Capítulo 22

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Así como lo había pensado Rich, toda esa semana fue llamado a buenas horas de la mañana para poder ayudarle con un mecanismo al supuesto "rey de la redstone". Quería quedarse un poco más tiempo con Killer, pero supuestamente Tonacho, era de suma importancia que estuviera con él en esos días.

- Entonces me dices que sabes como usar la piedra rojiza - Dijo Tonacho acercándose hacia el omega para darle aquel material con algunos repetidores y comparadores.

- Más o menos. Se alguno que otro truco, pero no se si sea suficiente.

- ¿Por lo menos sabes hacer un reloj de prestone?

- Eso sí - Contestó el ojinegro dejando las cosas en el suelo.

- Entonces con eso me basta. Podrías organizar algunos por ahí- Apuntó Tonacho hacia un lugar detrás de los árboles - Con unos cuantos repetidores bastarían.

Y comenzaron los dos a poner piedras rojizas, repetidores, comparadores, palancas y alguna que otra cosa cerca de los cultivos. Se demoraron unas en total unas tres horas (sin contar las horas de descanso y pereza) Cansados de tanto trabajar, ambos se tiraron al verde césped de la zona, reposando un poco las energías.

- Eres el único que conozco aquí que sabe usar bien la prestone - Solto Tonacho, el cual se encontraba acostado boca arriba en el césped con sus manos en la cabeza, simulando una posición de descanso.

- Hubo un señor en un pueblo que me prestó un poco de redstone cuando iba comprando algunos minerales, y me enseñó su funcionamiento y sus algunos usos básicos... Aunque aun me cuesta saber para que son los comparadores... - Decía mirando hacia el huerto que tenía el mecanismo - ¿Vemos si funciona?

- Claro, luego que no le salte agua a la prestone y nos arruine las tres horas de trabajo - Exclamó parándose de un salto - ¿Quieres activar la palanca? - Rich le sonrió para asentir. 

Fue hasta un costado de los maderos que sostenían el cultivo, y bajo la palanca. Agua guardada de unos dispensadores empezaba a salir, haciendo que pequeños rayos de sol se chocaran contra este líquido, haciendo la escena bella para el ojo. Se dieron cuenta de como los cultivos se empezaban a caer lentamente, siendo arrastrados por las corrientes de agua hasta unos dispensadores, empezando a guardarse automáticamente sin ningún esfuerzo.

- ¡Funciona! - El azabache miro con alegría su aportación - Tres horitas bien gastadas - Suspiro mirando al hombre. - Bueno, mejor yo me voy yendo, que me quede de encontrarme con Cris...

- ¡Espera! - Exclamó Tonacho dejando su posición de lado, llamando la atención del omega.

- ¿Que pasa? - Pregunto enrarecido el omega por la reciente actitud del beta - ¿Necesitas algo más?

- Eh... - Susurraba con un poco de nerviosismo, aunque se le notaba que intentaba disimular su actitud - Podrías traer unos cuantos troncos de madera de roble...

El ojinegro se quedó mirando a su amigo - Claro claro, pero no te pongas nervioso. - Respondió para por lo menos poder calmar a su compañero - ¿Sabes dónde está el hacha?

- Enfrente de ese árbol, cerca a los dispensadores - Apuntó el oji rojo, viendo como el omega empezaba a acercarse a la herramienta. - Te veo luego - Fue lo último que escuchó el administrador

- ¿Que? - Pregunto volteando su cabeza, solo para encontrarse con que estaba solo - Porque se encontraba tan nervioso... - Susurro para sí mismo, tomando el hacha en su mano para encaminarse hacia el bosque.

Casualidad de la Vida (killerRich)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora