Casualidad de la Vida (killerRich)

Capítulo 4

La noche pasó tranquila para el omega. El único inconveniente era el olor, pero nada más.

El pequeño omega se despertó cuando pudo observar desde la ventana de su cuarto se esparcieron los pequeños rayos de luz, avisando de que un nuevo dia habia empezado.

Un poco desorientado, Rich intento pararse del suelo para observar la habitación, pero cuando intento apoyar el pie, un dolor fuerte se creó cerca de su tobillo - Me cachis en... ash, cierto que tengo el tobillo jodido - Se quejo.

Sin más remedio el pelinegro se volvió a acostar en su cama con sumo cuidado para volver a intentar dormir, pero hubo algo que lo desconcertó.

- ¿Desde cuando está esto aquí? - Se pregunto

Junto a la ventana, se encontraba un tallo de rosa el cual traspasaba la ventana, metiéndose dentro de la habitación. Rich con dificultad se movió a saltitos hasta la ventana para apreciar el tallo que recien habia aparecido, pero desgraciadamente al omega se le fue el equilibrio, cayendo al instante. Rich se quejo, y estaba a punto de gritar para que le ayudarán, pero las palabras quedaron atragantadas cuando vio que el tallo había empezado a crecer al instante.

- Qué... - Dijo. Después de ver eso, Rich vio como algo brillaba desde la camisa que le había prestado Killer. Era el amuleto, el cual había empezado a emitir un tenue brillo.

El de pelo negro quiso confirmar si realmente el collar habia empezado a emitir esa luz, pero antes de que por lo menos pudiera sacarse el amuleto al aire, alguien lo habia interrumpido.

- Porque no me avisaste que te habías despertado. Por lo menos te hubiese preparado el desayuno - Y ahí estaba Killer, apoyado en el marco de la puerta de la habitación con los brazos cruzados.

Rich se sobresaltó por la llegada del alfa. Aun en el suelo, se volteo hacia donde estaba Killer con cara de tener pocos amigos, aunque eso no ocultaba el gran sonrojo que tenía en sus mejillas.

- ¿Hombre, y esto? - Exclamó el de pelo gris, acercándose al tallo. - No la había visto antes. ¿La trajiste tú?- Preguntó

El omega con un puchero en sus labios, alzó sus manos de manera dramática para luego apuntarlas hacia su tobillo con cara de pringado, como diciendo "Nooooo, miraaaa"

- Jajaja, ups, pequeño detalle que se me había olvidado - Dijo soltando unas risitas.

Mientras tanto, Rich estaba en el suelo, aún desconcertado por el suceso de la planta. Este no se dio cuenta de que killer se estaba acercando al lugar donde estaba tirado. Ya cuando se dio cuenta, el alfa estaba prácticamente a centímetros suyos, sosteniendo su cara con sus dos manos.

- Mmm, no me habia dado cuenta, pero tus ojos son diferentes. Son negros y tienen una pupila blanca. Me gustan -

Enhorabuena Killer, has conseguido el progreso de causar un cortocircuito a un tsundere. Felicidades.

El ambiente se había vuelto un poco pesado. Básicamente si alguno de los dos movía su cabeza hacia adelante podría causar que sus labios chocasen. El sonrojo del pelinegro había aumentado a más no poder. Quería hablar, pero su vergüenza hacía que ningún sonido saliera de sus cuerda vocales.

Killer al notar el sonrojo del menor, rio. Luego de esto cogió el cuerpo de Rich para después cargarlo al estilo princesa.

- ¡P-pero qué haces capullo! - Grito Rich, avergonzado a más no poder.

- Cargarte hasta el primer piso. - Respondió - Abajo nos está esperando alguien que podría ayudarte a curar esa herida. O por lo menos ayudarte a poner una venda. - Dijo mientras bajaba las escaleras.