Capítulo 1.33- Visitas inesperadas

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Los siguientes días simplemente nos escapabamos, recibiendo las insinuaciones de Paula respecto a nuestro cuidado, confiando ciegamente en las pastillas

Al volver del aeropuerto, ella parecía tener planes en su maldito cuarto de juegos, terminando exhausta

Esa mañana fue diferente; ella despertó antes que yo, despertando con el desayuno en la cama, mientras me llenaba de besos en ese intento de que no siga durmiendo, para luego correr al trabajo

- Buen día- dijo Paula sin problema, mientras me dejaba demasiados papeles frente a mí- redacta despidos para estas personas, yo luego lo envio- y simplemente asentí, antes de que ella entrara en su oficina, esperando pacientemente que la puerta de la oficina de mi novia se abriera, dando por finalizado el interrogatorio de un hombre que solía seguir su caso, pero las horas pasaban y no daban señales de nada, enfocandome en el trabajo y hacer lo que Paula me había pedido, teniendo una ajetreada mañana

Pedí mi almuerzo, mientras continuaba con mi trabajo, notando como la misma estupida que no dejaba de coquetearle a Poché en Cartagena aparecía con una simple carpeta en su mano, sonriendo como una idiota

- Llama a Poché, no tengo todo el día- levantó sus gafas, mientras alzaba una de sus cejas, desafinadola con la mirada

- Está ocupada- dije sin problema- Paula está libre, puedo llamarla a ella- pose mi mano en el teléfono, mientras que ella abría un botón de su camisa

- Entre sumisas nos entendemos, deberías saber que vengo por ella- rodé mis ojos, pero no iba a dejarme ganar

Necesitaba saber quiénes habían sido sus sumisas, necesitaba estar segura de que esto no me moleste como ahora

- Escuché que vos tenes la llave de su cuarto de juegos, quieres que la esperemos ahí? Así vemos a quien prefiere-

Estaba a punto de sacar el cable del teléfono y ahorcarla. No aguantaba ver su sonrisa

- Voy a llamarla- dije tranquila, notando su sonrisa- a Paula- culmine llamándola, notando como la reciente nombrada aparecía, al mismo tiempo que Poché le abría la puerta al muchacho, mientras acomodaba su traje

- Tengo la suficiente información para que quede limpia de todo esto, simplemente no debe cometer ninguna locura- dijo tranquilo, tomando su mano antes de perderse en el ascensor

- Venía a traerles unos contratos- explicó la rubia mal decolorada

- Paula va a ayudarte en eso, podrías venir?- pregunto mirándome fijamente, justo cuando apagaba mi computadora, cerrando tranquilamente la puerta de su despacho, viendo por última vez la cara de la idiota

- Necesitas algo?- pregunté suavemente, mientras ella me abrazaba fuertemente, escondiendo su cabeza en mi cuello

- Ya terminaste?- pregunto haciendo que su respiración choque con la zona sensible de mi cuello, erizando mi piel

- Tengo que darle algunos papeles a Paula y después estoy libre- respondí luego de que su frente se posó cerca de la mía, quedando a escasos centímetros

- Vamos al cine?- pregunto suavemente, alzando ambas cejas- podríamos ir a casa a ponernos más cómodas y después ir a ver la película que quieras- explicó sin problema

Asentí sonriendo, mientras buscaba rápidamente sus cosas, saliendo de su oficina, tocando suavemente la puerta ee Paula, entregándole lo que me había pedido

No podía prestarle atención a la película, simplemente podía sentir como acariciaba el dorso de mi mano, apretando más de la cuenta mi mano en los momentos en los que tenía miedo

Había elegido la peor película de terror, era aburrida, pero estaba tan concentrada que no podía dejar de mirarla

- Sabías que mi amor platónico era Bill Skarsgård? Hasta que me di cuenta que no me gustaba él, sino que mi atracción era hacia su novia- no pude evitar reír ante su relato, mientras comía las últimas palomitas

Su forma de relatarlo hizo que después de burlarme de ella, termine por besarla en el medio del centro comercial, sonriendo ante su insistencia por profundizar el beso

- Por qué terminamos aquí? Querías pasar tiempo conmigo porque luego llegaran los problemas?- pregunté sin entender mientras ella reía

- Me pidieron que te haga demorar para llevarte a una sorpresa- confesó abriendo la puerta del copiloto

- Qué sorpresa?- pregunté cuando emprendió camino, sin saber a dónde íbamos

- Si te digo deja de ser sorpresa- se burló entregandome un pañuelo- debes cubrir tus ojos- susurro entregandomelo, mirándola sin entender- yo no tengo nada que ver con esto, simplemente estoy cumpliendo con las órdenes que me encomendaron-

No pude evitar reír, mientras cubría mis ojos, ajustandola, notando como ella estacionaba en un lugar, asegurándose de que no esté viendo, luego de que mi puerta sea abierta, bajando lentamente, mientras que ella tomaba mi cintura y mi mano, guiandome mientras hacía insinuaciones respecto a que estaba por presentarme la secta a la que pertenecía, donde debía cortar una parte de mi cuerpo para participar, riendo ante su exageración

- Qué es esto?- pregunte al ver una mesa para tres, reconociendo luego el lugar en el que estábamos

- Una cena de disculpa- mamá apareció por el pasillo, notando cierto dolor en su rostro, corriendo a abrazarla como una pequeña asustada, sintiendo los brazos de ambas rodearme, sintiéndome reconfortada por dos de las tres personas más importantes en mi vida

Porque no lo veía capaz, era todo lo que llegó después de la calma

Porque sospechaba que la tormenta se avecinaba, pero como una idiota, estaba ciega, demasiado ciega...

Mi Jefa- [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora