Capítulo 1.35- Perdón

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- No pensé que fuera tan fácil- dijo tirando de mí, dejándome en el medio de una cama, sintiendo como Bárbara se sentaba en mi regazo- voy a disfrutar esto, muchísimo-

Noté como sacaba un látigo, pero no se dirigió a mí, abrió una puerta, notando que era el baño, comenzando a escuchar gritos desesperados desde adentro

Daniela estaba aquí y yo no podía liberarme de las muñequeras de las que me encontraba fuertemente aferrada

- Déjala a ella, yo me metí en esto, ella no tiene...- un latigazo fue directo a mi entrepierna, rasgando esa zona- nada que ver- mi voz salió más fina de lo común, mientras que acercaba a la rastra a Daniela hacia mí

- Tienen una hora, no la desaprovechen- escuché como cerraba con seguro la puerta de la habitación, comenzando a tirar de mis brazos

Noté su mirada atenta, traía su boca tapada, mientras que estaba atada con la clásica corbata de satín, consiguiendo romper mis muñequeras con la madera del cabezal de la cama

La abracé fuertemente, sintiendo un quejido de dolor de su parte

- Estás bien?- pregunté desesperada, mientras le permitía hablar- te hicieron algo? Le hicieron algo al bebé?- liberé sus muñecas, mientras ella seguía callada

- Jamás debí empezar a trabajar contigo, jamás debí aceptar estar contigo, jamás debería haber firmado nada de eso- dijo con dolor

- Daniela, por favor, no digas eso. Yo te amo y sé que también lo haces, sólo déjame hacer esto a mí, sin golpes, sin violencia, sólo como siempre tendría que haber sido- tome sus mejillas, besando suavemente su nariz- ahora, necesito que grites a todo pulmón y des golpes en la puerta, puedes hacer que estamos teniendo sexo- noté su entrecejo fruncido- hazlo, por favor, no te opongas a esto, después podrás hacer lo que quieras, podrás hacer tu vida y no verme jamás- me dolía demasiado decirlo, pero si ella quería eso, si ella era feliz sin mí, era suficiente

Estábamos en el cuarto rojo de Matu, sabiendo perfectamente como funcionaba, mientras Daniela simplemente gritaba, forcejeando la puerta

- Lo encontré- susurre al encontrar la caja fuerte, mientras que ella seguía golpeando con su pie la puerta, riendo ante su perfecta actuación

Estaba actuando?

Me faltaba el aire, pero no iba a dejarme ganar. No ahora

El arma estaba cargada y una copia de sus llaves estaba junto, sumandole un pequeño teléfono, comenzando a llamar a Paula, quien supongo, estaba buscándonos, haciendo que rastreara la llamada justo cuando Bárbara entraba en la habitación

Dejé a Daniela a mis espaldas, con el arma en uno de mis bolsillos, intentando ser lo más rápida posible, alzando rápidamente a Bárbara, consiguiendo atar su tobillo a la cama, cubriendo rápidamente su boca, mientras tomaba la mano de Daniela, llegando al siguiente problema

Matu y su ejército de sumisos

- No puedes sola? Siempre necesitas a alguien para que haga tu trabajo sucio?- pregunté apuntándola, esto se terminaba ahora. Este era el final.

》Narra Paula《

Creo que llegué en el peor momento, sólo podía ver a Poché y a María José apuntándose con diferentes armas, notando como Daniela temblaba

Ella estaba bien. Ella traía a mi futuro sobrino, o eso creía

Toda nuestra seguridad estaba apuntando a Matu, mientras que otro grupo de hombres subía en busca de Bárbara, escuchando un disparo desde arriba, alertando a todos

- Esto lo solucionaremos entre nosotras, pero no aquí- dijo seria mi amiga- solas, sólo como nosotras sabemos hacerlo- su arma apuntaba al entrecejo de Matu, mientras ella mantenía su arma entre Calle y Poché

- En un rápido movimiento, Johan había tomado a Daniela, corriendo antes de que un disparo sea fijado en la frente de Matu, mientras que el suyo fue directamente al pecho de mi socia, corriendo a abrazarla, antes de que caiga

- Respira, mantente despierta, cuenta hasta tres, piensa en tu madre, excitate, piensa en Daniela, piensa en el bebé, pero mantente despierta- rompí mi blusa, comenzando a dejar un retazo de tela en la zona donde no dejaba de salir sangre, pidiendo auxilio, recibiendo rápidamente a Daniela, quien intentaba mantenerla despierta dándole respiración con su boca pegada a la sonrisa de Poché

- Tu sufrimiento se terminó, mi amor- jadeo como pudo, tomando suavemente su mejilla- perdóname, por favor, necesito tener paz conmigo misma- suplicó aferrándose a su mano, sintiendo como intentaba mantenerse despierta

- Quédate conmigo, por favor- suplicó en un hilo de voz, mientras pasaba el inhalador por su boca, sabiendo perfectamente que tener su pecho cerrado iba complicar las cosas, antes de agregar más tela a su herida

- Sos perfecta Daniela Calle, perdón por ser la piedra que hizo que tropezaras con el hermoso camino que vas a lograr tener- jadeo intentando mantenerse despierta, volviendo a apretar el aparato contra su boca- gracias por enseñarme lo hermoso que es el amor- nos miró a ambas, mientras que yo seguía intentando cubrir la cantidad de sangre que salía, notando como tapaban con la clásica sábana blanca a Matu, mientras que Daniela volvía a intentar darle aire a Poché, quien ya había cerrado sus ojos, antes de que se la llevaran de urgencias en una ambulancia, mientras que acompañaba a Daniela en la otra, notando como le colocaban un calmate, sabiendo que podría afectarle al bebé

Todo lo malo se había terminado, pero lo bueno estaba en juego y eso daba un difícil panorama en el futuro de ellas y su relación...

Mi Jefa- [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora