Abraham: Emilia, llegamos
Emilia: (bosteza y abre los ojos. Se los frota)Abraham tenía razón, nunca había oído hablar sobre ese pueblo. La estación no era muy grande y a penas había gente.
Mientras recorríamos el pasillo para salir de ahí, pude comprobar que no era la única menor separada de sus padres, habían más y mucho más chiquitos que yo. Fue ahí cuando me di cuenta de la suerte que tenía de haber podido pasar al menos 15 años de mi vida junto a mis padres.
Abraham: Tenés frío?
Emilia: No, estoy bien
Abraham: Mañana mismo iremos a comprarte algo de ropa (se enciende un cigarro)
Emilia: Viven muy lejos?
Abraham: A unos 10 minutos caminando rápido
Emilia: Y caminando lento?
Abraham: (se ríe y la mira)
Emilia: (se mantiene seria)
Abraham: (fuma aún con la sonrisa en los labios)Con el frío que hacía resultaba prácticamente imposible caminar lento así que en 10 minutos estuvimos esperando detrás de la puerta a que alguien nos atendiera
Mirtha: (abre)
Abraham: Buen dia Mirtha. Le presento a Emilia
Mirtha: (la mira y sonríe) Hola hermosa
Emilia: Hola
Mirtha: Pasen, por favor (los deja pasar)
Emilia: (mira la casa)
Mirtha: Quieren tomar algo caliente?
Abraham: Si no es mucha molestia
Mirtha: Para nada. Ponganse cómodos
Abraham: Gracias (va a sentarse junto al fuego)
Emilia: (lo sigue)
Abraham: Y? Que te parece?
Emilia: Eso importa?
Abraham: Te aseguro que vas a estar bien
Mirtha: (sale con dos tazas de leche caliente y un plato de galletas)
Abraham: (se levanta a ayudarla) Como están Jennell y Nicohlas? (Le da una taza a Emilia)
Emilia: (la acerca a sus labios y sopla suavemente)
Mirtha: Bien. Jennell todavía duerme, Nicohlas está en el colegio. Hoy le espera un día intenso así que no volverá hasta la noche. Se anotó al equipo de atletismo
Abraham: (asiente)
Mirtha: (mira a Emilia)
Abraham: (la mira también. Le acerca el plato de galletas)
Emilia: (agarra una y la muerde) Gracias
Mirtha: Querés que te muestre tu habitación?
Abraham: Muy buena idea
Emilia: (se para y la sigue)
Mirtha: (abre la habitación y entra con cuidado de no despertar a Jennell) Espero que no te importe compartir habitación
Emilia: En absoluto (camina hasta la cama. Se sienta y mira por la ventana)
Mirtha: Podemos subir tus cosas ya así te vas instalando
Emilia: (se gira y la mira) No tengo nada
Mirtha: (mira a Abraham)
Abraham: (baja la mirada) Tuvieron que salir muy rápido de casa
Mirtha: No sabía, lo siento. Bueno, yo te puedo coser algo o te puedo prestar ropa de mi juventud, aún la guardo, seguro te quedará muy bien
Abraham: Seguro que sí (sonríe)
Emilia: (sonríe un poco y se termina la galleta)
Mirtha: Cuando Jennell despierte estará muy contenta de verte acá
Emilia: (mira a Jennell) Deberíamos irnos, la vamos a despertar (se levanta)
Abraham: No querés dormir un poco mejor?
Emilia: (mira a Mirtha)
Mirtha: (sonríe)
Emilia: (se termina la leche de una y le da la taza a Abraham) Puedo?
Mirtha: Claro que podes, ahora estás en tu casa, sos libre para hacer lo que quieras. Te dejamos tranquila (se van cerrando la puerta)
Emilia: (deshace la cama y se mete entre las sábanas)
Mirtha: Creo que no está cómoda Abraham
Abraham: Necesita tiempo, ya te lo avisé
Mirtha: No sé si voy a poder soportar verla así
Abraham: (le pone la mano en el hombro) Tenés que soportarlo. Vos me dijiste que querías ayudar
Mirtha: (asiente) ...tengo un poco de miedo por la reacción de Nicohlas. Él no sabe nada de todo esto
Abraham: Si hay cualquier problema no dudes en llamarme, sí?
Mirtha: (asiente)
Abraham: Muchas gracias por todo
Mirtha: No puedo quedarme de brazos cruzados ante esta situación que están sufriendo, es un horror
Abraham: Y cada día empeora más. Ya no existe seguridad para nosotros en ningún lugar
Mirtha: Quiero saber algo antes de que te vayas
Abraham: Claro, decime
Mirtha: Los padres de ella...
Abraham: (baja la mirada) Lo único que sé es que su madre se contactó conmigo hace un par de semanas como ya te conté. La última vez que la vi, subió a su hija al tren, se dio media vuelta y se fue. De su padre no sé nada
Mirtha: (se lleva la mano al corazón) Dios mío, no me puedo ni imaginar vivir una situación parecida. Tener que dejar a mis hijos... (Niega con la cabeza) Es impensable para mí. Yo hubiera huido con los dos
Abraham: No es tan fácil Mirtha
Mirtha: Espero que todo este infierno termine pronto
Abraham: Yo también, pero hasta que termine tenemos que seguir soportandolo como podamos. Estoy seguro de que harás un buen trabajo cuidando a Emilia, Mirtha, confío en vos (sonríe) Nos vemos mañana
Mirtha: Hasta mañana
Abraham: (se va)
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¿Qué ves cuando cerrás los ojos?
Fiksi Penggemar«¿Qué ves cuando cerrás los ojos?» esa pregunta siempre me la hacía mamá cuando no podía dormir o tenía miedo. Era una especie de juego: Yo cerraba los ojos y, ella, a veces, me relataba paisajes de ensueño; otra veces lo hacía yo. Mundos imaginario...