Todo prospera en Nueva Orleans

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Durante todo el camino nada peculiar pasó, tenia la idea de parar en algunas tiendas de autoservicio, pero para evitar consumir sangre desde las personas, Stefan me dio bolsas de sangre para que no tuviera que hacerlo. Debo admitir que aunque me satisfacía, me hacía falta la sangre directa de las venas humanas, era lo que más anhelaba hacer cuando llegara a Nueva Orleans, beber de alguien.

Podría decir que conozco Estados Unidos de norte a sur, después de todo e estado en casi todo el mundo, la ventaja de ser tan viejo es el haber presenciado la evolución que ha tenido el mundo, aún recuerdo la vida en el viejo mundo antes de que America fuera descubierto, también la peste negra que me obligo a huir de lo que era Noruega en ese entonces. Me es impresionante el cuántas personas conocí y ayudé en su momento, se que si algún día muriera me iría feliz de saber que hice lo mejor que pude en esta eterna vida.

Estaba llegando a la ciudad, y honestamente no tenía idea de donde podía comenzar, después de todo yo era nuevo aquí y desconocía completamente el lugar. Se me ocurrió recurrir al internet, así que busque lugares turísticos donde puede que ahí haya brujas verdaderas.

Según wikipedia, el barrio francés donde ocurren la mayoría de los desfiles de la ciudad, podría ser un buen comienzo en la búsqueda, así que sin pensarlo dos veces conduje hasta este lugar. Me encontraba algo nervioso, no conocía a nadie y honestamente aún seguía delicado por todo lo qué pasó.

Desde la muerte de Jo, la muerte de Kai y el hechizo de Elena y Bonnie, nunca tuve tiempo de saber que sentía, tantas cosas pasaron que no tuve tiempo ni siquiera de asimilar todo lo que había pasado y ahora... me encontraba en una ciudad completamente desconocida buscando información que posiblemente no podría encontrar nunca por qué.

— ¡Mierda! — Grité enojado y golpee el volante.

Sabía que si quería tranquilizarme debía ir a buscar algo que beber, después de todo el alcohol ayuda en todo.

Baje de mi camioneta y comencé a caminar por el barrio, era demasiado ruidoso y transitado, estaba claro que Nueva Orleans era el destino turístico mas lleno, se notaba que la mayoría de la gente que se encontraba ahí eran turistas que venían por la historia de la ciudad pero en especial, por las brujas.

Trate de no llamar la atención y mi atención se posó en un bar que se veía tranquilo, Justo lo que necesitaba, un lugar donde beber y alejarme del ruido del exterior, "Russoues".

Al entrar al bar, no había demasiada gente, solo unos cuantos chicos y muy pocas chicas a excepción de las camareras y bartenders.

Me senté en la primera silla frente al mostrador y una chica rubia me atendió.

— ¿Qué te sirvo? — La chica se veía feliz, o bueno su hermosa sonrisa me dejo notarlo.

— Sírveme un jugo de realidad para aceptar lo triste que es la vida — Dije sarcásticamente y al parecer le había causado algo de risa.

— Tenemos Whiskey y ayuda para lo mismo — Le sonreí como forma de decir que si y sin pensarlo me sirvió lo ya dicho.

— Gracias... – mire su nombre – Camille...

— Dime Cami... No es por ser extraña pero, nunca te había visto aquí.

— Y estas en lo cierto queridísima Cami, es mi primera vez en esta ciudad y ¿que es el primer lugar que visto? Así es, un bar — Me tome de golpe el whiskey y le señalé que quería más.

— Wow, parece que acabas de pasar por algo fuerte... — La mire espantado porque claramente lo supo.

— Ah... estudie psicología, disculpa si te asuste — Me sonrío para calmarme.

Más Allá De Ser InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora