Casualidad de la Vida (killerRich)

Capítulo 15

El ambiente era frío, se veía todo blanco alrededor. Estaban en el último mes del año, esperando a la navidad y al cierre oficial del año. Era la primera vez que Rich celebraba esto acompañado de tanta gente.

Cabe destacar que aquel pueblo tenía una tradición muy curiosa, algo que hacian antes de la navidad; se llamaba amigo secreto. Consistia en que les daban un papel a cada uno con el nombre de alguien, a ese alguien le tenias que hacer un regalo para el 25, obviamente, se debía mantener en secreto el nombre de la persona que te había tocado.

Los copos de nieve empezaban a caer por la zona. Rich para ese día se encontraba en casa con Killer, ya que la nevada obligó a todos a quedarse en casa. En ese momento el azabache se encontraba enrarecido mirando un papelito, no sabía si era casualidad de la vida, pero justo el papel el cual decía quien le había tocado de amigo secreto tenía escrita la palabra Killer.

Miro hacia el peligris, el cual se encontraba en ese momento leyendo un libro. Un pequeño sonrojo se le presentó en sus mejillas. ¿Que le podria regalar a Killer? Se preguntaba el omega.

Guardó el papel en uno de sus bolsillos y se encamino hasta la cocina para poder servirse un vaso de agua, luego fue hasta donde estaba la chimenea, sentándose cerca de ella.

- ¿Tienes frío? - Le pregunto Killer alzando su vista del libro, a lo que el omega asintió en silencio dándole un sorbo a su vaso. El mayor se levantó de su lugar y subió las escaleras, para luego volver con dos mantas, una roja y otra gris, entregando una de estas al ojinegro. - Ten

Y fue ahí donde el omega tuvo una idea de lo que le iba a dar. Había estado suficiente tiempo con él como para saber que a él no le gustaba que le diesen dinero o algo demasiado caro. Por eso quiso envés de comprarle un regalo, hacerle el presente desde cero. Por lo menos se valoraria su esfuerzo.

Una vez que Killer se obligó a salir por más madera para la chimenea, Rich aprovechó para empezar a preparar el regalo que le iba a dar a Killer. Subió al cuarto de este para coger unos hilos que le había regalado alguna vez Nia a Killer. Ya en sus manos, salió de este dejando todo organizado para entrar al suyo y guardar los hilos en su mochila.

Bajó hacia donde estaba la cocina para poder empezar a hacer lo que almorzarian ese dia. Saco algunas verduras y un poco de harina, queso, leche, entre otras cosas. Ya pasada media hora, Rich se encontraba sentado en el sofá esperando que la comida yas e hubiese calentado lo suficiente en el horno cuando oyó como la puerta se abría de golpe, dejando ver a un alfa congelado tirando las maderas en el suelo.

- No vuelvo a salir en meses. - Dijo cerrando la puerta para entrar a la casa - Hace un frío que te cagas.

El omega río por el comportamiento del alfa para luego levantarse del sofá e ir a por las maderas. - Tranquilo tio, tu ve a bañarte con agua tibia mientras que yo me ocupo de poner esto en su lugar.

- ¿Y que vamos a almorzar?

- Ya me encargue de eso - Exclamó el omega levantando algunos pilares de madera.

El peligris le sonrió temblando del frío para correr hacia las escaleras y subir al segundo piso con prisa.

Los días pasaron así, con Killer yendo a por madera (si es que les faltaba) y con el pobre Rich matandose las manos para tejer un suéter como regalo para el amigo secreto.

Un dia el alfa decidió tomarse un día entero para decorar la casa con el azabache, poniendo algunos lazos rojos, guirnaldas, bolas brillantes, muñecos del Yeti y el árbol navideño. Ah, y un pacheco con gorrito de navidad.

- Rich, pasame las lucecitas de allí - Exclamó el mayor, que se encontraba armando el árbol.

El de piel grisácea sin mirarle movió su mano, creando una corriente de viento para hacer flotar las lucecitas y así dárselas a Killer.