¿Qué ves cuando cerrás los ojos?

Con vos me iría hasta el fin del mundo

Emilia: (llama a puerta del camarote)
Nicohlas: (arruga una hoja de papel y la tira. Se agarra la cabeza y la tira para atrás suspirando. Cansado se frota los ojos)
Emilia: Nicohlas?
Nicohlas: (se levanta y abre)
Emilia: Están sirviendo la cena. Te sentís bien? No tienes buena cara
Nicohlas: Estaba tratando de escribirles una carta a mis papás, pero es difícil. No sé cómo empezar, ni que decirles
Emilia: Tal vez comer un poco te ayuda. A mí desde luego que sí, vomité hace unos 10 minutos, tengo el estómago vacío
Nicohlas: (sonríe un poco) Vamos, dale (sale y cierra)
Emilia: Más o menos qué pensaste en decirles?
Nicohlas: Principalmente quiero pedirles perdón, explicarles bien que fue lo que pasó y tranquilizarlos contandoles que todo está bien
Emilia: Ya les explicamos lo que pasó en la carta de despedida que les dejamos y también les pedimos perdón
Nicohlas: Pero siento que necesito volver a hacerlo
Emilia: (asiente) Y si les escribís tal cual lo que me dijiste? No hace falta mucho más
Nicohlas: No te parece muy frío escribirles solo eso?
Emilia: Me parece directo y conciso. Por mucho que les escribas si no te quieren perdonar ni entender, no lo van a hacer
Nicohlas: (asiente)
Emilia: (lo mira) Por qué no dejas de pensar en eso un rato? Cuando volvamos a la habitación podemos leer todos los borradores que escribiste y hacer una mezcla
Nicohlas: Buena idea. Hule rico, no? Sabes que hay para cenar?
Emilia: Siento decepcionarte pero...sopa y un pedazo de pan
Nicohlas: Cuando lleguemos a Buenos Aires y tengamos un trabajo, recordame que algún día salgamos a comer como Dios manda
Emilia: (sonríe) No te preocupes, te lo recordaré
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Mirtha: Jennell por favor, abrí la puerta (apoya la frente contra la puerta)
Herman: (le pone las manos sobre los hombros) Ya se le va a pasar Mirtha
Mirtha: (niega con la cabeza)
Herman: Andá a descansar dale, fue un día muy duro
Mirtha: (se da vuelta y lo abraza)
Herman: (sigue el abrazo) Vamos a estar bien, van a estar bien (le acaricia el pelo)
Mirtha: (se quiebra)
Herman: (se separan agarrandola de la cara y le da un tierno beso)
Mirtha: (suspira) No entiendo qué hicimos para merecer esto Herman
Herman: Nada. Es la vida Mirtha, los hijos crecen y se van. Nosotros hicimos lo mismo cuando éramos jóvenes
Mirtha: No nos fuimos a otro país, y mucho menos teniendo 17
Herman: Pero sí cambiamos la ciudad por el pueblo. Tu padre estaba completamente desacuerdo, te acordás?, y aún así lo hicimos porque pensamos que era lo mejor. Ahora ellos se fueron a Argentina porque creen que es lo mejor, y lo tenemos que asumir. Tal vez se equivoquen, pero tal vez no
Mirtha: (asiente) Crees que se casarán? Nos invitaran a la boda? Tendrán hijos?
Herman: (sonríe tiernamente) No lo sé, ni siquiera me había planteado la idea de que estén juntos
Mirtha: Herman, por favor (se ríe un poco) No te hagas el ingenuo
Herman: Está bien, un poco me imaginaba que había algo entre los dos, pero no creo que sea algo importante
Mirtha: Y cuando nos despertamos esta mañana y leímos la carta, seguiste pensando que no es algo importante? Yo la verdad me planteo que durante todo este tiempo nos estuvieron engañando
Herman: En qué sentido?
Mirtha: Es más que evidente que estaban juntos, entendés? Y nos lo ocultaron por miedo
Herman: (sonríe divertido) Con todo respeto, me parece una idea absurda Mirtha. Miedo de qué?
Mirtha: De que nos pongamos. Si no por qué se fueron juntos de la noche a la mañana? Y si Emilia quedó embarazada?
Herman: No, no, no eso sí que es una locura Mirtha!
Mirtha: Sinceramente, a estas alturas, podemos esperar cualquier cosa
Herman: Acepto la idea de que puede haber algo entre ellos. Creo que, evidentemente, se fueron juntos por ese mismo algo que hay entre ellos, pero dudo mucho que hayan llegado tan lejos. Incluso estoy seguro de que ni siquiera se sinceraron el uno con el otro. Para mí Nicohlas, al irse con ella, solo quiso lanzarle una indirecta: "con vos me iría hasta el fin del mundo" pero de ahí a que se casen y tengan hijos hay un paso muy grande
Mirtha: Pero...
Herman: Que nosotros sepamos es la primera chica con la que tu hijo se relaciona amorosamente hablando, ni siquiera tuvieron su primera vez
Mirtha: Que nosotros sepamos...
Herman: (asiente) Está bien, tal vez tenés razón y sí que se acostaron ya, pero a lo que voy es que todavía son jóvenes, es su primera relación, están descubriendo todo este mundo
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Nicohlas: Es la peor sopa que comí en mi vida
Emilia: (se ríe) Yo también. Extraño las de tu mamá
Nicohlas: Deberíamos haberla traído como cocinera. Eso no era sopa, era agua caliente
Emilia: No me lo recuerdes (entran al camarote) Por lo menos el pan no estaba muy duro. Ah, pero escribiste un montón! (Se acerca a la mesa y agarra una de las hojas arrugadas)
Nicohlas: Sí, y nada me convence, lo podés creer?
Emilia: (trata de leer) Tu letras es horrible
Nicohlas: Un gran cumplido, que amable por tu parte (se deja caer sobre la cama boca arriba)
Emilia: (ríe)
Nicohlas: Creo que me voy a quedar con el lado izquierdo, el derecho está más cerca de la puerta, por si tenés que salir a vomitar
Emilia: Ja - ja muy gracioso. Prácticamente no me queda nada para vomitar
Nicohlas: Podría enumerarte uno a uno todos los zumos gástricos que podrías vomitar todavía, pero no, mejor me lo reservo
Emilia: Por favor
Nicohlas: (se sienta y la mira) Y que me decís del pan y de la ""sopa""
Emilia: Espero que se queden en mi estómago, si no voy a terminar siendo un esqueleto caminante. Esta carta no está tan mal, qué le pasa? (va a sentarse a su lado y se la da)
Nicohlas: (la lee por encima) Me parece demasiado cortante, tal vez los va a hacer sentir mal
Emilia: Mm puede ser, voy a seguir leyendo
Nicohlas: No, espera (la agarra suavemente del brazo para que no se levante) Podemos dejarlo para mañana? Desconecté y ahora no tengo ganas de volver a conectar. Quiero dormir, estoy cansado
Emilia: Dormí tranquilo, yo las leo en silencio
Nicohlas: No. Sabes? Me...me incomoda dormir mientras hay otra persona despierta en la misma habitación, me siento observado y eso me inquieta. Además cuando te acuestes me harás despertar
Emilia: Cierto. Lo dejamos para mañana entonces. Te cambias vos primero o yo?
Nicohlas: Yo
Emilia: Voy a lavarme los dientes entonces (va a buscar el cepillo de dientes a la valija y se va fuera)