Capítulo 1.9- Te amo

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- A donde vas?- preguntó al ver que la seguía

- Tenemos que trabajar- dije sintiendo como frenaba en seco

- Yo voy a ir a trabajar, quédate aquí y cualquier cosa que te digan o necesites, llámame- susurro acariciando mi mejilla

- Pero...- iba a seguir, si no fuera por su mirada, la cual, por primera vez, consiguió hacerme sentir inferior

- No te alejes de tu madre- susurro besando mi mejilla- es lo mejor que puede haber en este mundo- agregó haciendo una mueca, saliendo del lugar, volviendo a sentarme en las incomodas sillas

Qué hubiera pasado si yo hubiera estado con ella? En qué momento había sido? Qué la llevo a hacerlo?

Lo único que no me perdonaría es estar sentada en su escritorio, llegando a un estupido orgasmo, mientras que ella estaba matándose a sí misma, sabiendo que ya no debía hacerlo, porque tampoco lo hacía. La última vez que se fue papá; pasó lo mismo y ella había entendido, o eso creía, luego de saber que quizás había buscado esto

En estos momentos me planteo lo poco que disfrutamos juntas, las pocas veces que le dije un simple te quiero, o un gracias. Quizás hasta sin sentirlo, solo por costumbre, sabiendo que ella siempre me ayudó y me apoyo en todas mis decisiones. Hasta hace unos meses, cuando con lágrimas en los ojos, me dijo que debía encontrar trabajo, porque ella no podía más sustentar los gastos de las dos, porque en su trabajo comenzaron a tratarla como alguien mayor, que pronto sería reemplazada por alguien que cumpla con lo que ella ya no podía conseguir

- Puedes pasar a verla un momento- susurro una enfermera, permitiendome el paso, viendo todos los cables que salían de su pecho y como ese pitido molesto resonaba fuertemente

- Perdóname- sususrre en un hilo de voz- perdóname por defraudarte de esta forma, perdóname por no ser capaz de darme cuenta lo que estabas por hacer, perdóname por ser una hija que no te merece, porque tu corazón roto, aún funciona e intenta darle amor al mío, y yo sin darme cuenta no te lo devolvía, porque no fui capaz de prestarte atención, darte tu lugar y poder pasar tiempo juntas- agregue sintiendo las lágrimas recorrer mis mejillas- te amo, mamá- dije besando el dorso de su mano, saliendo al no aguantar verla así, tan vulnerable y yo sin saber que hacer para que ella vuelva a ser la de antes. Aunque eso sea imposible, porque ya lo intento. Pero sé que ahora sí iba a darle el amor y el cariño que se merece.

》Narra Poché《

Estaba llorando? Sí, lo estaba. La mañana fue tan aburrida que simplemente me permití darme un momento para mí, visitandola en el cementerio, llevándole ese gigante ramo que tanto se merecía, después de educarme de la mejor manera, defraudandola al seguir los pasos de Matu, cayendo en su juego, sabiendo perfectamente lo desilusionada que ella estaría

Como siempre hacía cada vez que la visitaba, me arrodille posando mis manos en mis muslos, agachando mi cabeza. Pidiéndole perdón por cada uno de mis errores. Por cada vez que no pensé. Por las veces que aún no pienso. Por ser una persona oscura para muchos, cuando lo único que necesitaba era tenerla a mi lado cinco minutos, para decirle todo lo que nunca le dije, odiando tener todos los lujos, sin tenerla a ella para estar a mi lado, viéndola descansar después de un agotador día de extenso trabajo, en el que volvía y se sentaba en su sillón favorito, el cual, aún se encontraba en mi casa, porque no tenía el valor de desprender mi único recuerdo suyo

- Te amo, mamá- susurre antes de irme, no sin antes prometerle que iba a volver a visitarla, y que le iba a presentar a una persona que me hacía recordarla demasiado, por su intento de darme amor, pero que solo no podía aceptarlo por mi cerebro atrofiado, al no ser capaz de pedirle un mínimo de amor, el cual, sé que ella me daría, recordandola una vez más, y de la mejor manera

Fui al hospital, no quería dejarla sola. Sabía perfectamente lo feo que puede llegar a ser ver a tu mejor amiga, a tu consejera, a la que siempre te cuido, en las buenas y en las malas; acostada en una cama sin dar señales de vida

Me acerqué a ella, viendo como se ponía de pie, acelerando mis pasos para abrazarla fuertemente, sintiendo como ella hacía lo mismo, mientras sus sollozos eran evidentes

- Ella va a estar bien- susurre intentando darle esa esperanza que quizás, en estos momentos no tenía

- Es fuerte, pero no creo que yo lo sea si es que le pasa algo- confesó secando sus lágrimas. Era mi momento

- Yo voy a estar siempre, cuando creas que ya no puedes más, simplemente ven conmigo e intentaré darte lo que necesites- dije sonriendole abiertamente

- Si me dices cosas lindas me ilusiono y no creo que sea buena idea- susurro haciendo una mueca- podrías sacarme de aquí? Un momento. No aguanto más estar encerrada- explicó y simplemente tome su mano, avisandole al guardaespaldas que me llame si recibía alguna noticia, aunque pareciera estupido, al no tener relación con la madre de Daniela, era obvio que podía hacer que él esté enterado de todo, sabiendo perfectamente el panorama para ella, intentando sostenerla, para que no le pase nada. Porque aunque tengamos dos contratos juntas, no me importaba darle su bienestar, sacando a relucir algo de amor aprendido por mi parte...

Mi Jefa- [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora