Capítulo 1.23- Vete

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(Maratón 1/3)

Ambas bajamos con mis valijas, dispuestas a dejar mis cosas y entregarle las llaves que me había dejado, si es que mi madre no las había encontrado

- Mamá?- pregunté tranquila, prendiendo la luz de la entrada, viendo todo perfectamente acomodado

- Hola hija- mierda, si había vuelto, algo malo estaba pasando. Bueno, estaba al lado de la que todos suponen, era el problema

- Papá- susurre dolida

- Vine para poner la casa en orden, Daniela. Y voy a empezar invitando a que se retire por las buenas a la bestia que tienes a tu lado- dijo con desprecio, mientras tomaba su mano

- Ella no se va a ir- dije segura, haciendo que el hombre suspire enojado, sabiendo perfectamente que le molestaba que no cumplan con lo que pedía- el único que tiene que irse sos vos- agregue decidida

- No quiero causar problemas, te espero abajo- susurro lo ultimo, saliendo del departamento

Fui a mi habitación, notando una valija más, era obvio quién se estaba quedando ahí

- Dormirás en el sillón- dijo desde la puerta

- No voy a dormir aquí mientras estés- dije sacando las cosas necesarias, abriendo la caja donde supuestamente estaban las llaves, sin encontrarlas

- Buscas esto?- pregunto haciendo el característico sonido, teniendo mi atención puesta en él- yo voy a llevársela y a dejarle unas cosas en claro, como ella sabe- escupió con odio. Tan rápido mamá lo perdonó?

- Déjalo hacer las cosas correctas, Daniela- ahí estaba, defendiendolo una vez más

- Tan rápido lo perdonas?- pregunté molesta, no iba a quedarme de brazos cruzados, busque mis cosas y me cambie mi incómoda ropa, para cuando quise salir ella volvió a enfrentarme

- Quedate aquí, él sabe que hacer- susurro sonriendome- yo lo llamé- estaba loca, era obvio

- Ninguno de ustedes sabe que hacer, él no va a hacer que todo vuelva a ser normal, como antes- dije caminando decidida, corriendo por las escaleras, viendo perfectamente como el primer golpe llegaba a su rostro, mientras sus guardaespaldas salían rápidamente al encuentro, agarrando con fuerza sus brazos

- Vuelve al departamento, Daniela- dijo enojado y simplemente me dirigí a él

- No voy a jugar tu juego otra vez, ya estoy grande para eso- simplemente me subí con ella en su auto, pidiéndole disculpas por el comportamiento y su lastimado rostro

- Ya me acostumbré a que me golpeen por vos- dijo sarcástica, mientras llegábamos a su casa, entrando tranquilamente, siendo recibidas por la misma mujer que la última vez que estuvimos aquí, recordando todo lo malo que ocurría a nuestro alrededor, mientras que nosotras simplemente nos amábamos

Volví a curar sus golpes, como la última vez, en la que terminamos demostrandonos cuán dispuestas estábamos a amarnos

- Gracias por estar conmigo en todo momento- susurro abrazandome fuertemente, ambas estábamos a punto de dormirnos, con nuestros cuerpos encajados, sintiendo sus manos acariciar mi cabello con demasiada delicadeza

- Gracias por permitirme estar con vos en todo momento- dije sonriendo, mientras besaba suavemente sus labios, sintiendo su calidez abordarme, quedándome dormida una vez más en sus brazos, disfrutando de la tranquilidad que podía brindarme al estar a su lado. Sabiendo que todo a nuestro alrededor era un caos

Sentí sus manos pasar suavemente por mi rostro, recién comenzaba a salir el sol, entrando algo de claridad en la habitación

- Buen día- susurro sonriendome abiertamente

- Buen día- repetí volviendo a cerrar mis ojos, sentía que había dormido muy poco, cuando en realidad, dormimos más de ocho horas

- Necesito que me acompañes a un lugar- dijo con cierta felicidad anticipada

- A donde quieres ir?- pregunté mientras subíamos una vez más a su auto

- Hace siete años murió mi mamá- explicó mientras estacionaba a las afueras del lugar que muy pocas veces había ido, lo odiaba demasiado. Pero no tenía ningún inconveniente en acompañarla

Compró flores antes de adentrarnos, mientras yo la seguía sin hacer comentario alguno, mirando para todos lados, mientras ella me llevaba fuertemente aferrada a su mano

Frene en seco al ver como ella soltaba mi mano, caminando a paso lento hasta el lugar, mostrándose vulnerable, arrodillandome a su lado, abrazandola con fuerza, sintiendo sus temblores, haciéndolos míos

Se separó levemente, besando su frente mientras dejaba el ramo, nontando sus ojos cerrados, mientras susurraba lo suficientemente bajo, sin poder escuchar lo que decía

- Te amo, mamá- susurro volviendo a tomar mi mano, poniéndose de pie conmigo, abrazandola suavemente, dejando suaves besos por su cuello, sintiendo un jadeo salir de sus labios- creo que deberíamos irnos- su voz ronca me hacia querer más, pero primero, quería demostrarle que de verdad quería estar con ella, quería acompañarla y aunque sea un simple gesto o impulso, se lo pedí:

- Podrías esperarme unos segundos? Quiero estar a solas con ella- explique acariciando su mejilla, mientras ella asentía, caminando a paso lento por donde habíamos llegado

Sin saber que hacer del todo segura respecto a mis movimientos, me arrodille frente a la pequeña imagen que se mostraba a un costado, de una mujer sonriente, amorosa y buena persona. Sin poder evitar pensar lo que pasaría si la podría conocer en estos momentos, agradeciéndole por hacer que su hija busque amor, poniéndonos en el camino de la otra. Porque aunque aún no eramos novias, ya empezábamos a considerarnos como tal, porque ambas nos pertenecíamos y nos considerábamos parte de la familia de la otra. Despidiendome de su madre, jurando volver con su hija siendo feliz, como se lo merece...

Mi Jefa- [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora