Snape evitó luchar, ya que no podía atacar a los Mortífagos y descubrir su tapadera, pero tampoco iba a matar estudiantes. Durante la batalla, Lucius Malfoy decidió no luchar y le preguntó a Voldemort si podía buscar a su hijo. Este se ocultó en la Casa de los Gritos y le pidió simplemente que le trajera a Snape. Lucius llamó al director y este se dirigió allí. Mientras tanto, Fred Weasley fue asesinado por Augustus Rookwood, causando gran conmoción en la batalla. Voldemort detuvo el ataque y advirtió a todos que, si le entregaban a Harry Potter, nadie sufriría ningún daño.
Snape llegó justo entonces a ver a Voldemort. Voldemort le explicó que, por alguna razón, la Varita de Saúco no revelaba el increíble poder que debería darle. Al final, la explicación que encontró fue que él no había matado en persona a Albus Dumbledore, por lo que no podía conseguir la maestría de la varita si Snape seguía vivo. Lo que ignoraba era que había sido Draco quien desarmó a Dumbledore, y que él era el dueño real de la varita. Voldemort ordenó a Nagini que ejecutara a Snape cortándole la garganta. Snape quedó moribundo y Harry fue corriendo a socorrerlo. A último segundo, Snape le pasó a Harry sus recuerdos para que supiera la verdad, luego le pidió que le mirara a los ojos con tal de ver los ojos de Lily Evans una última vez, y murió.
Tras ver sus recuerdos, Harry supo la verdad y, finalmente, asesinó a Voldemort, para luego exculpar a Snape delante de toda la población mágica y hacer que Minerva McGonagall colgara su retrato en el Despacho del Director. Además, como homenaje a Dumbledore y Snape, le puso a su hijo Albus Severus Potter. Rita Skeeter por su parte, escribió el libro Snape: ¿Canalla o Santo?, muy probablemente difamando su imagen.
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Todo sobre Severus Snape
FantasySeverus Snape se convirtió en el villano que logró engañar al mago más poderoso de la historia con un único objetivo: darle a Harry la oportunidad que Voldemort le quitó el día que mató a sus padres, la oportunidad de vivir sin miedo. Una oportunida...