25. Totalmente aturdido y perdido.

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Es su calor corporal capaz de enfurecer al penetrante frío que me hace estremecer, es agradable sentirlo mientras caminamos de vuelta al baile. Ambos sabemos que debemos darnos prisa para llegar a tiempo a la cena, pero a él no parece importarle demasiado. Henrik sólo está enfocado en el camino, pero yo no puedo resistirlo más:

- ¿Le pedirás disculpas a Heather?

Él emite un gruñido, pero confío en que esta noche las estrellas están alienadas a nuestro favor, una vez más.

- Supongo.

Sé leer las muecas de sus labios, con lo que decido mantenerme callada hasta que lleguemos, pero es él quien me sorprende pues parece tener también preguntas:

- Supongo también que tú seguirás con Harvey como si nada. -Y me molesta que suene a afirmación, no a pregunta.

Asimilo sus palabras por varios segundos, pero resultan ser tantos que antes de darme cuenta ya hemos llegado a la puerta principal, y yo no he sabido qué contestar, pero él esboza una sonrisa maquiavélica. Hemos llegado al baile, yo le he llevado a la boca del lobo y aquí se separan nuestros caminos si ambos queremos mantener intactas nuestras relaciones.

Mi garganta no ha podido evitar rasgarse por ese ardor cuando he visto la cara de Heather al percatarse que era Henrik quien la ha sorprendido por detrás, él la cogía por la cintura y ella aprovechó ese lazo para entrelazar sus brazos. Pero lo que más dolió, fue el beso posterior.

No puedo apartar la vista de ellos, siento esa necesidad de controlar cada escena como si en un universo paralelo yo pudiera ser ella y no la chica del vestido rojo con el corazón roto.

Siento una respiración justo a mi lado, es él, y sabe exactamente lo que estoy haciendo. Por suerte, antes de que pueda preguntar y yo quede atrapada, Haley y Shay aparecen a nuestro lado:

- Pensábamos que no llegabas para la cena -comienza Haley.

- Sí, Haley ya había planificado comerse ella sola todo tu menú -chiva Shay.

- Se me hizo tarde.

- ¿Haciendo qué? -Harvey aún está frunciendo el ceño y su mirada es fría y distante.

Pero no puedo escapar, no cuando me doy cuenta de que sus mejillas tienen restos de lágrimas e incluso algunas de sus pestañas. Es temor lo que hay en sus ojos y no es venirme arriba cuando me doy el placer de afirmar que todo esto es por mí, porque él sí me quiere y yo estoy mintiéndole a la cara, haciéndole justo lo que tanto temí que alguna vez me hicieran a mí.

Pero tampoco olvides que ocurre algo entre él y Heather, es algo que no podemos pasarlo por alto.

La madre de Henrik me ha llamado suplicándome para que le convenciera para venir -digo convincente, todos asienten.

Miro a mi alrededor y el baile está tal y como lo dejé. Todo ha continuado sin mí, sin embargo, mi mundo sí se detuvo cuando me di cuenta de que él no estaba aquí. El planeta dejó de girar al no saber dónde estaba él, ni si estaba bien.

Harvey me ofrece su brazo cuando Lynn agarra el micrófono de nuevo y se sube al escenario, pero yo no dejo de observar a Henrik y Heather tomando como ventaja que quedamos justo detrás de ellos. Total, no puede pillarme, él sólo la mira a ella.

- Queridos estudiantes, ha llegado la hora por la que todos hemos esperado con tanta emoción... en cuestión de minutos sabremos quiénes son el rey y la reina del baile. Así que, sin más dilación, quiero invitar a subir al escenario a nuestra querida secretaria, la señora Russell, quién me entregará el sobre con los nombres.

LA CHICA CON EL ALMA DE HIERRO | Libro I Y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora