Capítulo 31 Joven Celoso Odair

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POV ______:

   -Ten cuidado con todo lo que hagas y todo lo que digas. No dejes que nadie divulga que lo de ustedes no es real. Por favor, cuídate mucho -me tenso y mi piel se eriza al oírla, eso significa que ella sabe que todo es fingido, mas no me lo había dicho. Asiento levemente con la cabeza y nos separamos del abrazo.

   El presidente y un avox con mis maletas me acompañan hasta el auto que me va a llevar a la estación de trenes. El avox guarda las maletas en la parte trasera del auto mientras que el presidente camina hacia la otra puerta y entra al auto. Abro la puerta pero antes de entrar, me volteo y me despido una última con la mano. Me siento en la cómoda silla y cierro la puerta. El auto arranca y después de pasar unas cuadras el presidente me dirige la palabra:

   -Recuerde señorita Arias, no vaya a cometer ni a decir ninguna estupidez cuando regrese ni nunca y no le mencione esto a su queridísimo Finnick o habrá consecuencias ¿me entiende? -dice con la mirada al frente. Yo solo asiento, sin ser consiente de que como no me esta mirando no se da cuenta-. ¿Me entendió, señorita Arias? -repite, su tono se volvió más duro, pero sigue sin dirigir su mirada hacia a mí, así que resignada, me toca responder.

   -Sí señor, como usted diga -el presidente ríe malicioso y después de eso, ninguno de los dos vuelve a decir nada. Apoyo mi brazo en la ventana y recuesto mi cabeza en mi mano para mirar las calles del Capitolio. Las personas con sus extravagantes y raras pelucas y ropa caminan de un lado a otro felices, sin darse cuenta que su presidente es una cruel serpiente, pero claro, como toda esta gente nunca ha estado en los distritos no saben lo que se puede llegar a sufrir, sé que mi distritos es de los que tiene mejores condiciones, tanto que somos profesionales, pero también sé que los distritos más bajos sufren mucho y mantienen en condiciones mediocres, las personas mueren de hambre y de frío. Esta gente tampoco sabe que es ver a sus hijos, vecinos o cualquier niño de entre 12 y 18 años sufrir el día de la cosecha, temiendo ser elegido y tratar de sobrevivir a los juegos, el dolor de sus padres al ver morir a su hijo... toda esta gente no sabe nada de esto, no son consiente. Tarde o temprano, algo tiene que pasar para que todo este sufrimiento y corrupción cambie, para que todos volvamos a ser libres y por un gobierno justo.

   Sin darme cuenta, llegamos a la estación. Bajo y salgo corriendo a abrazar a Finnick que me estaba esperando. No nos habíamos visto desde hace una horas en la coronación y no nos habíamos abrazado desde hace uno o dos días. Él me corresponde el abrazo. Nos separamos cuando vemos que el presidente se nos acerca. Camina con elegancia y la mirada hacia arriba con superioridad. Detrás de él, veo que un sirviente pelea con mis maletas y las logra llevar hasta el tren.
Cuando está al frente de nosotros nos dice:

   -Señor Odair, espero que lleguen muy bien al distrito 4 y que los reciban agradablemente -dice eso mirando a Finnick, después se volverá la cara y me mira a mi-. Y señorita Arias, recuerde lo que hablamos -su tono cambió a uno las sombrío. Asiento con la cabeza, pero no pienso dirigirle una palabra más a este horroroso hombre mientras pueda-. Que tenga un buen viaje, los dos -asiente con la cabeza, se voltea y se va. Mientras lo vemos alejarse suelto el aire que involuntariamente había estado reteniendo.

   -¿Qué te dijo? -pregunta Finnick serio.

   -Nada -y antes de que me siga interrogando, camino rápido hasta el tren y sin pensarlo dos veces, entro en este sin siquiera voltear a mirar atrás. Sigo camino dentro del tren buscando alguna habitación vacía para descansar en paz, pero al parecer el destino no quiere lo mismo que yo y hace que me encuentre repentinamente con Raquel, asustándonos ambas.

   -¡Ayyy ______! -se pone la mano en el pecho y respira agitada-. Me has pegado un susto de muerte -le sonrío amablemente pero con desgano y me escurro por un lado de ella para seguir mi búsqueda.

No Es Solo Una Máscara - Finnick Y Tu (THG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora