debería comenzar a acostumbrarse a aquello, al dolor, porque parecía que su vida solo le iba a traer aquello, y lo estaba comenzando a odiar demasiado. Día a día parecía que todo se volvía peor. Cada día...

Y los pasos, aquel eco en el túnel, aquellos pasos acelerados y respiraciones pesadas. Era en vano, no le daría tiempo a ponerse en pie, estaba demasiado agotado, demasiado herido y demasiado ... se había rendido

Cuando por fin es capaz de ver unos zapatos , sabe que ya le han alcanzado, y debido a encontrarse en aquel recóndito lugar, nadie pasaría a ahuyentarlos. Y aun si pasaran ¿ Quien se metería en una pelea semejante?

-¿eres consciente de lo que has hecho?- escupió uno de los 4 chicos

-firmaste tu sentencia de muerte- le dijo otro recibiendo una fuerte patada en las costillas. El dolor extendiéndose como una corriente por todo su tórax.

Y si, quizás no debió haberse defendido, si, taehyung merecía más que él estar en el equipo, nadie debería de haber irrumpido aquella escena en el comedor, quizás debió dejarse hacer, porque al fin y al cabo, solo había empeorado las cosas.

Las patadas y pisotones no tardaron en llegar, magullando, si es que se podía más, su cuerpo amoratado y débil. El abdomen le dolía, las costillas, los brazos, la cabeza, podía sentir el sabor de la sangre en su boca, y aun cuando su cuerpo cayó rendido al suelo, y sintió tanto dolor que no creía si quiera humano, una fuerte en la cabeza le hizo que esta rebotara con fuerza contra el asfalto, pudiendo oír desde el interior el sonido seco de su cráneo contra el suelo.

El dolor inexplicable, todo se había vuelto negro y la sangre se escurría de su boca, apenas conseguía entender algo y estaba seguro que en cualquier momento perdería la consciencia.

-¡lo vas a matar, para ya!-escuchó apenas, justo antes de recibir una última patada, robándole el poco de aliento que le quedaba en un jadeo. Después fue consciente de su huida, de que se encontraba solo.

Parecía que el sol no brillaría más, solo el dolor y la soledad le acompañarían, la incertidumbre ,¿podrá algún día encontrar la forma de escapar?

Solo supo que quería a tae allí, se sentía tan solo. Le necesitaba por alguna razón que no se explicaba todavía, le necesitaba allí, necesitaba que le ayudara y le dijera las bonitas mentiras de que todo iría bien.

ΔΔΔΔ

Tae se lleva las manos a la cabeza en desesperación tirando de su cabello, baja la cuesta a toda velocidad en su monopatín, sin temer en caerse, da varias vueltas, y respira el aire de la noche. Necesitaba desfogarse, y su madre había encontrado su reserva de "cigarrillos".