El reloj marcaba que la hora de la cena se acercaba, y ella estaba aprendiendo un postre que encontró en internet, riendo al notar que su camisa traía más harina que la misma torta
- No te das por vencida?- pregunté al notar como seguía revolviendo la mezcla- no quiero intoxicarme- me quejé mientras yo dejaba la lasaña en el horno
- No vamos a intoxicarnos, mamá me la había enseñado pero sólo no recordaba las proporciones- explicó llevando algo de mezcla a su boca, largando un suave suspiro- sabe parecido-
Ella se fue a cambiar luego de dejar su postre en el mismo horno, limpiando el desastre que había causado, mientras que ella volvía a mi lado, dándome una rápida nalgada antes de comenzar a dejar las cosas necesarias en la mesa
- Es bueno que vuelvas a comportarte como una loca sexual- confesé sonrojada, mientras ella descorchaba una botella de vino
- No quiero acostumbrarme a eso- susurro haciendo una mueca- y cómo estamos probando cosas nuevas,- dijo con cierto tono gracioso lo último,- quiero ser la sumisa- completó, haciendo que me tense rápidamente
- Quieres que... que yo- me señalé- quieres ser... sumisa?- pregunté con cierta duda, mientras ella asentía
Tomó suavemente mis manos, posandolas en sus hombros, mientras ella pegaba su cuerpo al mío- quiero ser tu sumisa, Daniela Calle- su voz ronca no contribuía con mi cordura, haciendo que mi corazón explote dentro de mí, besando suavemente su nariz- sólo deberías dejarte llevar y simplemente probar lo que quieras conmigo- dijo sin problema, aumentado mis dudas
- Pero no sé hacerlo, yo no me veo capaz de... eso- expliqué cabizbaja, mientras que ella parecía intentar unir nuestras miradas
- No tengas miedo de probar algo nuevo, yo confío demasiado en vos, como para permitirte hacer lo que quieras conmigo-
Besé suavemente sus labios, intentando procesar toda clase de información y no perdía nada intentandolo, pero necesitaba...
- Quiero ver todo lo que hay en cada uno de esos cajones y para que sirven- pacte mientras ella asentía, teniendo una cena algo confusa, mientras recordaba lo poco que faltaba para su cumpleaños y las pocas ideas que tenía respecto a eso
Su postre no podía ser mejor y ella no podia parar de recalcar cuánto le recordaba a su madre, mientras subíamos suavemente hasta el cuarto
Sin esperarlo se arrodillo frente a mí, cabizbaja, como si intentara demostrarse sumisa, siendo algo extraño
Tomé suavemente su mano, mientras intentaba entender todo lo que podía haber ahí, desnudandola lentamente, como ella solía hacerlo
- No seas suave- gruño al notar como buscaba besar cada porción de su rostro, antes de que sus muñecas y tobillos queden fuertemente aferradas con las muñequeras que sobresalían en la cama, cubriendo sus ojos con uno de los antifaces, notando lo excitada que podía encontrarse luego de bajar mi mirada como una pervertida hacia su miembro, dándole una suave caricia, sonriendo ante su frustración
Saqué uno de los anillos que me había enseñado, lamiendo lentamente el tronco de su miembro antes de pasar el aparato, notando la comisura de su labio levemente arriba, posando el control en la palma de su mano, mientras guiaba su miembro a mi centro, sintiendo el clásico sonido del vibrador, sin ni siquiera sospechar lo que tan fuerte podía ser, callando nuestros gemidos luego de chocar nuestros labios
No me veía capaz de "castigarla", simplemente pensaba dejarle ese trabajo a ella, para que luego del segundo orgasmo, quede liberada de todo lo que había usado, dejándome llevar por lo que tanto podía gustarme
Al despertar, ella no estaba a mi lado, vistiendome rápidamente, con cierto temor a dónde pueda estar, tomando el jugo de naranja que se encontraba sobre la isla, entrando en una habitación en la que jamás había estado, notando como la música resonaba fuertemente y ella simplemente corría en la clásica máquina
Había el suficiente espacio como para que todo esté perfectamente acomodado, notando un gran espejo, mientras que el volumen de la música disminuía
- Nunca entraste?- preguntó suavemente, devolviendole la sonrisa que traía, mientras negaba
Besé suavemente sus labios, notando lo enamoradas que podíamos estar- buen día- dije embobada al notar lo transpirada que se encontraba
- Buen día- repitió con cierta burla al notar mi transe, tomando suavemente mi mano, dejándola sobre su hombro, notando perfectamente lo que quería- tengo que ducharme- susurro pegando su cuerpo al mío- me acompañas? O tengo que ir solita?-
No pude evitar reír; sabiendo perfectamente cual era mi respuesta, volviendo a juntar nuestros labios, sintiendo sus manos posarse en mis muslos, antes de acorralarme en una de las paredes, intentando callar mis gemidos cuando sus labios recorrieron mi cuello, mientras volvía a emprender camino hasta el baño, tirando de su brasier luego de que me bajara, sintiendo como el bulto en su pantalón me llamaba y ella enredaba sus dedos en mi cabello, desprendiendo su pantalón rápidamente, sintiéndome intimidada ante su mirada
Por primera vez, me sentí sucia al hacerlo, me sentía mal al tener su miembro en mi boca, separandome desesperadamente de ella, quien me miraba extrañada
- Perdóname- susurre besando suavemente sus labios, saliendo rápidamente del baño, escuchando su voz detrás, mientras pasaba su ropa interior
Por qué nunca me había dado asco tenerla dentro mío? Por qué nunca me opuse a eso? Por qué no podía hacerlo ahora? Qué estaba pasando conmigo?
- Daniela- tomó mi mano, sintiendo como mi mundo parecía derrumbarse, pero no quería llevarla conmigo, quería estar sola
- Perdón- repetí, vistiendome rápidamente- vuelvo temprano y prometo responderte mis propias dudas- jadee intentando mantener la calma, antes de sentir sus brazos reconfortarme- perdón-
- No tienes que pedir perdón por nada- susurro mientras me aferraba más a su cuerpo- tampoco tienes que explicarme nada si no quieres-
- Te amo- susurre besandola suavemente antes de salir de la casa, sin ningún rumbo, corriendo en ese intento de entenderme a mi misma y de no sentirme sucia al hacerlo
La amo, pero aún no entiendo porque no podía soportar acceder al deseo que ambas teníamos. Se me hacía imposible encontrar las palabras adecuadas, simplemente era todo demasiado confuso
Por qué ahora no podía? Por qué no quería?
Sé perfectamente que ella va a respetar mi decisión, pero de qué decisión estaba hablando?
Qué me impedía hacerlo? El miedo de que vuelva a ocurrir era demasiado, al igual que mi deseo de amarla para siempre. No podía llegar a una idea clara, y menos cuando se me dificultaba tanto pensar con claridad
Me sentía demasiado extraña, no era yo misma. Necesitaba demasiadas cosas y si estaba segura de algo, es que quería que ella esté en mi vida para siempre, pero no podía hacer como si nada y simplemente actuar normal
- Podrías buscarme?-
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Mi Jefa- [Caché]
FanfictionEl secreto de una, puede pasar a involucrar a la otra. Sin mencionarlo frente al mundo, siendo algo anormal ante los demás, cuando para ellas quizás hasta termine significando amor... (G!P)