Mi Jefa- [Caché]

Capítulo 1.30- Tranquilidad

- Poché- susurró removiendome- despierta- comenzó a dar suaves golpes en mi mejilla, abriendo mis ojos con cierta pesadez

- Buen día- susurre cambiando de posiciones, dejando mi cuerpo sobre el suyo, aferranodme a ella, dispuesta a seguir durmiendo

- Tenemos que trabajar- mi miembro aprecia buscar algo, moviendo mis caderas como reflejo, sintiendo un jadeo de su parte- no tenemos que tener sexo, tenemos que trabajar- volvió a removerme, mientras le entregaba mi celular, mostrándole mis mensajes con Paula

Deje mi rostro escondido en su cuello, sintiendo su piel erizarse, intentando volver a seguir

- Quien es Juana?- preguntó de la nada, estaba revisando mi celular?

- Trabaja con mi padre, puedes revisar tranquila- me quejé por lo último, mientras ella dejaba mi celular a un costado, tomando mis mejillas, levantado mi cabeza, mirándola fijamente- confía en mí- susurre rozando nuestras narices

- Confío- jadeo al sentir mis labios atacar los suyos, estaba decidido que no seguiría durmiendo, levantándome para buscar el desayuno

De Daniela Calle: Podrías traer alguno de tus juguetes?

Era buen momento para cambiar en nombre de su contacto?

Para Daniela Calle: Ni siquiera puedo desayunar tranquila?

De Daniela Calle: Sé perfectamente que también lo quieres, ya estás subiendo?

- Claudia, no limpies arriba por hoy- susurre mientras la señora asentía sonriente, subiendo la mesa de cama que me entregaba, sintiendo como la música se reproducía desde dentro de la habitación

- Saliste así?- pregunté al darse cuenta que traía poca ropa

- Celosa de que alguien más me vea así?- pregunté abrazandola

Pasó sus manos detrás de mi cuello, tentandome a posar mis manos dentro de su camiseta- cuido lo que es mío- susurró sonriendo

- Omne tuum est- jadee uniendo nuestros labios, caminando lentamente hasta la cama, sentandome con ella en mi regazo, tomando algo de fruta- desayunamos?- pregunté mordiendo un pedazo, llevando el resto a su boca

Comenzó a removerse mientras desayunabamos, consiguiendo lo que quería, alzandola en mi hombro, caminando tranquilamente por la casa hasta la habitación

- Te despertaste con ganas?- pregunté volviendo a buscar el antifaz, cubriendo sus ojos

- Es bueno tener una novia sadomasoquista- dijo sin problema, alzando ambas cejas, sabiendo perfectamente que no me veía, solo reía ante su respuesta

- Debería castigarte- saqué una de las fustas, mientras ella mordía su labio inferior

- Hasta que me duela- jadeo al sentir como el cuero recorría su cuello- solo que podría ser mejor atada, porque podria escaparme- comentaba una excelente idea, volviendo a dejarla atada a la rejilla, rasgando sus ropas. Iba a azotarla para que entienda, iba a abrir su piel hasta que deje de pedirlo, deje de pedir que tenga piedad, que acepte que el dolor puede ser lo mejor

- Podría dejarte aquí todo el día- susurre mordiendo el lóbulo de su oreja- y hacerte todo lo que quieras, hasta que te des cuenta que esto no es bueno- destape sus ojos, sintiendo un suspiro frustrado de su parte

- Poché- susurró al sentir como la soltaba- que carajos haces?- preguntó mientras salía del lugar, no podía estar ahí. No debía lastimarla

Salió detrás mío, solo quería estar sola, necesitaba estar sola

- No tengo que lastimarte- susurre al sentir sus brazos rodearme- no quiero hacerte daño- caí rendida en la cama, sintiendo como acariciaba suavemente mi cabello

- Necesito entender que es lo peor que puedes hacerme- susurró intentando hacer que la mire, pero simplemente negaba ante su estupida idea- necesito entender que es lo peor que puedes hacerme-

- No voy a golpearte, no otra vez- negué intentando mantener esa idea, siendo imposible ante su insistencia y su deseo de que la corrija y así, deje de pedirmelo

- Necesito entender- repitió una vez más

- No quiero que te alejes de mí- susurre aferrada a ella- no soportaría perderte por eso-

- No vas a perderme- conectó nuestros ojos, notando lo decidida que podía estar- yo quiero que me lo demuestres, necesito saber que podrías hacerme- susurró sobre mis labios

- No quiero lastimarte, quiero amarte, quiero acariciarte, quiero hacer el amor, no quiero ser un monstruo, no quiero hacerte daño- no debía caer. No debía lastimarla. No debía caer en esa tentación

- No voy a cambiar de opinión hasta que pase y no voy a irme corriendo si es demasiado, simplemente te diré cuando parar- tiré de ella, volviendo a entrar en ese estupido cuarto

Por qué carajos me metí en esto?

Ella puso seguro, dejando la llave a un costado, antes de comenzar a trenzar su cabello, desnudandome ante su atenta mirada, mientras buscaba las muñequeras de velcro

- No voy a a cubrir tus ojos- susurre pasando las muñequeras por sus tobillos- quiero que veas lo que voy a usar- expliqué pasando otro par en sus muñecas recostó en la cama, teniendo mi oportunidad para pensar las cosas con claridad, para evitar usar el cinturón, pero ella parecía leer mis pensamientos

- No quiero que seas suave, quiero conocer tu peor parte- junte sus muñecas, dejándola fuertemente aferrada al cabezal de la cama

Pasé una barra separadora, dejando sus piernas lo suficientemente separadas, mientras que ella mordía su labio inferior

Dejé a un costado el látigo de tiras, dejándola boca abajo, con su trasero pegado a mi excitada entrepierna

Me adentre en ella, sin ni siquiera sospechar lo mojada que podía estar, dando estocadas rápidas, tomando su cabello con una de mis manos, mientras la otra bajaba a su clitoris, dándole suaves caricias, haciendo que llegue seguida por mí, dando la primer nalgada, consiguiendo un gemido ahogado de su parte

- Poché? Dónde estás? Pasamos por la empresa y nos dijo Pau que estaban aquí- salvada por mi familia

Nunca pensé que me daría tanta felicidad dejar de castigar a alguien para recibirlos

- Voy a buscarte ropa- susurre besando su trasero, dejándola aún atada, vistiendome rápidamente, justo cuando Vale estaba por intentar abrir la puerta, saliendo a su encuentro, evitando que vea algo extraño...