Casualidad de la Vida (killerRich)

Capítulo 3

Rich se encontraba maravillado por la construcción que tenía al frente de sus ojos. La casa era de madera, el techo tenía lozas color verde las cuales contrastaba con el color café de la madera. Se podía ver que algunas de las paredes eran blancas, ya que había enredaderas por la casa que opacaban su verdadero color, dándole un aspecto más cálido al hogar, tenía dos chimeneas, que le daban el toque final al lugar. Esa casa opacaba a las demás por ser una de las más grandes y también por ser una de las más bonitas. O bueno, eso pensaba el omega.

(La casa era algo asi)

-A que te gusta el diseño de mi casa. La construi apenas me mude por esta zona. No es la gran cosa, pero me satisface como quedo el resultado - Dijo Killer antes de entrar a su casa.

"Claro, tras de ser un alfa guapo domador de lobos, es un arquitecto de primera. Que falta, que sea un mago capaz de tener un muñeco de nieve parlante que no pueda derretirse en mera primavera o que." Pensó Rich mientras se sentaba con cuidado en un sofá. Este miraba atento el interior de la casa.

El interior no era la gran cosa, tenía una cocina, unos sofás, unos ventanales de diferentes colores, unos frasco para pociones, plantas, una mesa en donde se encontraban regados diferentes papeles, un muñeco de nieve... ¿¡UN MUÑECO DE NIEVE!?

-¿Pero qué caraj...? - Ni siquiera pudo terminar la palabra. Que casualidad, Rich se encontraba con el mismo Dios enfrente suya.

- Ah, pero donde estan mis modales. ¡Yeti, ven a saludar a la visita! - Llamo Killer.

El muñeco de nieve se giró hacia donde estaba Rich. Tenía una cabeza de calabaza, y pos como lo dice el nombre, estaba hecho de nieve. Lo que le sorprendía al omega era...¿Como diantres hacía para no derretirse con el calor que estaba haciendo?

- Pero Killer, porque no me dijiste que íbamos a tener visita. Me hubiera por lo menos arreglado - Dijo Yeti con un acento un tanto raro y divertido para Rich. "Ah, tras de eso el muñeco de nieve sabe hablar, que casualidad" ironizó el menor.

Killer se rio por el comentario de Yeti. Luego se dirigió hacia la cocina. - Rich, el es Yeti. Yeti, el es Rich. Me lo encontré cuando estaba yendo a por madera. Se dobló el tobillo y no puede caminar. Espero que le puedas ayudar cuando necesite algo. - Dijo Killer mientras cogia una taza que habia en la cocina - Oye Rich, ¿quieres té o chocolate? - Pregunto el peligris.

Rich no podia responder. Demasiada informacion había obtenido como para pensar en una respuesta a una pregunta que hasta un crio de 3 años podía responder.

- Te comió la lengua el gato o que - Dijo Yeti acercándose al omega.

Rich pudo despertar por décima vez de sus pensamientos, un poco enrarecido por la situación en la que se encontraba. - Eh.. no quiero nada, en realidad, solo necesito bendar mi tobillo para poder seguir con mi camino. No se esmere en darme comodidad. - Exclamó el de piel grisácea con la mayor educación posible.

- Hombre, ya te he dicho que no te haré daño. Además, no creo que puedas caminar por unos dias con el pie así. Solo quiero ayudarte, nada más. Te quedarás aquí hasta que te mejores y podrás marcharte para seguir con tu misión.- Respondió Killer sin mirarle a Rich en ningún momento. El menor se sorprendió por lo educado que era aquel alfa, y claro que no le tenía miedo, pero le preocupaba el cómo estaba actuando su omega interior - Entonces Rich, ¿chocolate o té?

EL pelinegro sin mas remedio, suspiro y contesto - Chocolate, por favor -

...

Había pasado una hora, solo una hora y Rich sentia que habia pasado un dia completo. En todo ese tiempo lo unico que habia hecho era ver una y otra vez la casa. No quería entablar una conversación con los que estaban presentes, además, en qué momento decidió que le pasase todo esto.

-¿Entonces... dónde voy a dormir? - Pregunto el azabache para llamar la atencion de los que estaban hablando.

- Mmm tengo una habitación de invitados, si quieres te cargo hasta allí y luego voy a buscar ropa con la que estes comodo para dormir, ¿Te parece? - Dijo killer para acercarse a Rich y agacharse.

El menor solo le quedó asentir y hacerle caso al alfa. Ya cuando Killer logro subir las escalera y entrar al cuarto, lo dejo en la cama para invitados, lo recostó, dejó la maleta del menor en una silla y salió de la habitación.

A Rich sólo le quedó esperar. La cama era cómoda, y el ambiente era tranquilo, solo había un inconveniente... y es que todo la habitación estaba impregnada por el olor del alfa, y eso no ayudaba para nada a que su omega interior se tranquilizase.

Al cabo de unos minutos, el anfitrion entró a la habitación dejando la ropa a un lado de la cama. - Aqui te traje la pijama. Puedes cambiarte en el baño que está en fuera de tu cuarto a la derecha. Si necesitas ayuda para caminar me avisas. Vuelvo en unos minutos - Dijo para luego marcharse.

Rich gateo en la cama para poder coger la ropa que le habia traido Killer y se dio cuenta de que la camisa que le había prestado le podía quedar un poquito más grande de lo normal.

Ya que este no le gustaba ser dependiente de alguien, decidió ir hasta el baño a punta de saltitos. El viaje hasta allá se le hizo eterno y difícil, pero consiguió llegar. Ya adentro se despojó de todas sus prendas y empezó a ponerse las que Killer le había prestado. Sus sospechas eran cierta, la camisa que le había prestado le quedaba gigante. Le llegaba casi a la mitad de sus mulos. Se sonrojó intensamente por eso, y también porque la olía a café con vainilla. Ese olor nunca lo iba a abandonar en todos esos días.

Con el mismo esfuerzo de antes volvió a su habitación, no sin antes avisarle al muñeco de nieve que no lo molestaran mientras intentaba quedarse dormido. Ya adentro apago la luz y se cubrió de pies a cabeza con una manta.

Rich aún podía analizar todas las cosas que le había pasado en solo un dia. De empezar con las mejores energías para luego acabar con el tobillo esguinzado en casa de un guapo y alto alfa el cual era arquitecto y mago. Obviamente contando al extraño muñeco de nieve parlante con acento peruano.

...

El menor lo único que hacía era darle vueltas y vueltas a la cama. No podía conciliar el sueño, mucho menos por el olor a cafe con vainilla, que ocasiona que su estómago estuviese actuando raro y que se le acelerase el corazón a cada segundo. El nunca se había visto metido en una de estas situaciones, ni mucho menos sabía que su omega reaccionaria de tal forma al ver un alfa. Cabe destacar que Rich si había hablado con otros alfas en diferentes ocaciones, pero ninguno había sido capaz de ocasionar tal revuelto en sus pensamientos.

Y lo que más pensaba rich era en una cosa. Que eso apenas era el primer dia.