¿Qué traje a la perdición?

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La noche anterior había pasado uno de los momentos más extraños que podrían pasarle a cualquiera, pero había cosas más importantes para hoy, por hoy, solo pensemos en amor...

Desperté y lo primero que vi fue a Caroline mirándome fijamente sentada en el borde de mi cama.

— Vaya, pensé que estabas muerto de verdad verdad — Empezó a reír.

— Disculpa algunos se toman su humanidad muy enserio — reí también.

— Quise venir aquí primero porque se ve que tienes un buen gusto y que mejor que seas tu el que me ayude a organizar esta boda de ensueño, grandes mentes piensan igual.

— Me parece una gran idea, dame 20 min y estaré listo. — Se formó una sonrisa en la cara de Caroline.

— Perfecto! Te espero abajo.

Caroline se fue y me dio tiempo de tener mis 5 min de filosofía en el borde de mi cama, tenía que pensar que hacer si veía a Jeremy hoy, es decir no puedo contarle todo a Elena, es su hermana y dudo que el lo haga, eso hace que me sienta un poco más tranquilo, pero no deja de ser un minúsculo problema.

Me acaricio mi cabello intentando tranquilizarme y opto por mejor ir a tomar un baño, no dejaría que alguien me impidiera darle un hermoso día a una amiga que el día de hoy tiene su boda, así que con una sonrisa en mi rostro salté de mi cama y me metí a la ducha.

Me di un baño rápido, me cambié y baje para saber que haríamos Caroline y yo, si iba a estar todo el día con Caroline necesitaría mi dosis de sangre y, aunque no me guste tendría que beber de una bolsa.

— Buen Día — Dije a Stefan, Elena y Damon.

— Elena por favor — Damon iba tras Elena.

— No puedo creer que hayas sido tan egoísta Damon, estas consciente de lo que ibas a hacer?

— Tal ves solo pensé en mi pero era por que me daba miedo que ya no me amaras siendo humana...

En ese momento mi cabeza estalló.

— ¿¡Eres humana?! — Grite de manera emocionada y ambos me voltearon a ver.

— Mira a alguien si le alegra que lo sea, adiós Damon — Elena salió muy furiosa por la puerta, no puedo creer que cada mañana aquí hay una pelea.

— ¿Alguien puede explicarme qué pasó? — Dije mientras me sentaba en la mesa.

— Bonnie le había obsequiado a Damon la cura contra la inmortalidad y Damon no quería dársela a Elena, pero Lily... lo hizo e hizo ver a Damon que se lo escondió a Elena... aunque así fue ¿o no Damon? — Me contestó Stefan, Damon simplemente se levanto furioso para intentar golpearlo.

— Wow wow tranquilo Damon, ven, tenemos que hablar — Lo agarre del brazo y salimos a la entrada.

— ¿Acaso tu también me vas a echar en cara que fui egoísta? — Damon rodó los  ojos como solo el sabe hacerlo.

— Aunque debería no lo haré, yo entiendo tu postura y entiendo tu miedo, se que Elena en el fondo también lo entiende, pero tu también comprende que Elena jamás quiso esta vida, ella soñaba con una vida de humana, crecer, tener hijos, envejecer...

— Exacto Nate, todo eso yo no se lo puedo dar... ¿cómo crees que me hace sentir eso? Saber que no puedo darle todo a la chica que amo, no iba a estar tranquilo sabiendo que podría irse con alguien que le dará lo que yo jamás podré — Damon en todo momento me miro a los ojos y supe que lo decía de la manera más honesta y directa.

— Tu miedo te gobierna Damon... y no soy la persona indicada para ayudarte a enfrentarlo, así que, ve con Elena y por favor háblale con la verdad, no te justifiques ni algo por el estilo, solamente se honesto con ella, se que lo entenderá porque sabes que aun te ama — le di varios golpes a Damon en el hombro.

Más Allá De Ser InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora