Su deseo de librarse de lo desconocido gritaba por dentro y que dejase de adormecerse. Abrió los ojos, por fin un alivio la invadió al ver al Ángel frente a ella. Había regresado. Pero la pesadez de su cuerpo era amarga, jamás se había sentido tan cansada y desorientada mentalmente. Su cordura estaba siendo cuestionada ante lo que no podía explicar.
—¡Has vuelto! —El ángel se encontraba encorvado sobre una piedra—. Pero fallaste, te quedaste inconsciente cuando te dije que no lo hicieras.
—No pude evitarlo... Siento que voy a vomitar, tengo una extraña sensación de vacío por dentro, me aturde, es como si hubiera muerto o no sé si la muerte se sienta de esa manera. —dijo con una sonrisa vacilante—, encontré a mi hermana. Creo que hice algo, aunque no estoy segura del porqué, vi un resplandor en su brazo, la toqué, después de eso viaje a quien sabe dónde.
—¿Quién es exactamente tu hermana? ¿Por qué tanto interés en ella?
—Ella resultó ser la nueva Meraki. —Explicó Raizel con tono desconcertante—. Es una especie de vinculo, poder y vitalidad, quiero decir...
—Lo sé. —Intervino el Ángel—. Es la reencarnación del primer vinculo, los primeros mundos, el primer sacrificio. La vitalidad. El cosmos ha de haber intervenido para unirlas a las dos en una misma familia. Eres la otra cara de la moneda. En los primeros años de la tierra la existencia de los mortales siempre se vio como un cataclismo inevitable. Jamás entendieron la gracia de la vida en la que ellos han sido albergados.
—Lo único que importa ahora es salvar a Eileen. ¿Y mis antepasados, interactuaban con los mortales?
—¿Cómo crees que algunas civilizaciones hacían sacrificios a la madre naturaleza? No comprendieron la filosofía de la vida que les enseñó, los Clarianos trataron de explicarles la importancia de mantener el balance sobre la tierra. ¡Jamás advirtieron las consecuencias de sus actos! Y muchos siguen sin entender. Las primeras civilizaciones ofrecieron sacrificios, vidas humanas, creyeron que con eso sanarían a la tierra de la destrucción, otros con posesiones valiosas, inútiles al final de todo. Ellos pudieron cambiar el curso de la historia, pero los humanos que proclamaron a tierras y a sus iguales como suyos se dividieron conduciéndolos a su propia destrucción, por lo que los Clarianos nacieron para ese cambio, ser el alimento para la vida de la tierra.
—Eso quiere decir que nuestra existencia es ser solo una herramienta. —Raizel enfureció al escuchar aquellas palabras— ¿Quieres decir que mi hermana es la ofrenda al Ida? ¿y para qué? ¿Ser una fuente de alimento para mantener vivos a los mortales? Mi hermana no debe ser nada de eso. Entonces lo mejor fue dejarla fuera del alcance de todos.
—Todos tienen un rol que cumplir, el suyo es ser el adminículo para la vitalidad de la tierra. Veo que aún no entiendes que se ha desencadenado con todo esto. ¿Eres tonta o qué? —El Abaddon mostró un semblante juicioso.
—No lo comprendo, ¿que hice mal? —Raizel no lo entendió—. Si vas a decirme que he hecho mal, ¡hazlo! Amonéstame en lo que he fallado.
—No estoy de broma Raizel, usar el Delta Luminoso tiene un precio. Debes de sacrificar algo, en tu caso —se puso serio— ¡Tonta! ahora estas atada a la Fuente, no robaste el don de tu hermana; le quitaste la conexión que unía Eileen con Siel Eso significa —elevó la voz—, que ahora la portadora del vínculo con el Ida, eres tú. Es el precio que debes pagar, ¿podrás con esto? Ni siquiera te imaginas lo complicado que es, no tienes escapatoria, ni poder para soportarlo.
—¿Qué? ¡No puede ser! —Raizel se quedó en seco— ¿qué debo hacer ahora? ¿Y si Lain mata a Eileen ahora que no le queda nada? Y si por ello los miembros del consejo deciden abandonarla.
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ADMONICIÓN
FantasyPortada elaborada por @Meganhezert LIBRO -I- TRILOGÍA "GLORIA Y DESTRUCCIÓN" Un mundo atado a una maldición empieza a desmoronarse por los actos humanos en contra de la Tierra. Para mantener el balance en Clarus y evitar su extinción emerge la po...