Capítulo 35 Como Antes

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POV ______:

   -¡Finnie! ¿Quien vino? -escucho una vocesilla.

   -¿Finnie? -pregunto ofendida e incrédula.

   -Es... -se lleva la mano a la nuca, esto lo hace cuando esta nervioso-. Es Annie. Vino hace un rato -mi cara cambia al escuchar ese nombre. Annie. Otra vez ella. Unos segundos después aparece su cabeza pelirroja detrás de Finnick.

   -Ahhh es ______ -a ella también le cambia la expresión de la cara. Sonrío con falsedad.

   -¿Qué era lo que me estabas diciendo? -pregunta Finnick sin notar la tensión que hay en el aire y volviendo a poner su sonrisa.

   -Noo, nada. Mejor los dejo solos -antes de voltearme para irme veo que Annie dice algo inaudible, pero logro leer sus labios un "sí, mejor". Pongo los ojos en blanco y me volteo, pero antes de caminar me toman del brazo.

   -No es necesario. Si quieres te puedes quedar, no hay problema ¿cierto, Annie? -me pregunta el ingenuo de Finnick.

   -Sí, no hay ningún problema -lo respalda Annie, pero esta con falsedad.

   -¿Lo ves? Pasa -y se corre a un lado de la puerta para darme permiso.

   -Gracias, pero...

   -Finnick, mira que ella no quiere, no le insistas más -dice Annie con indiferencia.

   -Esta "ella" tiene nombre por si no lo sabias ahora lo sí, y además, acabo de recordar que tengo cosas más importantes que hacer -y sin despedirme ni esperar la reacción de Annie, comienzo a caminar rápido hacia mi casa.

   A penas estuve fuera de la Aldea de los Vencedores y en un lugar donde sé que no me alcanzan a ver empiezo a correr mientras las lágrimas bajan por mi mejillas. Las limpio bruscamente con mis manos. ¿En qué estaba pensando al ir allá? ¿A donde quería llegar confesándole mis sentimientos a Finnick? No debí haberle hecho caso a Sebastián. Debí imaginarme que así como yo le conté todo, casi todo, a Sebastián, Finnick también busco alguien en quien confiar y quien más que Annie, y ella debió aprovechar la ocasión para acercarse a él. Paro en seco y miro a mi alrededor; todo se ve tan tranquilo. La gente camina de un lado a otro sin siquiera voltear a mirarme, como si fuera invisible y puede sonar raro, pero me gusta esta sensación, me gusta no ser el centro de atención ni ser la sombra de nadie, a pesar de haber aparecido tantas veces en público con Finnick, no sé como, pero aquí soy una total extraña.

   Camino hasta unas banquitas y me siento. Aunque ya estoy más tranquila, sigo llorando en silencio un rato.

{...}

   Perdí la noción del tiempo y no se si he estado aquí durante minutos u horas, pero estado más tiempo si no hubiera llegado Christian a despertarme.

   -¡______! Despierta -Chris agita su mano frente a mi cara, es la enésima vez que alguien hace eso hoy. Al parecer me quedé dormida mientras lloraba porque siento como si tuviera algunas partes de mi cara pegadas.

   -Dime, ya desperté -paso mis manos por mi cara mientras doy un largo y perezoso bostezo. Me quedo mirándolo con una mirada somnolienta.

   -¿Has estado llorando? -me pregunta. Niego con la cabeza y con mis manos vuelvo a restregar mi cara-. ¿Cuanto tiempo has estado aquí? -levanto los hombros con indiferencia y hago una extraña mueca con mi boca-. ¿Y por qué estas aquí sola? -voy a contestar de la misma manera, pero recuerdo el motivo y mis ojos se vuelven a llenar de lágrimas. No quiero que Chris me vea así, por lo que volteo mi cara y miro hacia cualquier otra parte. Ambos nos quedamos unos minutos en silencio.

No Es Solo Una Máscara - Finnick Y Tu (THG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora