Mi Jefa- [Caché]

Capítulo 1.29- Deseos

》Narra Poché《

- Sabes perfectamente que decir si quieres que pare- susurre conectado nuestras miradas, mientras ella asentía

No quería lastimarla. No sabía ni siquiera que hacer, me sentía una completa inexperta

No pensé volver a pisar este lugar, no pensé que ella lo quisiera de esa forma, que me repitiera una y otra vez el deseo que podía tener en estos momentos

Y yo? Yo no sabía que carajos hacer con mi "amigo", quien me dolía demasiado recorriendo su cuerpo cubierto por el conjunto de lencería que había escogido para ella y mientras decía todo lo que quería, todo lo que estaba despertando y una de sus fantasías, planeando algo más que solo eso

La guíe hasta la cama, mientras que rebuscaba en los cajones, sin encontrar lo que tanto anhelaba, recordando dónde lo había dejado la última vez, volviendo a acercarme a ella, desprendiendo lentamente de su conjunto

- No seas suave- jadeo al sentir como dejaba suaves besos en su cuello

- Simplemente dime si sientes dolor- susurre cubriendo sus muñecas con unas esposas, para después cubrir sus ojos con el antifaz- tienes que decirme si no quieres que haga algo- necesitaba asegurarme de que ella no sufra, de que no volveré a lastimarla. Necesitaba mantener mis pies en la tierra

Pasé sus piernas por encima de mis hombros, besando sus muslos internos, antes de acercarme a su húmedo centro, comenzando a dar suaves lámidas, posando una de mis manos en mi miembro, mientras que la otra recorría su cuerpo

Mis movimientos eran rápidos, sintiendo sus piernas ejercer cierta presión en mis oídos, acelerando mis movimientos, mientras que con uno de mis dedos la penetraba, sintiendo como su grito resonaba en toda la habitación, saboreando lo que había derramado, poniéndome de pie, tomando su cabeza, acercando mi miembro a su boca

Su lengua salió al encuentro, tomando su mentón, obligándola a introducirlo dentro, intentando no ser tan brusca ante cada embestida que le daba

Sentí su mano subir por mi muslo, llegando a mis pesados testículos, dándole suaves caricias, llevándome a la locura

Dejé libre una de sus muñecas, antes de cubrirla con otras esposas, mientras que tiraba de ella, cerrando las muñequeras en la rejilla de hierro suspendida del techo, que estaba sobre un escalón, evitando que quede colgada del mismo, consiguiendo una posición no tan incómoda, notando como mordía su labio inferior. Su fantasía estaba comenzando

Rebusque en los cajones más pequeños un azotador, el cual, no solía usar

- Prometo decirte si siento dolor- jadeó mientras recorría su cuerpo con la pequeña paleta

- Esto sí va a dolerte- susurre besandola suavemente, intentando conseguir ese deseo que necesitaba para cumplir lo que quería

- Te castigaron con esto?- preguntó sin entender, sonriendo sobre sus labios

- Aprendí que me tengo que callar cuando están por castigarme- mi voz salió algo ronca, notando su sonrisa pícara- borra esa sonrisa, querida- susurre dando el primer golpe en su trasero, notando sus manos aferrarse al metal de las esposas- Dolor?- pregunté pasando suavemente mi mano por la zona, mientras negaba

- Sigue intentando- sugirió, encorvado su cuerpo cuando otro golpe llegó más arriba que el anterior, mientras que ella simplemente dejó salir un hermoso gemido de su boca

Di dos golpes más, ejerciendo cierta fuerza en el último, notando como tiraba de su agarre

- Para- susurro con su cabizbaja luego del sexto golpe, en el que no medi mi fuerza, consiguiendo enrojecer, más de la cuenta, su trasero; tirando a un lado el azotador, sacando suavemente el antifaz

- Quieres que te suelte?- pregunté acariciando su mejilla, notando las mismas aún más rojas de lo normal, tomando con cierta fuerza sus muslos, comenzando a embestirla, mientras besaba su cuello, sintiendo sus gemidos cerca de mi oído, acelerando mis movimientos mientras que gritaba aún más fuerte, llevándome a la locura

Llegué unos minutos después que ella, liberando sus muñecas de las esposas, dejando sus brazos por mis hombros, cerrando la puerta, caminando tranquilamente por la casa, adentrándonos en el baño, mientras dejaba caer el agua por nuestros cuerpos

Sentí sus besos posarse por mi hombro, antes de llegar a mi cuello, sintiendo sus dientes cepillar esa zona, arrinconandola en una de las paredes, teniendo un último orgasmo

Luego de la ducha, busqué algo de ropa para ambas, mientras ella quedaba sentada en el comienzo de la cama de mi habitación, más dormida que despierta, volviendo rápidamente con ropa interior y una remera para ella, mientras yo ya me encontraba con los clásicos boxers cubiertos por una camiseta

- Te amo- susurró mientras acariciaba suavemente su cabello

- Yo también te amo- susurre besandola suavemente, notando como cerraba sus ojos, tendiendo cierta culpa por mantenerla despierta hasta tan tarde

Para Pau Galindo: Podrías trabajar sola mañana?

De Pau Galindo: Estaba esperando que lo preguntaras. Pienso tomarme unas merecidas vacaciones después de esto💆‍♀️

No pude evitar sonreír, de verdad se merecía unos días libres, sabiendo perfectamente que en estos momentos estaba adelantando trabajo, cosa que yo también solía hacer, antes de que mi acompañante llegara a mi vida

Dejé mi celular a un costado, admirandola dormir a mi lado, sin entender cómo ella podría haber aceptado esto y aunque había estado casi obligada, sabía perfectamente que en algún momento algo entre nosotras podría haber ocurrido, admirando como en su dedo corazón, descansaba el anillo que le había dado, prometiéndole amarla y entregarle mi corazón en bandeja, permitiéndole hacer lo que ella quiera conmigo. Porque sólo ella conseguía ponerme a sus pies de esa manera, porque sabía perfectamente que si la estaba lastimando, ella iba a decirlo. Ella confiaba lo suficiente en mí como para decir en que momentos no soportaba lo que le podía llegar a hacer, sin sentir deseo de lastimarla, simplemente cuidarla y protegerla como se lo merecía, porque estaba loca por ella y eso comenzaba a gustarme.