Lily Evans

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La amistad de Snape con Lily Evans fue probablemente la única cosa que realmente trajo alegría a su vida. Conoció a Lily a una edad muy temprana, reconociéndola un día como una bruja mientras ella y su hermana Petunia jugaban en el parque cerca de su casa; ella había volado desde los columpios e hizo crecer una flor de un brote. Con el deseo de escapar de su humillante vida familiar, Snape inmediatamente trató de hacerla su amiga. A pesar del hecho de que Lily provenía de una familia Muggle, nunca la vio realmente como uno de ellos porque estaba enamorado de ella.

Pasaron el tiempo hablando de la magia y el mundo mágico. Lily incluso preguntó si ser muggle nacido en el mundo mágico, Snape respondió que no importaba en absoluto. En 1971, los dos fueron aceptados en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería y continuaron una estrecha amistad hasta alrededor de su quinto año, a pesar de haber sido seleccionados en diferentes casas. Snape estaba muy decepcionado de que no estuvieran en la misma casa y que fuesen separados por eso.

Durante este tiempo, Snape comenzó a verse con personas que abrazaron la Magia Oscura y la supremacía de sangre pura, lo que supuso grandes dificultades en su amistad. Lily se sintió ofendida por muchos de los puntos de vista que Snape estaba empezando a adoptar y no le gustaban las cualidades de sus nuevos compañeros de clase. Una y otra vez, Snape nunca habría hecho muchas de las cosas que hizo, pero en ese momento no entendió realmente su aversión. Estaba tan inseguro y cegado por su atracción por el lado oscuro que imaginó que impresionaría a su amiga si se convirtiera en un verdadero mortífago. Irónicamente, Lily podría haber llegado a amar a Snape románticamente (ciertamente lo amaba como a un amigo) si él no hubiera amado tanto a la Magia Tenebrosa, y se hubiera sentido atraído por personas y actos tan repugnantes. Cuando Snape llamó a Lily una "sangre sucia" en un momento de humillación, fue la gota que derramó el vaso para Lily. Cuando más tarde le preguntó si él todavía tenía la intención de convertirse en un mortífago y no lo negó, ella rompió todos los lazos con él, a pesar del montón de veces que Snape le pidió disculpas.

Cuando Snape escuchó la profecía, inmediatamente transmitió su contenido al Señor Tenebroso, sin saber que tendría algo que ver con Lily. Al descubrir que Lord Voldemort estaba planeando atacar a la familia Potter, Snape le rogó que perdonara a Lily a cambio de su marido y su hijo. Más tarde, apeló a Albus Dumbledore, pidiéndole que hiciera todo lo posible para proteger a Lily y al resto de su familia, si tenía que hacerlo.

Snape estaba devastado por la muerte de Lily, hundiéndose en una depresión que aparentemente duró el resto de su vida. Pero a instancias de Dumbledore, se comprometió a proteger a su hijo Harry y ayudarlo a derrotar al Señor Tenebroso. Snape nunca volvió a hablarle de Lily a nadie, excepto a Dumbledore. Esto probablemente se debió a la angustia y la preocupación de que la mención de ella podría hacer que otros sospechen. A pesar de que calumniaba constantemente a James en la cara del hijo de Lily, nunca mencionó a Lily en estos ataques, posiblemente debido a su incapacidad de volver a insultarla. De hecho, el Patronus de Snape era una cierva, igual que el de Lily, porque la amó durante toda su vida. Cuando Snape murió, le pidió a Harry que lo mirara a los ojos; su último deseo en sus últimos momentos era morir mirando a los mismos ojos verdes que le recordaban tanto a Lily.

Como resultado del sacrificio de Snape de su propia vida, el hijo de Lily, Harry, nombraría a su segundo hijo como Snape. Casualmente, dicho hijo heredaría los ojos verdes de Lily.

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