Intentos de asesinato contra Harry

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En la noche de Halloween, Snape notó que Quirrell había soltado un troll en las mazmorras para que los profesores se distrajeran y él pudiera ir a robar la piedra. Snape detuvo a Quirrell y este se las arregló para que el perro de tres cabezas le destrozara la pierna a dentelladas, hiriéndolo pero no demasiado gravemente.

Harry pasó a formar parte del equipo de Quidditch de Gryffindor, demostrando una excelente habilidad. Pero durante el primer partido, que era contra Slytherin, Quirrell hechizó la escoba de Harry para que lo elevara muy alto y lo matara. Snape, por su parte, se dio cuenta y comenzó a pronunciar un contrahechizo. Como Quirrell estaba escondido, Snape fue detectado antes por Hermione Granger y Ron Weasley, amigos de Harry, que pensaron que era este el responsable del ataque. Hermione, velozmente, se dirigió a las gradas de los profesores y, al chocar contra Quirrell detuvo involuntaria y a la vez voluntariamente el ataque. Luego de eso, incendió la túnica de Snape y provocó que este también se distrajera, aunque de todos modos este ya había evitado lo peor.

Para el siguiente partido, Snape pidió ser árbitro, así podría asegurarse de que Quirrell no volviera a intentar matar a Harry. Dumbledore aceptó y, para evitar más riesgos, él mismo asistió al partido y vigiló al profesor. Harry, Hermione y Ron ya creían que Snape estaba tratando de robar lo que cuidaba el perro de tres cabezas y que era él quien quería matarlo en el partido. Los otros profesores pensaron que Snape quería ser árbitro para impedir la victoria de Gryffindor, ganándose la impopularidad y, según más tarde diría Quirrell, perdiendo el tiempo, ya que no podía hacer nada con Dumbledore mirando. Snape acorraló a Quirrell cerca de la biblioteca y lo amenazó, pero este no respondió a sus amenazas.

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