Capítulo 26

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Los días se pasaban de la manera más corta posible para la pareja. Después de ese primer encuentro, lleno de sentimientos encontrados, pudieron disfrutar algunos tiempos con la compañía del otro, solo con el pequeño inconveniente por parte del omega de no poder caminar bien del todo, aunque fue muy poco tiempo, nada de qué preocuparse.

Como se dijo antes, Rich no había querido salir en esos días afuera de su casa por dos simples razones. Razón número uno; el dolor de sus caderas era mil veces peor que el que sintió cuando su tobillo estaba esguinzado (y eso que se le paso rapido). Razón número dos; le costaba salir de la casa y mostrarle la marca que tenía en su cuello a todo el pueblo, pues aun le daba un poco de pena, ya que todos se imaginarian de un modo o otro la situación...

Se encontraba en casa preparando el almuerzo cuando sintió como algo en sí le molestaba. Aún le parecía raro poder percibir los sentimientos de su alfa, pero debía acostumbrarse y tomarlo como una simple ventaja, por lo menos para saber cuando consolarlo y calmarlo.

Escucho como la puerta de la entrada se abrió, dejando ver a un Killer cansado e incómodo entrar a casa.

- Hola... - Saludo un poco gastado el alfa mientras se dirigía al sofá sentándose de un tirón de él.

- Hola - Le devolvió el saludo el omega, dejando sus labores a un lado para dirigirse hacia donde estaba el otro - ¿Que paso ahora?

El mayor solo se le quedó mirando, para luego soltar un suspiro pesado y sobarse la cien con sus manos. - Resulta que no calculamos bien las medidas del terreno...

- Y les toca hacer todo de nuevo, me imagino...

- Ash... si.... Me cago en todo - Fue lo último que dijo para apoyar su cabeza en sus manos. Si que se encontraba estresado - Que putada tio

Rich solo se le quedo observando atento, pues el realmente no sabía cómo calmar a su pareja en una situacion asi. Claro, se llevaban conociendo desde casi un año y medio, pero aún le resultaba raro encontrar a Killer en estas situaciones, ya que el mayor siempre asemejaba estar tranquilo todo el tiempo ante la mirada de cualquiera.

Lo único que pudo hacer fue imitar las acciones que hacía siempre le hacía el peligris para calmarlo; acariciar sus cabellos.

Empezó con unos movimientos suaves con una sola mano, tendiendo con cuidado aquellas hebras color gris claro del contrario, generando un pequeño escalofrío en el contrario. Fueron solo dos minutos en el que estuvo haciendo esa acción, sintiendo como el otro se empezaba a calmar.

Le pareció muy tierno al omega como su pareja empezaba a tranquilizarse con solo aquella simple acción. Fue eso, hasta que sintió como el alfa abrazaba suavemente sus caderas, apoyando su cabeza en su torso, parando con sus caricias.

- Pero no te detengas - Canturreo el alfa mucho más calmado que antes, atrayendo el cuerpo del azabache suavemente, invitándolo a que se sentase en su regazo.

El menor solo rodo los ojos por la actitud de Killer mientras se reía por lo bajo. Acató la petición de su pareja, sentándose en las piernas del contrario mientras continuando con sus simples movimientos en los cabellos grises, observando como los ojos del mayor se cerraban suavemente.

- Todos allá afuera están preguntando por ti - Habló su pareja volviendo a abrir los ojos, mientras este le acariciaba la espalda a su novio - Piensan que estas enfermo.

- Y que sigan pensando eso me facilita las cosas - Reprocho Rich dejando su tarea para apoyar sus manos en el pecho de Killer.

- ¿Pero qué es lo que te cuesta? Que yo sepa ya puedes caminar bien

Casualidad de la Vida (killerRich)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora