Tenía tantas ganas de llegar a la cita que salí mucho antes de mi casa y caminé con el paso más ligero que pude llegando al lugar acordado demasiado pronto.
Aproveché para sentarme un poco y tratar de calmar mis nervios mientras comía un caramelo de menta para mejorar mi aliento.
No sabía si Erika había dado su primer beso o no, pero de lo que sí estaba seguro es de que sería su primer beso con sabor a menta.
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Mirtha: Solo podemos llevarnos un vestido Jennell, los tres son muy caros
Jennell: No, yo quiero todos!
Mirtha: No seas caprichosa
Jennell: (se cruza de brazos)
Mirtha: Si te vas a poner así no compro ninguno
Emilia: (llega mirandose la ropa)
Jennell: Que liiiinda
Mirtha: (la mira y sonríe) Estás hermosa
Emilia: (la mira) No te parece que tiene mucho color?
Mirtha: No. Me parece que es perfecto para vos. Te hace falta un poco de color en tu armario. Casi toda la ropa que tenés es oscura
Emilia: Por eso...
Mirtha: Nos lo llevamos, no se habla más
Emilia: Bueno (vuelve al cambiador)
Jennell: Yo quiero un vestido como el de Emilia
Mirtha: (suspira) Ay dios (deja los tres vestidos) Vamos a ver si encontramos algo parecido (la agarra de la mano y se van a ver más ropa)
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Pasaba el tiempo y Erika no daba señales de vida. Había olvidado el reloj en mi casa y no sabía si era ya la hora o no, de lo que sí estaba muy seguro es de que llevaba esperandola mínimo media hora y ya no sabía que más hacer. Entonces los nervios de que no fuera a venir me empezaron a remover el estómagoY así fue. Entendí que no iba a aparecer cuando comenzó a anochecer y yo seguía solo mirando un punto fijo como un estúpido.
Cuando llegué a casa encontré a mi madre, a Jennell y a Emilia jugando a las cartas entre risas. A penas las miré, pensando que así no se darían cuenta de que había llegado
Mirtha: Acá llegó el galán de la casa! Como fue?
Nicohlas: (se gira hacia ellas serio. Mira a Emilia) No podías mantener la boca cerrada? (Se va a su habitación)
Mirtha: Creo que no le fue muy bien (se levanta) Voy a hablar con él (se va para arriba. Llama a la puerta) Se puede?
Nicohlas: No
Mirtha: (se apoya contra la puerta) Hijo, no podés ponerte así por una chica. Entiendo que te hacía mucha ilusión y tenías muchas ganas porque yo también tuve tu edad y también pasé por mi primera cita. Tampoco me fue bien, justo en el momento de besarnos, yo me asusté mucho y empujé al chico en cuestión. Él perdió el equilibrio y calló al piso
Nicohlas: (abre la puerta) Ni siquiera apareció. La esperé horas
Mirtha: (lo abraza)
Nicohlas: (sigue el abrazo) Me siento un idiota
Mirtha: No te sientas así mi vida, pueden haber pasado muchas cosas, a lo mejor le pasó algo
Nicohlas: Yo también lo pensé, pero y si no? Y si no vino porque se estaba burlando de mi?
Mirtha: Por qué no le preguntas mañana?
Nicohlas: Creo que no lo quiero saber
Mirtha: No hay nada peor que quedarse con la duda (suspira) Por qué no venís abajo a jugar con nosotras?
Nicohlas: No, no tengo ganas
Mirtha: Te vas a reír mucho con Jennell, no sabes lo tramposa que es
Nicohlas: (sonríe)
Mirtha: (lo agarra de la mano y lo lleva abajo) Traigo un nuevo jugador
Emilia: Espero que no sea igual de tramposo que Jennell
Nicohlas: (se sienta al lado de su hermana) Yo fui su maestro (mira a Jennell)
Jennell: (se ríe)
Nicohlas: (sonríe)
Emilia: (reparte las cartas)
Nicohlas: No puede ser. Quién mezcló las cartas? Son malísimasHacía tiempo que no compartía un momento como aquel en familia. Fue como volver a tener 7 años.
Nicohlas: (se tira al piso) Ganeeee, por fin!
Jennell: (se tira sobre él) Tramposo!
Nicohlas: (rueda con ella entre risas)
Mirtha: Cuidado
Nicohlas: Tramposa vos enana que te escondes las cartas (la suelta y se sienta) Yo gané con todas las de la ley
Emilia: (se ríe juntando de nuevo las cartas)
Nicohlas: Que te pasa a vos? (Le clava el dedos en el costado provocándole cosquillas)
Emilia: (se retuerce)
Nicohlas: Ah tenés muchas cosquillas (le hace cosquillas)
Emilia: (esparce todas las cartas) No, no, no para
Mirtha: (sonrie mirandolos)
Emilia: (se tira al piso)
Nicohlas: (pierde el equilibrio y cae sobre ella. Se miran)
Emilia: (se aparta el pelo de la cara)
Nicohlas: (se aparta rápido. Habla serio) No servis ni para mezclar las cartas (las junta de nuevo y las mezcla)
Emilia: (se sienta) Fue tu culpa (le saca las cartas de la mano)
Mirtha: Bueno (se levanta) La compañía es muy grata pero tengo que ir a hacer cosas así que los voy a dejar
Jennell: Nooo
Mirtha: Ya jugamos mucho Jennell, tengo que fregar
Jennell: Yo te ayudo y volvés a jugar
Mirtha: Dale
Jennell: (se levanta de un salto y va con ella)
Nicohlas: Pf
Emilia: Se acabó el juego parece
Nicohlas: Podemos jugar de a dos, pero si no querés...
Emilia: Te dije que no era buena idea ir a la cita
Nicohlas: No te metas en mis cosas. Pensé que te lo había dejado claro antes, no me gusta
Emilia: Pensé que volverías con toda la cara rota por culpa de "Die drei", por eso te dije que no fueras
Nicohlas: Que tienen que ver ellos?
Emilia: La letra es la de uno de ellos. A mi me escribían notas amenazantes o con insultos
Nicohlas: Por qué no me lo dijiste de una?
Emilia: Tampoco me hubieras creído. No vale la pena que te pongas así por ella
Nicohlas: Quería tener esa cita hace tanto tiempo...
Emilia: Yo tampoco di mi primer beso, ni siquiera me gustó nadie nunca
Nicohlas: Nunca, nunca?
Emilia: No
Nicohlas: Eso sí que es raro
Emilia: Mi mamá decia que no me preocupara, que ya me llegaría el momento
Nicohlas: Y si no te llega nunca?
Emilia: Mi mamá sabía mucho sobre esto así que si ella dijo que ya me llegaría, es que me va a llegar. Igual te quiero decir que te mereces lo que te pasó por idiota (se levanta) Voy a bañarme (se va)
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¿Qué ves cuando cerrás los ojos?
Fiksi Penggemar«¿Qué ves cuando cerrás los ojos?» esa pregunta siempre me la hacía mamá cuando no podía dormir o tenía miedo. Era una especie de juego: Yo cerraba los ojos y, ella, a veces, me relataba paisajes de ensueño; otra veces lo hacía yo. Mundos imaginario...