23. Escápate conmigo.

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Por favor, si tenéis la oportunidad de pasarle mi novela a vuestras amigas o alguien que creáis que le gustará, por favor hacedlo, me gustaría llegar a más gente y que algún día pueda publicarlo <3

Y por favor votad, y cualquier comentario o sugerencia sobre la novela son aceptadas.



Hay tanta tensión en el ambiente que podría cortarse con un cuchillo. Llevo comportándome distante con Harvey desde que terminé la llamada con Henrik. Tal vez me sienta culpable, y tal vez aún no estoy segura de lo que estoy haciendo aquí.

Aunque... cuanta más luz entra a través del gran ventanal y cuanto más noto que desvía su mirada de mí, comienzo a pensar que quien está realmente distante es él.

¿No lo hice bien ayer? ¿Estará enfadado porque no pudimos... terminar? ¿ME ESCUCHÓ LLAMARLE HENRIK? Todo menos eso, por favor.

Lo peor de todo, es que sea lo que sea lo que nos pasa a ambos, los dos tratamos de disimular y actuar con normalidad. Ahora es más difícil perdernos entre besos, tener largas conversaciones sin silencios incómodos o darnos abrazos sin que fuéramos dos esculturas de hielo.

Harvey es el primero que intenta dejarlo todo apartado:

- ¿Qué quieres comer? Podríamos hacer unas pizzas, tengo todos los ingredientes y una masa del supermercado estupenda.

Tengo por seguro que si él lo intenta, yo también. Fingiré que lo de Henrik no ha cambiado nada en mí, ni ahora ni nunca. Fingiré que no era él con quién imaginé mientras perdía la virginidad.

Yo asiento y él me pregunta en varias ocasiones si me siento cómoda, me acaricia el tirante de mi camiseta.

Me mira despreocupado, no tengo ni idea de qué debe de estar pensando, antes me resultaba más fácil. Yo sonrío para que no note lo que me ocurre, aunque no creo que pueda llegar a imaginárselo del todo.

Cuanto más le miro, cuanto más me sonríe, más culpable me siento por cualquier pensamiento que haya invadido mi mente. Él sigue siendo increíble, y ese simple hecho me hace querer besarle como si así pudiera pagar mi penitencia.

Me coge de la nuca con fuerza y me besa. Eso me hace recordar lo mucho que él me atrae y lo mucho que me hace sentir querida. Él jamás me haría algo que pudiera hacerme daño, ni mucho menos todo lo que llegó a hacerme Henrik en el pasado, aunque tampoco podría llegar a hacer lo que él hace por mí en el presente.

La situación comienza a subir de tono muy rápidamente, él mete los dedos por debajo de mi camiseta.

El fuego en mi interior no para de crecer y sé que volveremos a hacerlo, o al menos a intentarlo. Esta vez... prometo hacerlo exclusivamente con él. Permanezco varios segundos fijada en Harvey para no olvidar su cara en ese delicado momento.

Él se agacha hasta levantarme para volverme a poner encima de la encimera, abro las piernas y no duda en meterse entre ellas. Sus besos descienden hasta mi cuello y decide añadir unos intensos lametones que me provocan un escalofrío que me obliga a echarme hacia atrás para disfrutarlo.

Sube con ansias mi camiseta y la deja por la zona de la clavícula, dejando desprotegidos mis pechos. Pensé que jugaría con ellos, pero no pierde el tiempo y me ayuda a quitarme los pantalones y las bragas, dejándome completamente desarmada.

Esta vez, siento menos vergüenza y más deseo.

Sus manos recorren mi intimidad y esta vez sabe perfectamente los movimientos que me gustan.

- Estás mojadísima -jadea.

Le aparto de un fuerte manotazo, quiero tomar el control. Alcanzo el comienzo de sus pantalones y se los bajo de un solo tirón, sus bóxers caen con ellos. Sorprendido, vuelve a bajar hasta alcanzar uno de sus bolsillos y saca un condón. Rompe el plástico con los dientes y se lo coloca a lo largo de todo su miembro. Se pega a mí y roza su polla contra mi vagina. Él esboza una sonrisa maliciosa y sé que esto va a gustarme.

LA CHICA CON EL ALMA DE HIERRO | Libro I Y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora