Klaus

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Hayley se notaba algo extraña, yo se que en el fondo el que yo supiera de su hija no le convencía del todo, pues al final de cuentas ella no me conocía y dudo que confiaría en mi justo ahora.

Me fui del pantano despidiéndome de Aiden y los lobos, fueron personas muy agradables y muy alocadas, sin duda ellos saben como pasarla bien y divertirse a lo grande.

Como ya era pasado del medio día pensé que podría ir al bar, tal ves Cami ya estaría ahí o podría ver a Davina, sin duda quería pasar una tarde tranquila, ya en dado caso que Elijah o Kol me necesitarán, los ayudaría en lo que pudiera.

Llegue a mi departamento y honestamente mi ropa olía a pantano, no me molestaba pero sabía que era un olor que no era del todo agradable, así que rápidamente tomé un baño rápido y me cambié la ropa, quería ver que podía hacer esta noche.

Intente localizar a Davina pero no tuve éxito, tal ves este ocupada con Kol, después de todo se que el querrá aprovechar todo el tiempo posible con ella.

Salí a dar la vuelta por el barrio francés y me enteré que había una fiesta en el Russoues, así que pensé porque no asistir y divertirme un poco, hacia bastante que no salía de noche.

Llegue rápidamente y el ambiente estaba de maravilla, buena música, gente agradable y sobre todo, tragos ilimitados.

Comencé a bailar con todos los que me seguían el ritmo, baile con unas cuantas chicas y por el olor que percibía de ellas, eran perfectas candidatas para alimentarme, con el alcohol elevado casi muerdo a una, pero recordé que estaba en publico y no podía llamar la atención.

Decidí sentarme un poco y descansar, no lo estaba tanto, pero necesitaba que el alcohol bajara un poco de mi cabeza para tener más autocontrol.

— ¿Disfrutas la fiesta? — Un chico se había sentado junto a mi.

— Muchísimo, hacia rato que no salía así... — Le sonreí por cortesía.

— Me llamo Josh, un gusto — Me saludo y le respondí el saludo de inmediato.

— Nate, un gusto igual — El me sonrió y a decir verdad su sonrisa era poco atractiva.

— ¿Quieres seguir bailando? — Me pregunto a lo que asentí y ambos nos levantamos para seguir bailando.

Después de un rato Josh y yo parecíamos hermanos gemelos bailando casi a la par con quien podíamos, sin duda fue un gran amigo para pasarla increíble, justo cuando daban las 12 me dieron ganas de irme, me sentía algo cansado y quería descansar en la comodidad de mi casa.

— Creo que ya me iré... fue un gusto conocerte Josh — Me despedí de él quien seguía bailando.

— ¿Tan pronto? ¿Gustas que te acompañe? — No estaría mal su compañía, pero veía que estaba tan a gusto que decidí rechazar su oferta.

— Descuida, se cuidarme solo y no vivo lejos, espero verte pronto, ¡diviértete! — Me despedí y salí del lugar.

Caminaba de regreso a mi casa, ya el barrio francés estaba vacío y a decir verdad daba algo de escalofríos, pero nada que un valiente vampiro no pueda aguantar.

Comencé a escuchar ruidos, como si alguien estuviera cerca, y a decir verdad no estaba tan equivocado.

— ¿Quien anda ahí? — Me detuve para mirar hacia los lados, hasta que divisé a alguien.

Más Allá De Ser InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora