Capítulo 2.3- Ayudar

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Ya no tenía los puntos y solo tenía que pasar una pomada cada noche, para intentar borrar la pequeña cicatriz que me había quedado.

Mi recuperación venía bien, no la recordaba, pero por lo demás, todo bien.

Sí, era triste, cada vez más, pero ella no  perderdía las esperanzas, o eso me demostraba.

- Podrías dejarme en la siguiente cuadra?- Pregunté señalando rápidamente la esquina, mientras que ella asentía sin entender.- Pido un taxi para volverme.- Besé su mejilla, para que antes de irme, tomara mi mano.

- A dónde vas?- Preguntó con cierta preocupación.

- Hay un estudio aquí y quería aprender.- Asintió suavemente.

- No quieres que te acompañe?- Negué rápidamente, esto era algo mío. Quería tener algo que no la involucre, porque cada vez que hacía algo, ella estaba conmigo y quizás le molestaba.

- Nos vemos luego.- Y simplemente me fui, notando cómo me seguía un hombre de traje, sabiendo que me estaban "cuidando".

Era increíble, me habían dado una cámara y Juan David me había enseñado lo básico, pequeñas tomas que quedaban perfectas.

No podía parar de reír al ver a la modelo lo suficientemente seria, mientras que él estaba sentado en una posición extraña, pero que le daba una buena toma, haciendo que ella riera después de aguantarlo por unos segundos.

- El curso comienza la próxima semana, quizás estas a tiempo de anotarte.- Asentí suavemente.

- Gracias, Crim.- Él solo rió, para luego, salir sin problema del lugar.

- Daniela.- Escuché el grito desde lejos y simplemente me frene, mientras que el guardaespaldas me permitía el ingreso a la camioneta.- Calle.- Su acento era peculiar.- Ahora si podremos hablar? O seguirás evitandome como en tu trabajo?- Trabajo, evitar... quien era él?

- Discúlpame, pero no te recuerdo.- Susurre alejándolo luego de que se acercara más de la cuenta.

- Me comporté cómo un idiota, no te di el respeto que te mereces, pero dame una oportunidad, por favor, luego si quieres, puedes olvidarte de mí.-

- Puede parecer una mentira, pero no te recuerdo, no recuerdo a nadie.- Susurre haciendo una mueca.

- Entonces, dame la oportunidad de hacerte recordar lo que vivimos, por favor, no puedo olvidarte como si nada.- Llegamos a salir?

- Qué éramos?- Lancé rebuscando mi pequeña libreta.

- Hablábamos como algo más que amigos, dijiste que me amabas y luego te alejaste de mí lado porque ella te había amenazado.- Ella? Mi novia?

Frunci mi ceño.- Me podrías dar tu número y tu nombre, sólo eso, yo intentaré recordarte y podríamos ir por un café.- Susurre sonriendo, mientras que él sentía igual de feliz. Mario.- Nos vemos luego.- Subí en el auto, recordando que yo no tenía un celular, solo una tarjeta de crédito y...- Podrías estacionar ahí? Será solo un momento.-

- La señora me dio órdenes de que la lleve a la casa lo antes posible.- Dijo con ese temor a hacer mal su trabajo.

- Yo asumo la responsabilidad, por favor.-

- Que sea rápido, no puede ponerse en riesgo de esa forma.- Asentí rápidamente, entrando en el gran lugar de celulares, consiguiendo uno de los mejores, mientras que podía ver como controlaba el tiempo. Necesitaba un reloj.

Gracias Apple por tener varios productos a la venta.

Solo pude ver la sonrisa ancha del muchacho, mientras que intentaba aprender a utilizar el celular, conectadolo con el nuevo reloj, mientras entrábamos en la casa, dejando todo en la cocina. Quizás ella podría ayudarme.

- Hola?- En la habitación no estaba. Baño? Tampoco.

Una puerta sencilla en el centro del pasillo? Probé de abrirla, pero era imposible, estaba bajo llave. Qué había detrás?

Dolores y golpes.

- Daniela.- Susurró ella acercándose a mí, estaba transpirada y con ropa deportiva. Había estado haciendo ejercicio?

Besos, abrazos, amor.

- Puedes llamar a mamá?- Conecté nuestras miradas, pero tenía una fuerte punzada, como si mi cerebro quisiera explotar.

- Yo ahora la llamo, ven a recostarte.- Me guió hasta la cama, cayendo pesadamente, mientras rebuscaba un paño frío y su celular.

- Mafe, puedes venir?... dile a Johan que te traiga, voy a cuidar a Daniela hasta que llegues, ella quiere verte.- Asintió lentamente.- Prepararé la otra habitación, tranquila, ella está bien.- Susurró antes de cortar.

- Quien es Johan?-

- Ya lo recordarás, tienes que relajarte.- Acarició suavemente mis mejillas, teniendo ese clásico conjuro junto con el paño, como si el dolor se fuera al estar en contacto con ella.- Cómo te fue?-

- Crim dice que tengo potencial.- Ambas sonreímos.- Y que los cursos comienzan la próxima semana.- Asintió suavemente.- Y que tengo que tomar fotos para practicar.- Ella sonrió levemente.- Qué hay en ese cuarto?-

- Daniela.- Mamá había llegado antes de lo pensado, aunque no sabía si vivía lejos o cerca de la casa.

Quería recordar su nombre, pero cada vez parecía más complicado, solo tenía malos recuerdos de ella, no recordaba el chocolate y a mamá en el hospital.

Por qué recordar hacia que tenga dolor de cabeza? Todo lo que parecía ser bueno era un dolor más, aumentaba mi tristeza.

Mi Jefa- [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora