El frío comenzaba a desatarse de forma extraña, ya que estábamos en pleno junio. El calor era relativo a veces iba y venía según convenía, y aunque los abrigos y chaquetas permanecían en un lugar lejano del armario, ahí se mantenían a la espera. Sin mencionar los chubasqueros.
Seguía sin saber nada de Ann, constantemente me dejaba en vistos, los ticks azules permanecían ahí sin una breve respuesta que esperaba con ansias cada día.
Tati por su parte a veces me contaba como estaba la pequeña, que hacía en sus días por Madrid o como estaba su madre ya que era médico y la situación los tenía en primera línea de guerra.
La empresa había decidido que algunos empleados volvieran a sus puestos tras dos meses de descanso masivo obligatorio. Cómo directora decidí quienes estarían de vuelta, y aunque ganas no me faltaron de mencionar a Ann me retracte tras hablar con Tati.
Así que volverían tres, cuatro contándome a mí; Tati, Jonash y Víctor.
Los tres que a mí parecer hacían el mejor trabajo de todos, ayudaban a sus compañeros y trabajaban en equipo.
-Elegiste bien. -Sonreí a Tati dejándoles espacio para que se cambiarán. -Y que... ¿Hablaste con ella? -Negue observando las hojas de los tres siguiente posibles.
"Ann" sería el siguiente comando que entraría junto a Ale y Mj.
Y, aunque mis expectativas eran altas, cada vez me sentía peor, tenía que reconocer que había sido muy egoísta con ella, pensé que la estaba cuidando pero no, no era cierto. La realidad era que el egoísmo se había apoderado de mi en esos meses, la quería conmigo como fuese, y no pensé en sus sentimientos, lo difícil que debía ser para ella entregarse a alguien, sin ser físico, más bien algo mental. Debí comprenderla y darla el espacio necesario para que se curara del todo.
-Por más que pienses, la cosa no va a cambiar. -Tati me entrego los papeles del producto. -Ademas piensa una cosa, contra más pienses más miedo tendrás y al final la cagaras.
-Tienes razón. -Observe cada producto con sus codigos. -En fin tengo que estar para vosotros así que vamos a ello.
Los días pasaban y Ann no se retractaba, hablaba con Tati, Ale y Jonash de vez en cuando, muy pocas veces se llamaban y cuando lo hacían Tati intentaba hacerlo delante mía para que al menos escuchará su voz, cosa que agradecía.
"He ido al dentista ya tengo colmillos jajajaj. ¿Te acuerdas que eran planos? Pues nada me los han limado hasta hacer la forma, además me han hecho la felula para el bruxismo y me han medicado para la gingivitis por lo de la garganta.
Menos mal tía, por qué no me podía lavar los dientes, apenas los rozaba con el cepillo y ya estaban sangrando como locos, pero bueno al menos la boca ya está perfecta...
Ahora podré morder mejor con los colmillos jajaj dejaré pequeñas marquitas en los cuellos inocentes jajajaja."
Esa fue una conversación que Tati y Ann tuvieron. Me hacía feliz escucharla tan entusiasmada con algo tan simple, colmillos, me hizo reír la ironía de que ahora besaría mejor. Si supierais como besa la pegariais solo de pensar así.
De alguna forma conseguía que cada día la quisiera más, que cada día quisiera saber más de ella, su voz, sus labios, sus ojos, la forma de mirarme, la forma de su piel... Todo.
-Si fuera un hombre le diría que se estirara la camisa.
-No me seas vulgar.
-No, yo no, vos qué pensás cosas que no debés jajajajaja. -Tati me dio un par de galletas que ella misma había hecho.
-No estoy cachonda, estoy... -Mordi. -No sé ni como estoy...
Tati me abrazó dejando que me relajara. -Tomate tu tiempo. -Beso mi cabeza y me cedió otra galleta mientras se iba.
El problema era que no sabía cómo actuar cuando la pequeña volviera, me salía ser cariñosa, algo que solo ella había conseguido, mis otras parejas siempre se quejaron de la lejanía que suponía estar conmigo.
Y por alguna razón estaban en lo cierto, normalmente mantenía una distancia de seguridad bastante prudente, era la forma de entender la clase de relacion que teníamos, el amor era algo que brotaba de vez en cuando y que se marchaba lo más rápido posible, mientras que otra vez el simple hecho de hacer el amor de convertía en una clase de fines de semana obligatoria.
Y sin querer en cuanto la pequeña apareció cambie, bueno, no cambie, supo abrir algo que nadie supo encontrar en mi, ese algo interior que todos tenemos que no conocemos. Hasta que llega esa persona, una única persona que lo abre y piensas... "¿Esto estaba dentro de mi?"
Incluso cuando la tuve en mis manos supe que me rompería, sin querer la pequeña estaba enamorada de esa chica que la destrozo, sin querer... Por qué por más que intentaba ocultarlo y darme un tiempo perdido a mí para reconstruir, el corazón de la pequeña seguía completamente enamorado. Confieso que sentir aquello me decepcionó, era a la primera persona que le daba algo que mi yo conocía, pero por otra parte sabía que era la indicada, y que aquel poco amor que me conseguía proporcionar era totalmente sincero.
Por ello decidí perdonarme por quererla y a ella por hacerme daño, no fue algo que ambas supiéramos que pasaría, es más sigo siendo su jefa, sigo siendo parte de su equipo, y, como tal debí mantener distancias, yo cometí el error.
-Seguís pensando... -
-En parte. Esto me tiene muy entretenida, vuestros horarios son como intentar encontrar una aguja en un pajar.-
Seguí tecleando buscando la información precisa, arreglando los papeles de la parte del equipo que aún no estaba en tienda. Luego los papeles de inversión y las futuras compras de mercado que tanto Robert cómo Julián me habían pedido desde hace una semana.
-¿No hiciste el comunicado jefa?-
-No. Y no el llames así ya lo sabes... Aunque sea vuestra jefa, y vaya imponiendo mi comportamiento con vosotros es cercano. -
-Sobretodo con Ann. -No sé cómo la mire, pero Tati se quedó paralizada y quieta. -Lo siento... Quise decirlo pero no pensé que sonaría así... -Dijo con toda sinceridad.
-Tranquila. -
"Vuelven"
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"A mis 25... una, ¿profe?"
RandomA ver si, puede que no te ha lógica, puede que incluso sea un tanto estante entender la situación. Pero si, a mis 25 añazos ya cumplidos desde octubre, obtengo la afortunada respuesta del universo, ese que por alguna razón está en mi contra, contand...