Más Allá De Ser Inmortal

Culpable

Volví a la casa Mikaelson después de recibir la llamada de Elijah, estaba muy preocupado ya que Elijah nunca me había pedido ir de inmediato a su casa.

Antes de llegar escuche gritos y sollozos, por la voz de la persona que lloraba supe que se trataba de Freya, algo le habían hecho.

Entre y lo primero que vi fue a Freya tirada en el piso llorándole al cuerpo de nada más y nada menos que Mikael, al parecer habían usado la estaca de roble blanco en el y al morir un original este se quemaba, eso había escuchado y ahora lo comprobaba.

— ¿Qué pasó aquí? — Pregunté acercándome a Rebekah y Elijah.

— Pregúntale a Nik... — Klaus se hizo presente y solo me dedicó una sonrisa maliciosa mientras la pobre Freya lloraba en el piso.

— Esto es demasiado... por qué me hiciste venir Elijah... — Elijah me miro serio.

— Por que hasta donde sabemos tu eres el único que se entiende bien con Freya, ella desconfiara de todos nosotros a excepción de ti... no justifico lo que hizo Niklaus pero... si puedes ayudarnos a calmar a Freya, te lo agradeceremos infinitamente.

Lo pensé por un momento y debido a la situación, me fue imposible no aceptar.

— De acuerdo... veré que puedo hacer.

Me acerqué a Freya y la abracé, aun seguía triste, después de todo era su padre quien había sido asesinado.

— Por favor Nathanel estás teniendo lástima...

— ¡Ahora no Klaus! — Le grite con muchísimo enojo que sentí como una parte de mi quisiese salir, mi marida vampira demostró que tan enojado estaba con el.

El se quedó fijo, pero era obvio que no se iba a dejar.

— Como te atreves a gritarme... ¡En mi casa! — Klaus me empujó fuertemente haciéndome caer al piso, yo inmediatamente me levante y lo empujé igual.

— Creo que ya no me asustas Niklaus... no te tengo miedo, ¡ya nunca mas! — Le grite fuerte y el se quedó atónito, todos e incluso Freya se quedaron callados.

— Lárgate... ¡lárgate de aquí! — No lo pensé dos veces y me fui de ahí, Freya fue tras de mi por lo que pude sentir.

— Nunca pensé que Klaus y tu pelearían, pensé que se entendían muy bien... — Me hablo Freya, me había alcanzado en la esquina de la calle.

— Bueno... estoy cansado de que haga lo que quiera solo porque el piensa que está correcto... ya no quiero ser su juguete a quien manipula a su humor...

— Es Klaus... de una forma u otra consigue lo que quiere, y... yo supe eso cuando decidí involucrarme de nuevo con mis hermanos...

— Todo esto si que es difícil... pero presiento que en el fondo, muy en el fondo... todo valdrá la pena...

— Espero que así sea Nate... espero que la muerte de padre no haya sido en vano... — Dijo secamente.

En eso mi teléfono vibró y la persona que llamaba era Rebekah.

— ¿Que ocurre Rebekah? — Pregunté inmediatamente.

— ¿A donde fuiste? ¿Estas bien?.

— Tranquila... estoy mejor que nunca, Freya esta conmigo... pasaremos la noche con Rick... creo que ninguno de los dos queremos ver a Klaus por ahora...

— Oye yo... lo siento por lo qué pasó, no supe cómo reaccionar...

— Rebekah... es tu hermano, y yo entiendo que debes apoyarlo, así que no te sientas mal por estar de su lado... es así como debe de ser...