Atreverse

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Emilia: (toma un sorbo de té)
Soledad: Estás más tranquila?
Chiara: (le acaricia la espalda)
Emilia: (asiente) Igual todavía no puedo creer  todo lo que pasó recién
Chiara: (mira a Soledad)
Soledad: (le devuelve la mirada) Qué... qué fue lo que pasó exactamente? Por qué Nicohlas estaba así? Vos sabes?
Emilia: Es algo de él, Sole. Perdón, pero no te puedo contar
Soledad: Debe ser algo muy malo, nunca lo vi así. Además no es un chico violento, o por lo menos no lo parece. No entiendo nada
Emilia: (mira un punto fijo en la nada) Yo tampoco
Soledad: Voy a ir a hablar con él
Emilia: Está durmiendo ahora. Yo creo que voy a salir a caminar un rato, necesito pensar (se para) Gracias por la contención (se va)
Soledad: Qué habrá pasado, no? Emilia está muy afectada, por no hablar de él
Chiara: Sole, son cosas de ellos, no debemos meternos
Soledad: No, tenés razón... aunque la verdad me gustaría saber quién vive en mi pensión. No quiero a cualquier maleante
Chiara: Hace tiempo viven acá y nunca dieron problemas de ningún tipo Sole. Habrá recibido malas noticias. Puede haber sido cualquier cosa. Mira si le dijeron que murió alguno de sus papás (se santigua) Dios no lo quiera, pero puede haber pasado. Nunca de esta preparado para recibir una noticia de ese tipo
Emilia: (sale de la pensión mirando al piso enfrascada en su mundo)

FLASHBACK

Nicohlas: (Saca unos papeles. Los mira sin expresión, y con el pulso tembloroso se los entrega)
Emilia: (deja la taza de té, lo mira y agarra los papeles. Comienza a leer en silencio)
Nicohlas: (nervioso mueve los ojos por toda la habitación, incapaz de mantener la mirada fija en algún punto)
Emilia: Es una novela
Nicohlas: Algo así
Emilia: Pero esto que me diste no es el principio (mira las otras hojas buscando el principio)
Nicohlas: Es el principio, sí, empieza así
Emilia: (lo mira) Escribiste una novela? Esto es lo importante?
Nicohlas: Lee, por favor, hasta el final
Emilia: (vuelve a mirar a los papeles)
***
Emilia: (deja los papeles a un lado, inexpresiva. Traga saliva paseando su mirada por la habitación sintiendo como s ele va distorsionando la visión a causa de las lágrimas) Es... (tiene miedo de decir algo indebido)
Nicohlas: Horrible
Emilia: (le cuesta, pero finalmente termina por mirarlo)
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X: (pita)
Emilia: (se asusta)
X: Qué haces loca?! Mira por dónde caminas!!!

FLASHBACK

Clemens: Judensau!! (pasa corriendo y la empuja con fuerza hacia la carretera. Se aleja riendose)
Emilia: (cae en la carretera)
Autos: (pitan como locos)
Emilia: (se levanta lo más rápido que puede pero no le da tiempo a agarrar su mochila. Un auto le pasa por encima) ... (se sienta en un escalón de una tienda y hunde la cara entre sus manos llorando)
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Señora: Chiquita, estás bien? Tenés que tener cuidado. La vida en la ciudad es infernal con esos cachivaches que van a una velocidad desorbitada. Te pasan por encima y fuiste
Emilia: Estoy bien, gracias señora (le da media sonrisa)
Señora: Te veo desubicada. Sos de acá? Tenés tonada de fuera
Emilia: Soy alemana
Señora: (asiente) Se nota. Te perdiste?
Emilia: No, no para nada. Es solo que tuve un mal día y por eso debo parecer desorientada, nada más
Señora: Segura? Yo tengo una confitería acá a la vuelta, si querés vamos y te sentas a tomar algo, un poco de agua aunque sea
Emilia: No, no. De verdad, estoy bien
Gimena: Emilia!! (Se acerca animosamente y la abraza) Donde te habías metido hermanita? Te perdiste? Hace raro te esperaba
Emilia: No, yo...
Gimena: Disculpe las molesrias, señora. Me la llevo, espero que no la haya importunado (la agarra del brazo y se la lleva)
Señora: (con cara de pocos amigos las mira alejarse. Saca un cigarrillo de su bolso, lo coloca entre sus labios y lo enciende. Da una calada expulsando una concentrada nube de humo)
Emilia: Que fue eso?
Gimena: Vos sabes que es la trata de blancas?
Emilia: Algo sé, sí
Gimena: (la mira con una ceja levantada) Te salvé la vida, me debes una. Cuando camines por esta zona nunca hables con nadie que no conozcas, no es seguro. Unas cuadras más allá hay un burdel todo lleno de chicas como vos
Emilia: Como yo?
Gimena: Extranjeras, perdidas, lindas. También hay alguna que no es extranjera, pero tienen predilección por las de fuera. Hace tiempo investigo ese lugar para poder ayudar a cerrarlo, pero es muy jodido. A esa mujer la vi hace lo mismo que hizo con vos otras veces. Es más, te aseguro que si más tarde volvemos a pasar, va a seguir estando ahí. Finge que es casualidad, pero está esperando
Emilia: Y por qué no hiciste nada? Podría haber...
Gimena: (la mira esperando que siga)
Emilia: (arruga la frente confusa)
Gimena: Es exactamente como me siento yo. Que querés que haga? Que le pegue? Que la detenga? No soy policía. Bastante hice que te libré de ella. Que haces por acá? Estas un poco alejada del lugar donde te estás quedando, no?
Emilia: Puede ser, la verdad no me di cuenta de todo lo que caminé. Solo pensaba en mis cosas
Gimena: Que cosas? Puedo saber? No es que sea chusma, pero... Te veo mal, disculpame que te lo diga tan directa
Emilia: Estoy mal, sí
Gimena: Iba a buscar unos pantalones a la sastrería, me acompañas y charlamos?
Emilia: (asiente)
Gimena: Al final decidí no publicar tu entrevista, sabes? (La mira) Me pareció que no procedía
Emilia: Por qué?
Gimena: No lo sé, es una sensación. Tal vez podamos hacer otra en la que no hables tanto de tu vida. Parece un poco prensa sensacionalista, no es mi estilo
Emilia: Qué quiere decir "sensacionalista"?
Gimena: El sensacionalismo es una tendencia de algunos medios informativos a presentar noticias destacando sus aspectos más llamativos, aunque sean secundarios, con el fin comercial de provocar asombro o escándalo
Emilia: Ah, entiendo
Gimena: Aunque la verdad me parece que removerla muchas conciencias tu historia, pero... Tengo que ser fiel a mis principios. Me querés contar qué te pasa? Nos encontramos de casualidad en medio de la calle, debe significar algo, no?
Emilia: No sé por dónde empezar
Gimena: Por el principio, es fácil. Pensa, que es lo que te tiene mal? Una situación económica, una situación violenta que viviste, te llegaron malas noticias desde Alemania? O tal vez es un chico? Yo tuve tu edad ni hace mucho y sé lo jodido que es tener problemas con un chico
Emilia: (la mira)
Gimena: No tengas vergüenza, dale (le da un codazo suavemente)
Emilia: Es un chico. Pero es difícil y largo de contar
Gimena: Para tanto?
Emilia: Es que no es una típica historia de las que se pueden leer en los libros o escuchar en el radioteatro. Es una historia... Horriblemente horrible (se le humedecen los ojos y se concisliona en un escalofrío repentino)
Gimena: (su rostro se endurece en una expresión de gravedad) Te hicieron algo?
Emilia: A mi no. A él. Yo no sabía nada, me enteré hace unas horas. No sé cómo (se lleva las manos al pecho) No sé cómo vivir sabiendo esto
Gimena: Me estás asustando. Donde conociste a ese chico? No entiendo nada
Emilia: Es Nicohlas, no te hablé profundamente. Solo te mencioné nuestra historia por encima
Gimena: Me lo figuraba
Emilia: No me pareció tan importante
Gimena: (asiente)
Emilia: Bueno como podras haber deducido por lo poco que te conté, hace tiempo estoy enamorada de él
Gimena: Ajam, y él de vos, por eso se subió a ese barco con vos rumbo a esta locura
Emilia: (se ríe un poco) Debo ser tonta, porque vos te diste cuenta enseguida y ni siquiera lo conoces y yo tarde mi tiempo en darme cuenta... Va, no es que tardé, algo me imaginaba, pero a la vez me confundían ciertas actitudes
Gimena: Por ejemplo?
Emilia: Si bien ya nos besamos varias veces, no pasaba nada más, entendés? Un beso que quedaba en la nada
Gimena: Vos querías que fuera a más?
Emilia: No lo sé... Supongo que sí
Gimena: Le dijiste?
Emilia: Se supone que le tenía que decir? Pensaba que se daba y ya está
Gimena: (se encoge de hombros y sonríe) Sos de las mías
Emilia: De las tuyas?
Gimena: (asiente) De las mandadas, de las decididas. La primera vez siempre da miedo porque no sabes nada: como se hace, que va a pasar, como va a ser y nadie te aclara estas dudas, viste? Da vergüenza preguntar, y si preguntas, te tachan de cualquiera. Nunca pude preguntarle a mi mamá sobre este tema. Me informé sola
Emilia: Sola? Cómo, donde?
Gimena: Leyendo. En los libros está todo Emilia, solo tenés que saber qué leer. En casa tengo varios libros, podes pasarte y te llevas alguno. Son bastante objetivos quiero decirte así que no vas a tener problemas si alguien te lo encuentra. No es literatura "prohibida" (pone los ojos en blanco)
Emilia: Podría? Gracias
Gimena: Y podés hablar conmigo si querés, de lo que quieras. No te voy a juzgar. Sé que recién nos conocemos y la confianza ahora mismo no es la mejor. Yo solo me ofrezco, vos decidís. Ojalá yo hubiera tenido a  alguien dispuesta a escucharme y aconsejarme sin opinar más allá
Emilia: Yo creo que si no hubiera perdido a mi mamá, sí lo habría hablado conmigo. No sabes cuánto la extraño. A papá también, pero en este momento creo que ella me entendería mejor que él
Gimena: Desde luego que sí. Hay algo que estoy segura que te diría
Emilia: Que?
Gimena: Dejate llevar. Puede ser que estés dicidida, pero una vez llegué el momento puede ser que te des cuenta de que no, hacete caso. Además sé vos, decí que querés y que no
Emilia: Y como sé que quiero y qué no?
Gimena: No lo sé, eso se sabe en el momento
Emilia: Y si él no quiere?
Gimena: Si él no quiere también tenés que respetar su decisión, igual que si vos no querés él tiene que respetar la tuya. Pero no entiendo, por qué no va a querer? Hay algo entre ustedes, no?
Emilia: Sí, pero es ... Difícil
Gimena: Seguro tiene miedo de "hacerlo mal" o de que te rías del tamaño de su (mira de reojo o un hombre que pasa por al lado de ellas y las mira mal)
Gimena: Creo que la calle no es el mejor lugar para hablar de esto. La gente no está preparada para escuchar lo que hacen en la intimidad de sus casas. Te acompaño a la pensión y hablamos más tranquilas, querés?
Emilia: Me encantaría
Gimena: (deja su peso sobre la puerta de la sastrería abriendo. Entra) Buenas tardes Juana
Juana: Buenas tardes (sonríe) Acá tenés el pantalón (lo deja sobre el mostrador perfectamente doblado)
Gimena: (lo agarra) Perfecto (lo coloca sobre sus piernas) Y? Como me queda?
Juana: Hermosa, como siempre. Todo te queda bien
Emilia: Son para vos?
Gimena: Sí (los dobla de nuevo y los mete en una bolsa de tela) Que tiene? (Saca la plata y le paga)
Emilia: No...no, nada, yo solo...
Gimena: (sonríe) Nunca viste una mujer en pantalones?
Emilia: En realidad si, pero no conocí nunca a ninguna. Soy una tarada, lo siento. Es obvio que una mujer como vos va a usar lo que quiera usar
Gimena: Una mujer como yo?
Emilia: En el buen sentido. Sos una revolución
Juana: De donde salió tu amiga? No la conozco
Gimena: Es Emilia. De Alemania
Juana: Un placer
Gimena: Si algún día te animas a usar pantalones, sabes donde podés venir para arreglarlos. Juana es la mejor
Juana: Aunque me hagas publicidad no te voy a hacer descuentos Gimenita
Gimena: (sonríe) Daaale
Juana: Bastante jodidos estamos como para andar haciendo descuentos
Gimena: Siguen con problemas de pagos?
Juana: La pregunta es: algún día terminaremos de pagar? No damos más: la luz, la poca agua que usamos, el local
Gimena: Les queda mucho para terminar de pagarlo el local?
Emilia: (pasea por la sastrería inspeccionando todo mientras hablan Juana y Gimena)
Gimena: (sujeta la puerta) Emilia! Vamos?
Emilia: Claro. Chau
Juana: Chau
Emilia: Tenía vestidos hermosos. Los hace ella?
Gimena: Sí, pero no vende mucho. Son vestidos caros como podrás imaginar. Casi toda la gente que vive por acá no tiene tanto poder adquisitivo y los ricos que podrían comprarlo no lo hacen porque Juana no es "nadie". Vamos para la pensión?
Emilia: (asiente)

¿Qué ves cuando cerrás los ojos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora