Por Gimena: había imaginado aquel artículo mil millones de veces. Una entrevista con una judía que había tenido que huir de Alemania para salvar su vida. Pero jamás imaginé que una vez la tuviera, decidiría no publicarla.
Emilia a penas tenía 15 años. Fue prácticamente obligada a abandonar toda su vida. Fue abandonada a su suerte en un tren rumbo a lo desconocido. Vio desaparecer a su madre, no sabía dónde estaba su padre. Tal vez los dos habían sido víctimas de la pesadilla fascista. Tal vez no y estaban vivos, buscandola. No me puedo imaginar la angustia que debe suponer vivir con esa duda.Durante la charla se había mantenido bastante entera, claro, después de todo aquello que me había contado que había vivido, como iba a romperse?
Gime: (termina de leer por tercera vez la entrevista y suspira)
Mario: (se sienta a su lado) Pudiste hablar con ella?
Gime: (lo mira) Sí (le ofrece los papeles donde tiene escrita la entrevista)
Mario: (los agarra y los lee)
Gime: No puedo publicarlo
Mario: Por qué? Está muy bien
Gime: No lo sé. Siento que es su intimidad y si bien podría servir para remover muchas conciencias y abrir los ojos a mucha gente, es como venderla
Mario: Ella te dio permiso?
Gime: Sí. Las barreras me las estoy poniendo yo misma. No tengo claro que publicarlo sea lo correcto
Mario: Hace meses que soñas con publicar algo como esto
Gime: (se levanta) Ya lo sé
Mario: Habla de cosas importantes
Gime: Ha tenido una vida horrible. Y no derramó ni una sola lágrima durante la conversación (camina hacia un gran ventanal y se queda mirando la calle) Hablaba de una manera tan...alejada a ella misma. Eso es, no parecía que hablara de ella misma
Mario: Como querés que se banque si no todo esto que te contó?
Gime: Y lo que no me contó? (Se gira hacia él) Estoy más que segura que eso es sólo la mitad de su historia. Creo que necesito hablar más con ella
Mario: Tampoco la acoses
Gime: No la voy a acosar. No soy ese tipo de periodista
Mario: (sonríe) Depende
Gime: Me parece tan loco que con solo 17 años haya tenido que pasar por todo eso... Pienso en mi cuando tenía mis 17
Mario: (sonríe) Tampoco hables como si hubiera sido hace mil años, a penas tenes los 20 hermanita (se levanta y se acerca) Si yo fuera vos lo publicaría (le da un beso en la cabeza)
Gime: (se muerde el labio inferior indecisa)
Mario: Pensalo. Me voy, quedé con Leo en la confitería (se va hacia el perchero y descuelga su boina)
Gime: Cuidense, no tengo ganas de volver a pasar por una situación como la de la semana pasada
Mario: Los que se deberían de cuidar son otros. Las mentes cerradas están destinadas a ahogarse en sus propias ideas
Gime; (sonríe)
Mario: (le devuelve la sonrisa y le guiña el ojo. Se va)
Gime: (camina hasta la mesa y agarra de nuevo los papeles. Los mira)
---------------------------------------------------------
Emilia: (entra en la habitación. Lo ve de espaldas a ella sentado en el escritorio) Hola
Nicohlas; (se asusta y trata de esconder unos papeles) Me asustaste. Como fue? Supongo que bien, tardaste en volver
Emilia: Fue muy bien. Vos? Como te sentís? (Se sienta en la cama, en el lado más cercano a él)
Nicohlas: Algo mejor. Vino el médico a revisarme y me dijo que no es nada grave. Me dio un remedio y me dijo que mañana tengo que operarme
Emilia: Operarte? De que? Por qué?
Nicohlas: Nada del otro mundo según él. Tengo algo llamado "amígdalas" inflamado y eso es lo que me provoca todo el dolor, la fiebre
Emilia: Ah... Que hacias? (Se inclina un poco para ver la mesa)
Nicohlas; (se sienta bien) Nada, escribía una carta
Emilia; Para tus papás?
Nicohlas: Para Jennell
Emilia: (sonríe) Ya la tenés escrita? La puedo leer?
Nicohlas: No, es algo entre ella y yo, Emilia. Todo bien que seas como de la familia, pero hay límites
Emilia: No quise...yo...perdón, tenés razón. Te dejo seguir. Necesitas algo? (Se para)
Nicohlas: No, gracias
Emilia: (se va)
Nicohlas: (suspira y saca los papeles)Odiaba hablarle mal, pero todas las presiones que estaba sufriendo por aquel entonces, estaban acabando conmigo. Con mi salud mental, mi salud emocional y, por qué no? Mi salud física ya que tendrían que sacarme las amígdalas.
ESTÁS LEYENDO
¿Qué ves cuando cerrás los ojos?
Fanfiction«¿Qué ves cuando cerrás los ojos?» esa pregunta siempre me la hacía mamá cuando no podía dormir o tenía miedo. Era una especie de juego: Yo cerraba los ojos y, ella, a veces, me relataba paisajes de ensueño; otra veces lo hacía yo. Mundos imaginario...